A falta ya de menos de un mes para las elecciones europeas del 9 de Junio, es buen momento para, sin ánimo de pedir el voto absolutamente para nadie - no es ese mi papel ni me dedico a ello en modo alguno, - revisar los programas electorales de los diferentes partidos y plantearse qué opción política defiende mejor los intereses de esa gran parte de la ciudadanía que nos definimos como usuarios activos de la red. Son éstas las primeras elecciones en las que Internet juega un papel fundamental: en el Parlamento Europeo es donde se están decidiendo las normativas que posteriormente, traspuestas a la legislación nacional, marcarán lo que será la red para todos los ciudadanos. Como hemos podido ver en múltiples ejemplos recientes, el Parlamento Europeo está siendo el coto de actuación de múltiples grupos de interés o lobbies que presionan para conseguir sus fines, y que están dispuestos a recorrer todas las posibilidades para hacerlo, aunque ello implique presentar las mismas propuestas a través de mecanismos diferentes y en múltiples ocasiones, como una hidra de nueve cabezas. Tengámoslo en cuenta, la lucha es sumamente desigual: frente a unos usuarios que se defienden mediante la palabra y el uso de los llamados “ciclos ociosos”, es decir, aprovechando sus ratos y recursos libres, los lobbies oponen maquinarias fuertemente dotadas económicamente, con recursos legales casi ilimitados y con gran capacidad de acceso directo a todos los estamentos del poder.
Ahora bien: ¿qué puntos es preciso buscar en los confusos y alambicados programas electorales de las diferentes opciones políticas? ¿Qué conceptos TIENEN necesariamente que estar ahí, de manera inequívoca y patente, para que los usuarios de Internet sintamos que podemos confiar en ver nuestros derechos adecuadamente defendidos? ¿Qué frases garantizan que los partidos tendrán más difícil, terminadas las elecciones, el dedicarse al tan extendido deporte del “donde dije digo, digo Diego”?
A mi entender, la primera frase que tienes que buscar de manera INEQUÍVOCA en el programa electoral de tu opción política es la DEFENSA INCONDICIONAL DE LA NEUTRALIDAD DE LA RED. Así, con estas palabras, sin que resulte aceptable ninguna otra fórmula con posibilidades de ambigüedad. La neutralidad de la red es ya un concepto perfectamente claro y bien definido: Los ciudadanos tienen derecho a que el tráfico de datos recibido o generado no sea manipulado, tergiversado, impedido, desviado, priorizado o retrasado en función del tipo de contenido, del protocolo o aplicación utilizado, del origen o destino de la comunicación ni de cualquiera otra consideración ajena a la de su propia voluntad. Ese tráfico se tratará como una comunicación privada y exclusivamente bajo mandato judicial podrá ser espiable, trazable, archivado o analizable en su contenido (como correspondencia privada que es en realidad). Es decir, que la red no estará sujeta a ningún tipo de discriminación en función de contenidos, sitios web, origen, destino, plataformas, modos de comunicación o protocolos, limitándose las empresas proveedoras a ofrecer un canal de comunicación con un ancho de banda contratado por el usuario, sin ningún tipo de injerencia en lo que por él circule y, por supuesto, cumpliendo el derecho universal al secreto de las comunicaciones. Ante la claridad de la definición, lo mínimo que debemos pedir a nuestra opción política es que la recoja tal y como está, sin ningún tipo de subterfugio que permita posteriormente que los poderosísimos lobbies de las telecomunicaciones puedan desvirtuar la naturaleza de Internet. Esta, sin duda, es la parte más importante e imprescindible en un programa político: si eres usuario de Internet y tu opción política no tiene esta frase en su programa, plantéate votar a otra, o te jugarás el que la red termine siendo algo muy distinto a lo que es hoy, algo que te aseguro que te va a gustar mucho menos.
La segunda frase imprescindible debe asegurar la defensa de los ciudadanos frente a los lobbies de la industria de los derechos de autor, y debe abogar por la clara y necesaria redefinición de tales derechos de autor para su adaptación a la sociedad digital. En el programa de tu opción política debes buscar frases como esas, “CAMBIO DEL MODELO VIGENTE DE PROPIEDAD INTELECTUAL”, acompañadas por la defensa de la copia privada y por la no penalización de las descargas con fines no lucrativos. El partido que te represente en Europa tiene que tener completa y meridianamente claro que las cosas que haces todos los días desde tu casa para consumir contenidos NO SON CONSTITUTIVAS DE DELITO ALGUNO, y que corresponde a las empresas de contenidos, si quieren que les entregues tus preferencias, desarrollar plataformas capaces de competir en oferta, facilidad de uso, etc. con las que utilizas actualmente.
Otros puntos que debes proponerte buscar en el programa electoral de la opción política a la que pretendas entregar tu voto son: la oposición a las patentes de software (sí, aunque parezca increíble, este tema aún sigue pululando por los recovecos de los organismos europeos, dando buena prueba de lo que se juegan en ello las empresas que lo promueven), el apoyo decidido al uso de software libre en la Administración Pública, y la definición de Internet como servicio de acceso universal.
Mucho ojo con estas elecciones: lo que típicamente suele ser una cita electoral considerada secundaria y de baja participación, es en realidad un momento en el que los ciudadanos nos jugamos mucho, muchísimo, sobre todo en aquellos temas relacionados con Internet. Ten mucho cuidado: lo que está en el programa, está en el programa, no te dejes engañar por “manifiestos”, “declaraciones” y palabrería variada de última hora a la que luego no podrás recurrir porque no estaba en el programa: lo que votas es un programa, lo que no esté ahí, considéralo papel mojado. Plantéate el tema con gran seriedad, y deja claro a la que sea tu opción política de qué factores depende tu apoyo electoral el próximo 7 de Junio.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.