31 agosto 2009

¿Y si la web social fuese realmente social?

socialmediaarrowResulta interesante plantearse cuáles serán las características de la sociedad en la que vivimos cuando algunos de los fenómenos que vivimos de manera incipiente se hayan extendido o generalizado. ¿Cómo viviríamos si la penetración de Internet fuese prácticamente total, y si acudir a la red para conversar y para expresar su opinión fuese lo habitual para la mayoría de las personas? ¿Cómo se ejercerían, por ejemplo, las labores de gobierno en un país democrático cuando la opinión de la mayoría pueda ser pulsada en cada momento como si fuese una encuesta en tiempo real, cuando la red sea un verdadero vector de la expresión de las opiniones de la sociedad? ¿Qué ocurre cuando escuchar lo que dice la sociedad deja de ser una opción y pasa a ser una obligación?

Vivimos instalados en la “política del globo sonda”: un representante de un gobierno suelta una frase, y espera a escuchar la opinión y las reacciones generadas en los medios para reafirmarse en ella, o para desdecirse y achacar todo a una mala interpretación. Para la clase política que nos gobierna, el escenario de una web social capaz de predecir intenciones de voto o encuestas de satisfacción de manera instantánea a modo de “CRM político”, como en su momento hizo Barack Obama para decidir en qué barrios de cada ciudad del país debía intensificar sus acciones de búsqueda de voto suena tan a ciencia ficción como dar un mitin en la nave Enterprise. Por un lado, por pura incultura y desconocimiento de las posibilidades que la tecnología nos ofrece. Pero por otro, porque la tecnología carece todavía de un componente de generalización suficiente, de representatividad social completa, que la priva de la posibilidad de actuar como monitor de la democracia: las voces que leemos en blogs, redes sociales, Twitter y demás herramientas de comunicación todavía distan mucho de parecerse a la fisionomía de la sociedad en su conjunto.

Pero resulta absurdo plantearse que la brecha digital va a seguir ahí, inalterable, durante toda la vida. Por un lado, hay un factor generacional de adopción tecnológica: los jóvenes viven mucho más de cara a la red, una red que juega ya un papel importante y mucho más generalizado en su vida social y en su comunicación, y que en muchos casos sustituye a otros medios tradicionales por los que muestran un claro desinterés. Por otro, un factor tecnológico, a modo de saltos en el tipo de herramientas y en la usabilidad de las mismas que generan nuevos adeptos: nadie se plantea dudas sobre el impacto que tuvieron en su momento los blogs a la hora de llevar a determinados perfiles de personas a la red, o el que están teniendo ahora mismo las redes sociales (¿quién no se ha sorprendido por encontrarse de repente a su suegra o a su vecino pululando por Facebook?), o en el que parece insinuarse que tendrán las conversaciones instantáneas de Twitter y redes similares.  No es un proceso inmediato, pero la dirección del mismo parece clara: la representatividad de la web como escaparate de la sociedad aumenta con el tiempo.

¿Cómo se gobierna un país cuyos ciudadanos expresan su opinión en tiempo real? Muchos achacan una parte del triunfo de Barack Obama a haber sabido reconocer, interpretar y utilizar esa expresión de los ciudadanos en la red. En algunos temas, como el uso de los Open for Questions, se ha experimentado con este tipo de herramientas, con resultados todavía muy incipientes, pero como mínimo interesantes: ¿qué ocurre cuando determinadas decisiones se ven respaldadas por una parte importante de la ciudadanía antes incluso de haber sido tomadas? ¿Cuando se implica a los ciudadanos en una parte del proceso de la que tradicionalmente han sido meros espectadores desde una butaca en la que no veían lo que los actores hacían (y en muchos casos ni siquiera quiénes eran los verdaderos actores), sino tan solo el resultado final? ¿Qué pasa cuando el papel del ciudadano no se limita al de ser un sujeto que acude a depositar una papeleta en una urna cada cuatro años tras una intensa campaña idiotizante?

Los medios sociales están dejando de ser una frivolidad tecnológica, una excentricidad, para pasar a integrarse en la sociedad, para redefinir las estructuras de la misma. Las conversaciones en blogs, en páginas web y en unos medios cada vez más participativos aparecen moderadas por estructuras de gestión de la atención tales como enlaces, trackbacks, filtros sociales y hasta retweets: una opinión puede llegar a miles de personas en pocas horas, y generar reacciones de magnitud todavía desconocida o en muchos casos sorprendentes. A las “reacciones en cadena” producidas en ocasiones en la web se unen los medios tradicionales, que van pasando de reflejarlos como “curiosidad friki” a interpretarlos como verdaderos movimientos con personas detrás. Algunos políticos parecen querer empezar tímidamente a verlo, aunque las propias estructuras de sus partidos lo impidan manifestando una clara falta de adaptación a los tiempos. Pero el proceso tiene grandes similitudes con otros que ya hemos vivido anteriormente, y no tiene vuelta atrás: como no puede ser de otra manera, más tarde o más temprano la política será la siguiente “industria” en recibir el impacto de la tecnología.

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30 agosto 2009

La proporcionalidad de la justicia, ahora en versión norteamericana

justiciaUSAEl principio de proporcionalidad de la justicia es una idea central en el ordenamiento jurídico de todos los países civilizados: responde a la idea de evitar una utilización desmedida de las sanciones y dotar al sistema de una lógica perceptible y comprensible por los sujetos a los que se aplica.

En 2005, el brillante abogado David Bravo publicó un libro, titulado “Copia este libro” (disponible en la red), uno de cuyos pasajes ha circulado extensamente por toda la red en forma de entradas de blogs, noticias y cadenas de correos electrónicos: en él se hacía referencia a la evidente ausencia de proporcionalidad y lógica en la manera en la que el Código Penal español sancionaba delitos como la violencia, el acoso sexual, la distribución de pornografía, el hurto o las amenazas; frente a la forma en que lo hacía con las descargas de obras protegidas por derechos de autor.

Tras el fallo de la justicia norteamericana en los casos Thomas-Rasset y Tenenbaum, la opinión pública estadounidense empieza también a caer en la cuenta de que su sistema judicial es de todo menos perfecto y proporcional, y de hasta qué punto está condicionado por intereses espúreos: Jesus Diaz publica en Gizmodo una comparación similar a la de David Bravo (vía Boing Boing) entre la pena de 1.92 millones de dólares aplicada a Jammie Thomas-Rasset por la descarga de veinticuatro canciones, y las aplicables a delitos como el robo, el incendio, el acoso, las peleas de perros o el asesinato en segundo grado. De hecho, si llegases a cometer todos esos delitos, la pena alcanzaría solo los 2.2 millones de dólares, algo que es calificado como de “absolutamente escandaloso” y de sanción impuesta por “personas mentalmente perturbadas”.

Se acerca el Boston Tea Party

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29 agosto 2009

Sobre redes sociales y adicciones

syringeMe llamó la atención este artículo de Slate, Seeking: how the brain hard-wires us to love Google, Twitter, and texting. And why that’s dangerous, por sintonizar de una manera mucho más seria y convincente con un concepto que se maneja últimamente con excesiva proliferación de tópicos por parte de mucha gente: la adicción a las redes sociales.

En general, siempre he tendido a identificar esos artículos de psicólogos que nos previenen sobre los terribles peligros de las redes sociales para nuestra juventud con aquellos que nos alertaban de las terribles y dolorosas muertes que el tren provocaría entre nosotros por las consecuencias del desplazamiento de los órganos internos derivadas de la velocidad. Ni el tren se detuvo, ni se detendrán las redes sociales. Como todo lo nuevo, las redes sociales conllevan cambios. Cambios en nuestra forma de relacionarnos, de vivir y de compartir. Alteraciones que algunos pueden identificar con relaciones de menor calado, desvalorizadas o incluso capaces de destruir la verdadera amistad. Modificaciones que alteran y alterarán nuestros hábitos, nuestras conductas, nuestra forma de hacer muchas cosas.

La introducción de algo nuevo conlleva sistemáticamente alteraciones en el equilibrio anterior a la misma. Es así de sencillo. Estudiar cómo nuestro cerebro se ve gratificado por ciclos de feedback inmediatos, cómo alteramos nuestro comportamiento contando un chiste en Twitter en lugar – o además – de hacerlo en el patio del colegio o cómo nos sentimos el centro del universo (¿de qué universo?) por ser portada de tal o cuál filtro social durante unos minutos es interesante, porque supone un avance en la forma de entender el nuevo panorama. Pero protestar sistemáticamente contra ese nuevo panorama o prevenir de los oscuros males que acarreará a nuestra juventud es tan eficaz como intentar detener un tren con una caja de palillos: no, el tren no va a detenerse. Quienes intenten evitar los peligros de las redes sociales para la juventud manteniendo a sus hijos alejados de ellas estarán cometiendo un error, porque sus hijos crecerán privados del conocimiento y del saber hacer en una dimensión que sin duda va a ser, en el futuro, importante para ellos. Quienes eviten Facebook por el temor a que arruine sus relaciones, dejarán de desarrollarse en un entorno en el que sin duda tendrán cabida muchas de las interacciones de su vida y de las personas que le rodean. Quien renuncia a lo nuevo por el temor que le inspiran los cambios en lo antiguo suele cometer un error, porque generalmente este tipo de cosas no se detienen ni esperan por nadie, y de repente un día te das cuenta de que la sociedad ha ido adoptando lo nuevo, y que ahora el raro eres tú.

¿Son malas las redes sociales? ¿Producen adicción, destruyen nuestras amistades o nos convierten en seres mortecinos y pálidos que no reciben más luz que la que irradia la pantalla? Descubrir a estas alturas que los excesos son malos tiene poco de inspirado. Mucho de cualquier cosa puede matarte, sí. Pero ante un cambio, lo mejor es intentar entenderlo, observar cómo nos afecta, intentar entender porqué es así, y cómo van apareciendo y tomando forma los hábitos y costumbres relacionados con su existencia. ¿Que queda hoy, con porcentajes de penetración superiores al 100%, de todos aquellos que decían que el teléfono móvil era malísimo y que se negaban sistemáticamente a tener uno? Pretender que todo lo relacionado con una innovación es bueno es tan absurdo como pretender que es malo. La innovación es, y cuando es adoptada se convierte en parte del panorama, en algo que debemos aceptar e intentar entender. Lo que me ha gustado del artículo de Slate es ver claramente reflejados muchos comportamientos de mi día a día, entender lo que pasa en mi cerebro cuando veo esos comentarios, esos retweets, esa retroalimentación que antes tardaba horas o directamente ni se producía… sí, es un vicio. Sí, me gusta, y ahora, tras leer la interesante teoría expuesta en el artículo, hasta me lo puedo explicar un poco más gracias a la neurofisiología. ¿Podría vivir sin ello? No lo sé ni me importa. Es parte de mi mundo, y estoy completamente dispuesto a vivir con ello.

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28 agosto 2009

El futuro de Internet ? II, segunda parte del documental de Simón Hergueta

Tras “El futuro de Internet“, que ya reseñamos en su momento, Simón Hergueta nos presenta la segunda parte, “El futuro de Internet – II“, adentrándose en la evolución de la red en dos avenidas fundamentales: la “Internet de las cosas”, y la inteligencia artificial. Como el anterior, vale la pena verlo (19 minutos, en inglés, subtitulado hasta aproximadamente la mitad).

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27 agosto 2009

Hackeando plataformas petrolíferas

oil platformPocas cosas se imaginan más sólidas y bajo un control más férreo que una plataforma petrolífera de muchísimas toneladas extrayendo petróleo en el medio del mar. Por eso me ha llamado la atención esta nota de Slashdot, Offshore drilling rigs vulnerable to hackers, en la que se comentan varios casos de ataques y de virus en los sistemas informáticos de estas plataformas: en un caso, un trabajador temporal disgustado por no tener contrato indefinido tomó el control de un sistema de comunicación con la costa encargado entre otras cosas de la detección de fugas de petróleo y provocó varios miles de dólares en daños, aunque no fugas. En otros casos, en plataformas del Mar del norte, el ataque de virus ha llegado a provocar daños a trabajadores y pérdidas de producción.

Según el artículo reseñado de Foreign Policy, The new threat to oil supplies: hackers, las plataformas petrolíferas están cada vez más manejadas por sistemas robotizados y automatizados, y utilizan sistemas inalámbricos de conexión con la costa. Cada vez más sistemas, tales como el mantenimiento de plataformas flotantes en su lugar o la propia perforación están controlados de manera remota para disminuir la carísima necesidad de destacar personal en la plataforma de manera permanente, lo que provoca vulnerabilidades que podrían intentar ser explotadas por atacantes con muy diversos fines: desde el chantaje a compañías que pueden pagar cuantiosas sumas, a ecologistas intentando elevar los costes de producción o incluso gobiernos intentando competir por el acceso a un petróleo cada vez más escaso, cuando no puro terrorismo indiscriminado o movimientos insurgentes abundantes en muchos de los países productores de petróleo. Según el artículo, las compañías petrolíferas nunca han llegado a considerar prioritario poner un énfasis especial en las medidas de seguridad contra este tipo de ataques, lo que podría supuestamente llegar a permitir apocalípticos escenarios en los que alguien armado con un PC llega a tomar el control de una plataforma o de una red de plataformas y provocar daños importantes o catástrofes ecológicas.

El escenario descrito es puramente hipotético, pero lleva a pensar en un interesante signo de los tiempos: un número cada vez mayor actividades están bajo el control de sistemas informáticos, y todo sistema informático puede ser hackeado dependiendo básicamente de la magnitud del estímulo existente para ello.

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Los siete pecados de Windows 7

windows7sinsDura campaña de la Free Software Foundation (FSF) contra Windows 7 a escasas semanas de su lanzamiento: envío de 499 cartas a todas las empresas del Fortune 500 excepto Microsoft resaltando los problemas del uso de software propietario (pérdida de privacidad, libertad y seguridad), y creación de un folleto y una página web señalando los problemas derivados de la adopción del nuevo sistema operativo de Microsoft.

Los siete pecados señalados por la Free Software Foundation son la educación, el DRM, la seguridad, el monopolio, los estándares, el lock-in y la privacidad; críticas todas ellas referidas en realidad a Microsoft más que a Windows 7 como producto, pero plenamente legítimas y reales, y atacan además dos puntos fundamentales de cara al proceso de toma de decisiones de las empresas: uno, las políticas de actualización y soporte de productos de Microsoft, que provocan el miedo a la dependencia excesiva de la empresa; y dos, el aparente caos de versiones con el que una vez más se lanza el producto, que debería llevar a las compañías a, como mínimo, plantearse escenarios agresivos de negociación con Microsoft a la hora de plantearse la posible migración.

Tras el fiasco de Windows Vista ya reconocido por Microsoft dándole un ciclo de vida de poco más de dos años, el lanzamiento de Windows 7 parece estar generando un cierto entusiasmo en los consumidores. La campaña de la FSF viene a incidir en el aspecto fundamental del tema: Windows 7 es un Vista corregido con la experiencia de un lanzamiento patético, y mejorado con la eliminación de toda la basura que provocaba requerimientos de máquina mayores, pero en lo esencial, la actitud de la compañía no ha cambiado en absoluto, con todo lo que ello conlleva.

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26 agosto 2009

Innovando en la interfaz: el trackpad de BlackBerry

El trackpad de la BlackBerry 8520Diseñar interfaces para el manejo de terminales móviles no es una tarea sencilla. Durante mucho tiempo, los BlackBerry se manejaban con una rueda lateral, una trackwheel con capacidad de movimiendo unidimensional (hacia arriba o hacia abajo) y de hundirse para seleccionar, además de combinarse con determinadas teclas para otras funciones. Se manejaba con el pulgar y resultaba sencillísimo acostumbrarse a ella, pero obligaba a un paso secuencial por todos los elementos de una página hasta llegar al deseado, además de provocar una posición antinatural en la articulación del pulgar que era susceptible de generar el llamado BlackBerry thumb o trigger finger, una lesión postural derivada del uso excesivo. Aún así, la trackwheel tenía legiones de fans: he conocido a bastantes personas que continuaron durante mucho tiempo usando dispositivos antiguos por no perder su querida ruedita lateral.

La evolución de la trackwheel fue la trackball, conocida como Pearl, un dispositivo en forma de esfera traslúcida situado en el medio del dispositivo, a modo de ratón invertido. Era el dispositivo perfecto para un mundo perfecto: funcionaba bien, permitía un movimiento bidimensional y un clic para señalar, y solucionaba el problema postural de su antecesora. El problema era, claro, que el mundo no es perfecto: la grasa de las manos y el polvo de los bolsillos terminaban aliándose para que la perla fuese perdiendo prestaciones. Al principio lo solucionabas frotando vigorosamente la BlackBerry invertida sobre un trapo húmedo, pero al cabo de un tiempo, acababa feneciendo en un proceso que solía resultar bastante desesperante. Ahora, RIM presenta un nuevo dispositivo, el trackpad: un cuadradillo de esquinas redondeadas que permite manejar el puntero simplemente desplazando el dedo sobre él para provocar una inclinación, y seleccionar mediante un clic. En principio, tiene muy buena pinta: la única diferencia con respecto a la perla es que genera un desplazamiento mucho más rápido, aunque se puede regular en el menú correspondiente. Pero sirve a su función verdaderamente bien, y parece más resistente a polvo y humedad que el dispositivo anterior, aunque ésto es algo que solo el tiempo y el uso continuado podrán demostrar.

La gran disyuntiva sigue estando entre este tipo de dispositivos señaladores y las pantallas táctiles completas. El ensayo de RIM con la pantalla táctil de la Storm no parece haber ido demasiado bien a juzgar por lo que he leído al respecto, y mi impresión como usuario habitual de iPod Touch sigue siendo que en ningún caso escribo igual en un teclado sin fronteras físicas entre las teclas que en uno físico: en un teclado físico como el de la BlackBerry escribo sistemáticamente más rápido, infinitamente más cómodo y con muchos menos errores, además de poder escribir fácilmente con una sola mano. No tengo problemas con un teclado táctil en un dispositivo no pensado para la movilidad intensa, he sido muchos años usuario de Tablet PC, pero mi experiencia en movilidad es que escribir en la BlackBerry no me genera ninguna pereza, mientras que hacerlo en el iPod Touch sí… aunque por supuesto, como para todo, para gustos existen colores. Por el momento, el trackpad me ha gustado: prácticamente no noto el cambio con respecto a la perla. No he tocado la configuración, de manera que tengo la impresión de que me muevo más rápido por la pantalla, y sin problemas de precisión. A pesar de estar basada en un dispositivo físico con un funcionamiento radicalmente distinto, no es una innovación rupturista, sino continuista: se siente igual, y simplemente mejora – o cabe esperar que lo haga – problemas derivados del uso habitual del dispositivo anterior.

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25 agosto 2009

Entrevista en ScannerFM

David Puente me hizo esta entrevista para ScannerFM, que se ha publicado hoy.

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RIM, Torch Mobile y la navegación en movilidad

iris browserRIM adquiere Torch Mobile por una cantidad no revelada, y anuncia ambiciosos planes para la navegación web desde sus dispositivos con la incorporación de versiones completas de Flash y Silverlight. Torch Mobile son los creadores de Iris, un navegador de código abierto basado en WebKit y adaptado para dispositivos móviles, que trabaja con la filosofía de proporcionar a los usuarios de la web móvil una experiencia lo más parecida posible a la que obtienen cuando están delante de un ordenador.

A pesar de que los navegadores de BlackBerry suelen al menos ser visibles en las estadísticas de acceso de muchas páginas, su cuota de mercado llevaba cayendo desde la aparición de dispositivos como el iPhone o los basados en Android que ofrecían claramente una mejor experiencia de navegación web. Con la adquisición, que se espera dé lugar a nuevos productos a lo largo de 2010, Webkit se convierte en la plataforma de elección para Safari, Chrome, y para los navegadores móviles del iPhone, de los móviles con Chrome, del Palm Pre y la plataforma S60 de Nokia, a los que se unirá ahora también BlackBerry. Unido a la creciente penetración de Firefox y a los planes de la Mozilla Foundation con su versión móvil, Fennec, parece claro que el futuro de los navegadores se sitúa cada día más en el ámbito del código abierto. Por otro lado, la adquisición supone un muy necesario impulso para BlackBerry como plataforma muy demandado por sus usuarios, incidiendo en el aspecto que claramente los separaba más de los usuarios de otros smartphone: el navegador de los BlackBerry, basado en Mango, ha mejorado notablemente desde la puesta en el mercado de la serie 9000, pero sigue sin estar a la altura de los navegadores de terminales como el iPhone o los basados en Android. La adquisición es, sin duda, una buena noticia para los usuarios de BlackBerry.

La evolución del mercado móvil parece presentar cada vez más como perdedores a los dispositivos basados en Windows Mobile: de hecho, Iris era hasta el momento el navegador utilizado por Windows Mobile, pero el portavoz de Torch Mobile, Georges Staikos, ha anunciado que tras la adquisición de la compañía por parte de RIM, el desarrollo para Windows Mobile y Windows CE no continuará.

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24 agosto 2009

Redes sociales, asimetría y número de Dunbar

red socialUna buena entrada de Mike Speiser en GigaOM, Dunbar's number and the future of communications relaciona la conocida magnitud propuesta por el antropólogo británico Robin Dunbar para explicar el tamaño de las agrupaciones humanas con el uso de redes sociales, y presenta algunos elementos para la reflexión muy interesantes: el número de relaciones sociales que podemos mantener está determinado por el tamaño del neocórtex, y la tecnología se utiliza para ampliar artificialmente estas fronteras.

Según esta interpretación, el desarrollo del lenguaje permitió a las comunidades humanas recurrir a un concepto de interacción social más eficiente: mientras la interacción social anterior en comunidades de primates se limitaba a actividades con contacto físico (grooming) que iban desde la caricia al despiojado, el lenguaje permitía intercambios de mensajes que pasaban a desempeñar la misma función, tales como saludos y conversaciones casuales que permitían el mantenimiento del contacto. Las redes sociales amplían el concepto del social grooming permitiendo, por ejemplo, que felicitemos el cumpleaños o enviemos un mensaje simple (pokes, aplicaciones, etc.) a cualquiera, lo que genera eso que todos estamos comprobando a medida que empezamos a usar las redes sociales: nunca, en ningún cumpleaños de nuestra vida, nos había llegado a felicitar tanta gente. Y no, no es que seamos más populares que el año pasado, es simplemente que la red social lo recuerda y disminuye el esfuerzo necesario para llevar a cabo la tarea hasta convertirlo en un simple clic.

En ese sentido, me parece interesante el concepto de asimetría. La asimetría es un concepto completamente intuitivo: muchas personas, por su actividad o por muchos otros factores, poseen disimilitudes fuertes entre el número de conexiones o relaciones entrantes y las salientes: en mi caso, por ejemplo, mi actividad como profesor genera que entre en contacto relativamente estrecho todos los años con más de quinientas personas, con las que mantengo una relación que va desde leer los trabajos que me escriben a incentiva o juzgar su participación en clase, colaborar en el desarrollo de sus planes de negocio, etc. Desafortunadamente, tras finalizar el curso, tiendo a mantener en la memoria a tan solo algunos alumnos de cada grupo. En Internet, esto se incrementa con el número de personas con las que mantenemos relación en ausencia de vínculo físico alguno: personas a las que leemos en blogs, comentaristas, etc. Considerar estas relaciones puramente virtuales como algo “inferior” no tiene, a día de hoy, demasiada lógica: ante la tesitura de pasarme las once horas de un vuelo transcontinental con algunas personas a las que conozco fisicamente de manera superficial, o encontrarme en el asiento de al lado a alguien como Gorki o Krigan, a quienes no tengo el gusto de conocer personalmente pero sí me unen infinidad de temas de conversación, escogería sin dudarlo esta última opción. Sin duda, el entorno electrónico favorece el incremento del número de contactos, e igualmente contribuye al desarrollo de perfiles de marcada asimetría.

Sin embargo, aunque el entorno electrónico favorezca el desarrollo de la asimetría social, también contribuye a la gestión de la misma: la red social, en ese sentido, actúa como backup, como copia de respaldo: gracias a la habitual asincronía del contacto a través de la red, puedes recibir un mensaje y, para contextualizarlo, buscar en tu red social a quien te lo envía, tarea que en muchas ocasiones esa misma persona facilita añadiendo el o los vínculos correspondientes. Cuando contestas, puedes en muchos casos haber recuperado de tu “memoria suplementaria” el contexto que permite referirse a esa persona con conocimiento de causa. No recordar inmediatamente a una persona o las circunstancias que rodearon el momento en que entraste en contacto con ella no es una descortesía, sino algo connatural al desarrollo de un perfil asimétrico. Facilitar el recurso de la persona contactada al repositorio social correspondiente que permita la identificación o evocación de anteriores contactos, si éstos existen, pasa a ser casi una norma de educación (soy Fulanito, nos conocemos de A, B o C, y dejo un vinculo a mi perfil en la firma del mensaje para que me puedas ver la cara).

De manera progresiva, nuestras relaciones sociales van a ir estando cada vez más condicionadas por el funcionamiento de este tipo de “memoria expandida” que suponen las redes sociales, algo para lo cual una red bien gestionada, con grupos adecuadamente conformados en función de intereses, afinidades o niveles resultará cada día más importante. Lo que no cabe duda es que la progresiva popularización de las redes sociales conllevarán con total seguridad, o ya están conllevando, cambios en la manera en la que gestionamos nuestras relaciones sociales en su conjunto.

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23 agosto 2009

Copyright, evolución y futuro: dos buenas lecturas de domingo

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Para los que no os resulte incómodo leer en inglés, dos muy recomendables lecturas de domingo sobre la evolución del copyright y el futuro de las industrias relacionadas con el mismo:

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22 agosto 2009

Esto se hunde

titanicDecididamente, no ha sido la mejor semana para la llamada “industria cultural”. Las evidencias se acumulan, y las cosas empiezan a hacer agua ya no por la vía habitual, la de los consumidores, sino por otra muy diferente, la de los artistas. En solo una semana, declaraciones de Santiago Auserón, Bigas Luna o Curt Smith profundizan en la herida abierta anteriormente por Hombres G y por muchos otros anteriormente: la música es digital y se distribuye mediante descargas de todo tipo y condición, en un proceso que nada ni nadie pueden detener.

El mercado ha cambiado, y los intermediarios no son capaces de encontrar su papel en esa nueva estructura, porque los enormes márgenes en los que sustentaban su estructura ya no tienen cabida al no estar justificados por un aporte de valor real y tangible. Vender copias metidas en plástico de cuyo precio de venta se entrega al artista un porcentaje de tan solo un dígito es hoy en día un negocio insostenible, la tecnología lo ha convertido en obsoleto. Las grandes discográficas pueden unirse para financiar Spotify, pero el canal no tiene sentido para los artistas, porque la estructura de márgenes impuestas por las propias discográficas hace que el artista acabe ganando más dinero interpretando su música en la calle. El espacio entre los legítimos creadores y los consumidores se ha hecho tan estrecho, que ya no soporta las mastodónticas estructuras de la industria, por mucho que se agrupen en pretendidas coaliciones que no representan a los artistas, sino tan solo a eso, a los representantes de una industria en declive.

Si se mueven, malo. Si no se mueven, también. Las opciones para quienes vivían de seleccionar artistas para la producción, distribución y comercialización de pedazos de plástico que contenían su música son cada vez menores. Perdida cada vez más la batalla tanto con los consumidores como con los artistas, solo les queda perder el favor de una clase política que sigue comulgando con ruedas de molino en contra de la opinión de la mayoría de sus votantes, y que intenta seguir legislando lo ilegislable para proteger lo que ya no puede ser protegido. Mientras la industria clama que la música se muere, la evidencia histórica se acumula y sus argumentos pierden todo el valor: más de diez años después de la llegada de Napster, la música no solo no ha muerto, sino que está más viva que nunca, y lo único que muere son los intermediarios que se aprovechaban de ella.

Mientras la evidencias se acumulan, la orquesta sigue tocando.

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21 agosto 2009

Los límites del anonimato

SkanksinNYCEl caso de Liskula Cohen, una modelo canadiense residente en Nueva York que fue reiteradamente insultada en un blog creado especialmente para ello, “Skanks in NYC”, nos lleva a una discusión permanente en la historia de la web: la aplicabilidad de unas leyes que nunca fueron diseñadas para un entorno electrónico, y los límites de cuestiones como la libertad y el anonimato.

El blog en cuestión, alojado en Blogger, tenía únicamente cinco entradas, todas fechadas hace ahora exactamente un año, el 21 de Agosto de 2008, todas ellas anónimas y de naturaleza clara y abiertamente difamatoria hacia la modelo. Ahora, un juez ha obligado a Google a entregar todos los datos que posea, tales como dirección IP o correo electrónico, que puedan conducir a una identificación del autor del blog, con el fin de proceder posteriormente a un juicio en el que puedan depurarse las correspondientes responsabilidades. El autor, que ha retirado la página y contratado un abogado, ha intentado escurrir el bulto arguyendo un uso supuestamente retórico y cómico, que obviamente no ha convencido al juez: defender que textos como psychotic, lying, whoring still going to clubs at her age, skank” son de naturaleza humorística y no difamatoria es algo que tiene sus dificultades.

¿Significa ésto, como han comentado algunos artículos, el fin del anonimato en Internet? En mi opinión, no es así. Internet permite, obviamente, un nivel de anonimato mayor que aquel al que estábamos acostumbrados antes de su popularización. La red puede hacer muy difícil identificar al autor de algo, pero eso no significa una patente de corso para que ese autor pueda hacer lo que buenamente quiera o esté al margen de la ley. El anonimato es, desde mi punto de vista, un derecho fundamental de las personas y en muchas ocasiones, como en el caso de regímenes políticos de naturaleza opresora o liberticida, una muy buena recomendación. Pero los derechos tienen sus límites, y normalmente esos límites suelen estar donde entran en conflicto con los derechos de otros. Una cosa es usar el anonimato para expresar opiniones, y otra hacerlo para acosar a una persona en concreto y perjudicar su reputación de manera directa (en este caso, la modelo afirma haber perdido contratos de representación de marcas debido a la imagen que este blog estaba proyectando sobre ella).

Los límites de delitos como el libelo y la difamación están presentes y claros en la mayoría de los ordenamientos jurídicos – o al menos, todo lo clara que puede llegar a ser su determinación, que se basa en demostrar cuándo la opinión deja de serlo y pasa a ser declarativa de unos hechos que se afirman reales – desde mucho antes de existir Internet. Internet no está al margen de la ley, simplemente precisa, en muchos casos, a la adaptación de las leyes para que éstas puedan mantener su naturaleza en su contexto. Una difamación, un libelo o un acoso lo son igual dentro de Internet y fuera de Internet. Internet no está al margen de la ley ni sería nada bueno que lo estuviese. En Internet, algunos aspectos pueden tener factores diferenciales, estar sujetos a efectos Streisand más o menos marcados, incrementar la dificultad de la identificación del autor o someter los hechos a problemas derivados del ámbito de la territorialidad, pero eso no quiere decir que no sean delitos y deban ser perseguidos en la medida de lo que resulte posible y razonable. En este caso, que Google revele los datos que posea del autor es algo completamente lógico dado que le está siendo solicitado por un juez, y Google, como cualquier otro, tiene que someterse al ordenamiento jurídico correspondiente.

El anonimato debe seguir siendo un derecho en Internet. Pero con todo derecho, viene la obligación de ejercerlo con responsabilidad. El caso “Skanks in NYC” tiene, desde mi punto de vista, muy poco que ver con Internet: es un simple caso de difamación que debe ser juzgado con arreglo a las leyes que regulan el delito de difamación.

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20 agosto 2009

La web social como escaparate profesional

lupaUna encuesta realizada por Harris Interactive a más de 2.600 directivos desvela que el 45% de las empresas ofertantes de empleo norteamericanas utilizan de manera habitual la web social para investigar a candidatos potenciales, y que un 11% más están estableciendo mecanismos para hacerlo. El número, casi una de cada dos compañías, supone un drástico ascenso sobre el 22% de empresas que afirmaban hacerlo en la edición anterior de la encuesta el año pasado.

Además, el resultado de las pesquisas tiene tendencia a generar resultados negativos: un 35% de las empresas afirmaron haber encontrado contenido en redes sociales que les llevó a no reclutar a candidatos, fundamentalmente debido a la aparición de fotos o información provocativa o inapropiada (53%), contenidos relacionados con alcohol o drogas (44%), comentarios hostiles sobre empresas en las que el candidato había trabajado anteriormente (35%), escasas habilidades para la comunicación (29%), comentarios discriminatorios (26%), mentiras acerca de sus cualificaciones (24%), divulgación de información confidencial de empresas en las que se trabajó anteriormente (20%), o cuestiones tan curiosas como uso de emoticonos (14%) o de “lenguaje SMS” (16%).

Los casos en los que una empresa decidió contratar a alguien gracias a información que encontró en redes sociales son citados en un 18% de ocasiones, entre las que destacan el haber encontrado perfiles que resaltan la personalidad y el buen encaje cultural con la organización (50%), las evidencias de cualificación profesional (39%), la creatividad (38%), la demostración de buenas habilidades comunicativas (35%), la impresión general positiva (33%), las referencias positivas de otras personas (19%) y los premios o reconocimientos obtenidos (15%).

Es un tema sobre el que se lleva escrito mucho desde hace mucho tiempo, y que a estas alturas ha alcanzado ya su plena madurez: hace unos años, las empresas que introducían este tipo de prácticas en sus procesos de contratación eran minoría, y en muchos casos, no obtenían prácticamente nada significativo en sus pesquisas. Con el auge de la web social y la participación, el número de personas de las que puede encontrarse información en la red y la cantidad de información existente sobre ellas ha crecido de manera exponencial, como lo ha hecho el porcentaje de empresas que deciden utilizarlo en un proceso de reclutamiento. Si estás en el mercado o tienes planes de estarlo, lanza tu ego-search y comprueba lo que la red dice de ti: puede acabar siendo un factor importante a la hora de encontrar trabajo.

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19 agosto 2009

Entendiendo las escuelas de negocios, el futuro y la formación online

IE ClassSantiago Íñiguez destaca en su blog, BizDeansTalk, un artículo de GigaOM, P2Peer education: bringing elite education to the masses que a mí también me llamó la atención cuando lo leí por la extrema claridad de su planteamiento, y que me parece una lectura fundamental para cualquiera que aspire a entender las especificidades y el futuro de la educación a estos niveles.

Resulta completamente imposible explicar procesos como la liberación del conocimiento que algunas escuelas de negocios estamos llevando a cabo desde hace tiempo, a quienes se imaginan una escuela de negocios como algo parecido a la experiencia que tuvieron cuando acudían a la universidad: clases repetitivas, con profesores que repiten los mismos apuntes año tras año, con procesos de memorización… Nada de eso tiene lugar ni sentido en una escuela de negocios medianamente buena. En una escuela de negocios se aprende de tu entorno, de tus compañeros de clase, del debate, de la discusión: los materiales no tienen sentido sin este proceso, o incluso directamente no existen. Y eso es precisamente lo que lleva a que, como comenta el artículo, alguien supuestamente inteligente y en su sano juicio pueda querer pagar $150.000 por cuatro años de educación en MIT cuando todos los materiales que se utilizan durante los cursos están disponibles gratuitamente en la red. La explicación está en esa dependencia del denominado “método del caso”, una variación del método socrático que determina la única manera desarrollada hasta el momento de estimular el cerebro para que desarrolle por sí mismo, con la ayuda del entorno de la clase, los conocimientos que pretende adquirir. Algo que en ningún caso puede ser sustituido por libros, grabaciones, vídeos o conferencias, y que muchas veces solo entiende aquel que ha pasado por la experiencia. O que obviamente no entienden quienes periódicamente aparecen por los comentarios de esta página con la cantinela repetitiva de “tanto decir que los bits son libres, pero tu escuela no libera sus cursos para que los pueda hacer cualquiera”… ¡es que no hay nada que liberar más allá de lo que ya está liberado!

La parte final del artículo entra en las consecuencias de la educación online, algo que también resulta de explicación muy compleja para los que nos dedicamos a ésto. Cuando alguien piensa en educación online, su mente se va automáticamente a clichés relacionados con el autoestudio, con materiales que un alumno recorre en solitario mediante secuencias de clics, a lecciones multimedia que se preparan una vez y que sirven para miles de personas, una detrás de otra. De nuevo, nada de eso tiene que ver con lo que ocurre en el online learning de las escuelas de negocio, en los que siempre hay un trabajo en grupo, una discusión colectiva, un profesor interviniendo y moderando, y un entorno que actúa de una manera similar a como lo hace el del método presencial. Cuando se habla de enseñanza online, resulta difícil establecer una comunicación entre quienes la entienden como una forma de reducir costes y de automatizar procesos, y los que la entendemos como una manera de potenciar la interacción en un entorno que ofrece incluso más posibilidades que el presencial.

La educación está en un momento interesantísimo. Hay quien, como Seth Godin, opina que el impacto de la tecnología en la educación va a ser mayor que el que están sufriendo otras muchas industrias, como la de los periódicos. La traslación al mundo online permite trascender elementos como la capacidad de las clases o la posibilidad de desplazamiento de los alumnos, y eso va a conllevar muchísimos cambios en el futuro, o lo está haciendo ya: en la institución en la que trabajo, la enseñanza online aporta ya un interesante porcentaje del total de la facturación. El balance entre “élite” y “masivo” se está alterando, y eso está dando lugar a todo tipo de estrategias, a diferentes aproximaciones con muy distintas consecuencias. Y eso es lo que me gustó especialmente del recomendable artículo de Mike Speiser en GigaOM: que especula sobre ello, pero explicando claramente lo que no hay que perder nunca de vista: los conceptos y elementos que convierten en diferencial este tipo de formación.

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18 agosto 2009

El auge del hiperlocal: EveryBlock, adquirida por MSNBC

EveryBlockSi hace un par de días hablábamos del auge del contenido de tipo hiperlocal en Internet y de los blogs vecinales, hoy vemos como la cadena de noticias norteamericana MSNBC adquiere EveryBlock, uno de los sitios más conocidos dentro de este entorno.La noticia está ya en el New York Times, en la propia MSNBC, en el blog de EveryBlock, y en el blog personal de su creador, Adrian Holovaty, que es además uno de los creadores del framework de desarrollo web Django. Los términos de la transacción no se han hecho públicos.

Con más de dos años de antigüedad y presente en quince ciudades norteamericanas en diversos estados de desarrollo, EveryBlock constituye una manera de crear sitios para compartir noticias y datos de relevancia local, consolidando información de todo tipo generada por los residentes con infinidad de registros de datos proporcionados por organismos públicos (informes policiales, permisos de construcción, datos meteorológicos,estadísticas, inspecciones de restaurantes, etc.). El código de EveryBlock es abierto y está publicado en Google Code. Aunque EveryBlock rechaza el término “hiperlocal” y prefiere denominarse “microlocal”, la coincidencia en el tipo de función es evidente, y apunta claramente a un auge de este tipo de contenidos, como lo hizo la adquisición de Patch por AOL el pasado Junio o el crecimiento de Outside.in, líder del segmento: personas que introducen su domicilio o código postal en una aplicación para encontrar un lugar que consolide aquello que pueda ser relevante para ellos a esa escala: una diversificación dentro del ecosistema de las noticias para la que Internet proporciona el soporte perfecto.

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17 agosto 2009

Pidiendo a gritos un Boston Tea Party

Boston Tea Party - CurrierEl Boston Tea Party, o Motín del té, es uno de esos momentos importantes de la historia de los Estados Unidos: respondiendo a un creciente malestar popular debido a las injusticias impositivas exigidas de manera arbitraria por la corona británica, un grupo de colonos americanos vestidos de indios asaltó varios barcos en el puerto de Boston y arrojó al mar parte de su cargamento de té.

El Departamento de Justicia de los Estados Unidos ha emitido un veredicto en el que afirma que la condena de 1,92 millones de dólares impuesta a Jammie Thomas-Rasset por descargarse veinticuatro canciones de Internet es perfectamente justa y constitucional, y que obtiene precisamente el efecto disuasorio que pretendía buscar. Unido al reciente caso de Joel Tenenbaum, cerrado finalmente con una multa de 675.000 dólares por la descarga de treinta y una canciones, y al hecho de que la descarga de  obras con derechos de autor sigue siendo una práctica absolutamente normal e implantada entre los usuarios de Internet, la situación empieza a recordar claramente otra etapa negra y exactamente igual de absurda de la historia del país: la de la Prohibition o Ley Seca.

Ninguna actitud abiertamente contraria al sentido común puede persistir demasiado tiempo. Los abusos de la propiedad intelectual están generando en cada vez más países reacciones como la aparición de partidos que intentan defender a los ciudadanos, algo que en el sistema electoral norteamericano no tiene cabida ni tradición. La actitud de un Departamento de Justicia rellenado hasta los topes por ex-abogados de la RIAA pide cada día más a gritos la aparición de un equivalente moderno del Boston Tea Party.

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16 agosto 2009

Debatiendo sobre música en RNE

Carles Orta, de RNE, me llamó para participar en un debate titulado “La piratería” (sic) dentro del programa “No es un día cualquiera“, en su tercera hora. Los otros participantes fueron Jose Ramón Pardo, Director de la Discográfica Ramalama Music; Jordi Castelló, Propietario de Discos Castelló; Caco Senante, músico y directivo de la SGAE, además de varias intervenciones grabadas antes del programa y otras recogidas en el contestador del mismo o mediante correo electrónico. El debate resultó, para mi juicio, bastante pobre, con muy pocos argumentos nuevos: estar a estas alturas, más de diez años después de la aparición de Napster, contestando a argumentos del tipo “la música va a morir”, “sois unos piratas y unos ladrones” o “es igual que robar un jamón” me parece un poco triste, pero me temo que es todo lo que hay en cuanto a argumentación por su parte.

A continuación, el audio del debate:

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15 agosto 2009

Blogs vecinales e implicación ciudadana

Blog Los RosalesUna encuesta puesta en marcha por el Ayuntamiento de Seattle revela una cuestión bastante lógica, pero que resulta interesante ver plasmada de una manera tan concluyente: al observar el número de encuestas cumplimentadas por los ciudadanos clasificadas por los barrios en los que habitan, se ve claramente como los barrios en los que se obtiene un mayor número de respuestas no son los de mayor población o renta per capita más elevada, sino precisamente aquellos en los que existe un mayor desarrollo de blogs vecinales.

El número de respuestas a este tipo de encuestas es habitualmente utilizado por los expertos en planificación urbana como un indicador de la sensibilidad, nivel de colaboración e implicación de los ciudadanos con asuntos como la gestión y planificación municipal. En un caso que conozco con relativo detalle, el del barrio de Los Rosales en La Coruña, este modelo de implicación se percibe claramente: Los Rosales es uno de los barrios de desarrollo más reciente de la ciudad, con una población predominantemente joven de renta media, en cuya comunicación y vertebración juega un papel importante el blog del Barrio de Los Rosales, creado inicialmente por dos vecinos de la zona, pero con un desarrollo cada vez mayor en cuanto a popularidad, número de colaboradores, comentarios por entrada, etc. El blog desarrolla todo tipo de actividades: colaboración, denuncia, noticias, debates y, en general, todos aquello que puede resultar de interés para los vecinos, con un papel cada vez más central dentro de la comunidad, muy reconocido ya por los medios de información y por los comerciantes de la zona. El blog funciona como medio hiperlocal, generando una mayor implicación de los vecinos en los asuntos relevantes de su barrio, y funcionando como un vehículo de integración de la comunidad a todos los niveles.

En la forma de entender este tipo de movimientos espontáneos está la diferencia entre la vieja y la nueva interpretación de la política municipal: mientras los políticos “de antes” se obsesionan viendo ciudadanos más beligerantes y reivindicativos y creen estar frente a agendas políticas muy determinadas, los políticos adaptados a su tiempo ven comunidades más activas, interesadas e implicadas en la gestión municipal, un auténtico radar que permite detectar temas de interés, pulsar la satisfacción general o generar colaboración ciudadana. En el futuro de las ciudades, este tipo de blogs y medios hiperlocales tienen sin duda mucho que decir.

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14 agosto 2009

El mito de las devoluciones de ultraportátiles con Linux: FALSO

Linux_Angry_PeopleUna noticia que nos hartamos de oír a la largo del último año coincidiendo con el momento de máxima popularización de los netbooks o ultraportátiles en el mercado demuestra cómo de fácil resulta manipular a la opinión pública: las supuestas hordas de clientes devolviendo en masa las máquinas con Linux simplemente no llegaron a existir nunca. Son completamente falsas.

Según Todd Finch, directivo de Dell, Microsoft estaba simplemente “creando una noticia donde no había nada”. La única marca que en su momento reportó un mayor ratio de devoluciones en su línea de Linux fue MSI, sin apoyarlo en ningún momento con datos de ventas, y debido más que probablemente a problemas puntuales de adaptación entre la máquina puesta en el mercado por MSI y la distribución de Linux escogida para funcionar en ella. En realidad, sobre el total del mercado, el ratio de evoluciones de máquinas con Linux y con Windows es prácticamente idéntico.

Desde aquella no-noticia de MSI, hemos podido escuchar “el mito de las devoluciones” en todas partes: que sí, que los compran porque son más baratos, pero los devuelven a los tres días porque no pueden instalar lo que necesitan. Que no saben como utilizarlos. Que los ven raros. Solo les ha faltado decir que olían mal. Y ahora, una de las empresas implicadas desmiente la noticia, y deja ver cómo, en realidad, se trataba de una simple campaña para ocultar la vulnerabilidad de Microsoft en un segmento para el que se vio obligada a “resucitar” un sistema operativo de ocho años de antigüedad, frente a un Linux que, dadas las tareas que los usuarios de este tipo de máquinas llevaban a cabo en ellas, tenía muchísima más lógica y no elevaba el coste del equipo debido a los cincuenta dólares de la correspondiente licencia.

La difusión de la falsa noticia representa una auténtica clase de cómo generar rumorología, manejar las percepciones del mercado, explotar la ignorancia, y atacar justamente en aquello que determinadas personas “se mueren de ganas de creer”.

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Entrevista en Moviéndonos

Moviéndonos, blog de Vodafone sobre tecnologías de productividad para autónomos y empresas, publica hoy esta entrevista sobre metodologías de trabajo – o más bien, en mi caso, sobre la ausencia de las mismas.

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13 agosto 2009

El problema con Internet Explorer 6

ie6nomore-logoLa polémica con la versión 6 del navegador Internet Explorer de Microsoft, conocido habitualmente como IE6, ha alcanzado ya prácticamente todos los rincones de la web: mientras una larga lista de empresas web y diseñadores crea la asociación IE6 no more y sitios populares como Facebook, Digg o YouTube anuncian que dejarán de dar soporte a usuarios que pretendan seguir utilizando este vetusto navegador desarrollado en el año 2001, Microsoft publica una entrada en la que, aunque recomienda encarecidamente la actualización a siguientes versiones de su navegador, afirma respetar la libre elección de sus usuarios, entender la problemática de los usuarios de redes corporativas, y el compromiso de mantener el soporte a esta versión.

¿Dónde está la raíz del problema? IE6 data del año 2001. Cuando se puso en el mercado, Microsoft era líder absoluto: desaparecido Netscape y sin ningún competidor ante sí, IE6 llegó a tener un 95% de cuota de mercado. El navegador venía integrado con el sistema operativo Windows, y los fabricantes de PC estaban prácticamente obligados a instalar tanto uno como otro si no querían quedarse fuera del mercado. Ante una situación que se prometía estable, muchas empresas desarrollaron aplicaciones corporativas de todo tipo sobre esta plataforma, sin tener en cuenta que ésta no respetaba más estándares que los suyos propios. Ahora, la situación muestra su moraleja: a pesar de los más de ocho años del navegador, de la disponibilidad en el mercado de opciones muy buenas para actualizarse tanto de Microsoft como de sus competidores, y de la existencia de una fuerte presión en la web para la actualización, la mayoría de los sitios reportan todavía porcentajes superiores al 10% de usuarios de IE6. Pero IE6 carece de soporte para cuestiones básicas en la red de hoy en día como CCS V2 o transparencias PNG, además de ser un desastre absoluto en términos de seguridad y de impedir completamente el avance hacia los nuevos estándares comprendidos en HTML 5. Y mantener el soporte a los usuarios que entran con IE5 supone un verdadero quebradero de cabeza para programadores y diseñadores, tiene un elevado coste, o se convierte ya en prácticamente imposible.

¿Qué lleva a un usuario a mantener tozudamente una versión de navegador del año 2001, como si el tiempo se hubiese detenido? Una encuesta realizada por Digg sobre usuarios de IE6 proporciona la pista clara sobre ello: sobre un total de 1571 resultado válidos, un 37% de los usuarios dicen que no actualizan porque carecen de derechos de acceso como administradores a sus ordenadores, mientras un 33% afirma no actualizar porque alguien en su trabajo le dice que no puede hacerlo. Un total del 70% de los usuarios de IE6 utilizan este navegador porque, lisa y llanamente, no tienen otra opción. Como dice la entrada del blog de Digg, a estos usuarios, “ofrecerles un mensaje diciendo ‘¡Actualízate!!’ no solo no tiene ningún sentido, sino que constituye además una forma de sadismo”. La situación aparece claramente explicada en la página que la coalición “IE6 no more” ha dedicado especialmente a los usuarios corporativos.

¿Qué nos enseña la actual situación? Los peligros de aceptar estándares de facto y el impacto que éstos pueden tener sobre la innovación: en un plazo de tan solo 8 años, quien apostó por un entorno propiedad de una sola empresa para sus usuarios y decidió apalancar su desarrollo en ella se encuentra hoy atrapado, y ve como el resto del mundo avanza a una velocidad completamente diferente a la suya. En muchos casos, actualizar a un nuevo navegador conlleva, en entornos corporativos, actualizar aplicaciones que utilizan IE6 como front-end, y tiene igualmente un coste económico. Cuando hace ocho años, los Directores de Sistemas optaron por la tecnología de Microsoft para evitar repetir los errores del pasado con las legacy applications, la empresa simplemente les engañó: sus aplicaciones acabarían, en un plazo de tan solo ocho años, siendo tan legacy como las anteriores. En otros casos, la actualización es una simple cuestión de voluntad: los administradores no quieren hacerlo o bien para evitarse el trabajo extra que supone, o porque son de esos que piensan que es mejor mantener a los usuarios alejados de determinados sitios de Internet para evitar que pierdan el tiempo.

Si eres directivo en una empresa, examina tu navegador. Si es Internet Explorer, revisa su versión, y si te encuentras IE6, investiga. Te vas a encontrar con una persona a cargo del Departamento de Sistemas que, como mínimo, tendría que dar explicaciones: por haber tomado una mala decisión hace años, por mantener un navegador que es una amenaza permanente a la seguridad o, simplemente por mantener a la empresa y a sus empleados en plena Edad de Piedra. La resistencia de IE6 a morir es un auténtico descrédito para la profesión de Director de Sistemas, y un ridículo espantoso para las empresas que lo utilizan, equivalente a tener hoy en día un Seat 1500 de 1965 como automóvil de empresa para sus directivos. Tu empresa y sus usuarios merecen más en términos tecnológicos. El problema con IE6 no solo es IE6 en si mismo y las posibles consecuencias de usarlo sino, mucho peor, su valor como indicador: lo que quiere decir que todavía lo tengas entre manos.

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12 agosto 2009

¿Internet o desayuno?

Wake up!Así de sencilla es la pregunta hecha por Pete Cashmore en Mashable: ¿qué viene primero por la mañana, Internet o desayuno? Una pregunta con respuestas de todo tipo, muy afectadas además por cuestiones como la ubicuidad de las tecnologías de movilidad o, en esta época del año, por el cambio de hábitos que supone la pausa vacacional. ¿Eres un ansioso de la información que se precipita sobre su smartphone incluso antes de salir de la cama, o por el contrario, te levantas, aseas, desayunas, etc. y solo después de todo eso te conectas a Internet para ver qué te trae el día?

En mi caso, en rutina habitual, mi primer vistazo a la pantalla suele tener lugar después del desayuno: cuando escribo el primer “buenos días” en Twitter, ya estoy espabilado, desayunado y hasta ejercitado, a falta de afeitado y ducha. Solo en algunos casos, cuando estoy pendiente de algún tema concreto, interrumpo el camino hacia la cocina para detenerme un rato delante de la pantalla. La BlackBerry no aparece en mi mano hasta que salgo de casa: de hecho, se carga en la mesa de la entrada, y borro los mensajes del día anterior mientras bajo hacia el garaje.

Ahora en vacaciones, ocurre al revés: para el desayuno suelo esperar a que se levante toda la familia, lo que hace que me dé tiempo a leer correos, feeds, y muchas veces hasta a escribir alguna entrada entre feroces rugidos estomacales. Pero lo que me ha sorprendido, revisando un poco los más de cuatrocientos comentarios de Mashable, es ver la cantidad de personas que optan por la pantalla antes del desayuno, o incluso por una primera conexión desde un iPhone o BlackBerry antes de levantarse de la cama.

Imagino que el perfil del lector de Mashable debe ser tan poco representativo del ciudadano medio como el de éste, pero la verdad es que me ha picado la curiosidad: ¿cómo es vuestra secuencia matinal? ¿Qué va primero? ¿Internet o desayuno?

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La adquisición de FriendFeed por Facebook, en Cinco Días

Santiago Millán, de Cinco Dias, me llamó ayer por la mañana para hablar sobre la adquisición de FriendFeed por Facebook, y hoy incluye parte de la conversación en su artículo “Facebook recurre a las compras para competir con Google y Twitter“.

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11 agosto 2009

FriendFeedFacebook: muchas efes?

fffacebookA estas horas ya lo habrás leído en todas partes: Facebook saca la chequera y, tras haber intentado adquirir a finales del año pasado al líder en el segmento del microblogging, Twitter, opta por la compra de FriendFeed, un servicio que a mí personalmente me encanta, pero que plantea muchísimos solapes en su concepto de lifestreaming con las propias actualizaciones de Facebook. La adquisición pinta francamente bien para FriendFeed, una startup de doce empleados que se incorporan en su totalidad a Facebook mientras los cuatros fundadores pasan a formar parte del equipo directivo de la compañía. A Bret Taylor, uno de los fundadores, tuve la ocasión de conocerlo en el último EBE, y escribí la reseña de su charla para el blog del evento.

La adquisición se cierra por un total de cincuenta millones de dólares, un 10% de lo que se llegó a barajar en el caso de Twitter: quince millones en efectivo, y el resto en acciones de Facebook a la misma valoración con la que se produjo la entrada del último socio (un total de seis mil quinientos millones, frente a la desmesurada valoración de quince mil millones basada en una oferta parcial de Microsoft que se barajaba en el caso de la operación de Twitter) y que vencen a lo largo de varios años con el fin de incentivar la permanencia del equipo directivo de FriendFeed, cuatro ex-googlers de reconocido prestigio, en la compañía.

El concepto de FriendFeed es el de proveer a sus usuarios con una herramienta de seguimiento de sus contactos que recoja más aspectos de su vida online que las meras actualizaciones: mientras en Twitter generalmente sigues lo que una persona quiere contar de sí mismo y de lo que está haciendo, FriendFeed hace enormemente sencillo consolidar en un solo canal cuestiones como, por ejemplo, lo que cuentas en modo microblogging, las entradas que escribes en tu blog, las fotos que subes a Flickr, los viajes que introduces en Dopplr, las noticias que lees en Google Reader, y en general cualquier cosa que genere un feed RSS. El concepto es, sin duda, mucho más rico, pero a lo largo de sus cerca de dos años de historia, únicamente ha conseguido atraer a algo menos de un millón de usuarios (Facebook tiene alrededor de trescientos cincuenta millones de usuarios), muchos de los cuales utilizan FriendFeed como “contenedor” de sus actividades en la red, pero con un nivel de implicación directa generalmente bajo. El servicio, por otro lado, es difícil de diferencia conceptualmente para el usuario medio de las actualizaciones de Facebook sin plantearlo como un “lo mismo, pero mejorado”: mientras en Facebook necesitas actualizar para ver los cambios, en FriendFeed éstos van apareciendo solos en forma de secuencia, y puedes “trabajarlos” un poco más, seleccionar o filtrar de manera más sofisticada.

FriendFeed se mantendrá como servicio a la vez que su tecnología se reutiliza en Facebook. En realidad, la compra de FriendFeed plantea fundamentalmente la incorporación a Facebook de un equipo directivo sin duda muy interesante con un buen nivel de compromiso, y dispuestos a trabajar en la construcción de un concepto de red social que incorpora de una manera más central el concepto de lifestreaming, un “seguir a tus amigos” de una manera más completa. El valor de FriendFeed, por tanto, no está en su número de usuarios, sino en convertirse en una interesante apuesta de futuro en la evolución de Facebook y en su concepto de red social.

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Hablando sobre Microsoft y Razorfish, en Expansión

Elena de Arrieta me envió ayer un mensajito preguntándome qué opinaba de la venta de Razorfish por parte de Microsoft al grupo Publicis, y hoy recoge algunos de los comentarios en “Microsoft encuentra en Publicis el comprador de su ‘patito feo’” – que no se yo lo de “patito feo”, la verdad… Razorfish es una de las agencias de publicidad interactivas más grandes del mundo, con una cartera de clientes que incluye empresas de gran consumo tan importantes como Nike, AT&T, Kraft o Best Buy, entre otras. Lo que sí está claro, eso sí, es que Microsoft estaba loca por vender una agencia que representa un negocio al que no se dedica y al que, además, no se quiere dedicar, sobre todo por no incurrir conflictos de intereses con otras agencias.

Mi respuesta breve a la pregunta de Elena fue concretamente:

Microsoft nunca ha tenido interés en Razorfish. Razorfish es una agencia de publicidad online convencional, con unos dos mil empleados y cuentas tan interesantes en el mercado de gran consumo como Nike, AT&T, Kraft, Best Buy, etc., pero cuya propiedad planteaba problemas a Microsoft. A Microsoft le interesa posicionarse como una plataforma para agencias de publicidad, pero nunca como un rival de las mismas. La adquisición de Razorfish venía dentro del paquete de seis mil millones de dólares que Microsoft pagó por aQuantive, pero nunca fue interesante para Microsoft, que simplemente no se dedica a ese negocio ni invierte en actividades tan intensivas en personal, y que además le plantearía problemas de competencia y rivalidad con el resto de las agencias. De ahí que Razorfish lleve a la venta bastante tiempo, y se haya vendido finalmente por una cantidad, 530 millones de dólares, que es escasamente 1,4 veces las ventas de la compañía en 2008, un multiplicador sensiblemente bajo para un negocio como éste.

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10 agosto 2009

Videojuegos: la batalla de la nube

videogaming sceneVeo en Slashdot, OnLive and Gaikai – How To Stop a Gaming Revolution, una mención a la interesante batalla que podría empezar a apuntarse en la industria de los videojuegos con el desarrollo de plataformas como OnLive o Gaikai que utilizan el principio del cloud computing, en una escena completamente dominada por tres fortísimos competidores cuya estrategia gira, precisamente, en torno a la venta de sus propias plataformas de hardware: Nintendo, Sony y Microsoft.

El escenario ha sido calificado como “the new two” versus “the big three”, y recoge todos los elementos para una batalla interesante: aunque OnLive tiene un pequeño desarrollo de hardware en forma de la denominada “microconsola”, que viene con su propio controlador, su verdadero enfoque, como el de Gaikai, es el de permitir el uso de juegos sofisticados en cualquier tipo de plataforma, como un PC o Mac conectados a la red mediante una línea ADSL. OnLive recomienda un mínimo de 1,5 Mbps. que se convierten en 5 Mbps. para jugar en HDTV, mientras que Gaikai  utiliza una plataforma adaptativa desarrollada sobre Flash que escoge la mejor resolución en cada momento según las condiciones de la transmisión para proporcionar una experiencia sin cortes.

Para los tres grandes, la batalla es sumamente importante, porque define en gran medida el escenario del futuro: para quien tiene ya desarrollada y extendida con gran aceptación una plataforma de hardware propia, hablamos de un escenario que proporciona mucho más control y barreras de entrada que otro en el que cualquiera podría poner su juego al alcance del mercado con simplemente ofrecerlo a través de plataformas en la red. La defensa lógica es incrementar el desarrollo y sofisticación de las plataformas propietarias, mediante periféricos como cámaras y accesorios de todo tipo (pistolas, palos de golf o sensores de todo tipo, como la Wii Fit) que en el caso de las nuevas plataformas se encontrarían con una dificultad de introducción mucho mayor – el canal de distribución tradicional y el miedo de los consumidores a apostar por algo poco conocido juegan un importante papel aquí – y con una experiencia menos fiel o directamente imposible en caso de tener que llevarse a cabo mediante un simple teclado y un ratón. La estrategia se completaría con acuerdos de exclusividad que restringiesen la oferta de títulos a través de estos canales, obligando así a los desarrolladores a escoger entre plataformas con un parque plenamente consolidado de dispositivos y otras emergentes que proponen el uso de dispositivos estándar.

Por el momento, poco se puede saber: ambas plataformas se encuentran todavía en beta cerrada, por lo que resulta aún demasiado pronto para comprobar la recepción de las mismas en segmentos como el de los heavy gamers, que suelen tener una gran influencia en el desarrollo posterior del mercado, y que suelen preferir plataformas diseñadas específicamente para maximizar la experiencia del juego frente a un hardware de uso general.

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Los portatiles no son bienvenidos

nolaptopssignEste artículo en el WSJ, No more perks: coffee shops pull the plug on laptop users se hace eco del cambio de tendencia en cafeterías y bares de Nueva York con respecto al uso de ordenadores portátiles y  enchufes: cada vez más locales eliminan los enchufes y las redes inalámbricas, y prohíben el uso de portátiles totalmente o durante las horas de alta ocupación. Lo que en su momento fue un incentivo para atraer a clientes, se ha convertido en mesas ocupadas durante horas con clientes absortos en sus pantallas que no consumen suficiente como para rentabilizarlas, e impiden que las ocupen personas que sí podrían hacerlo. A raíz de la polémica, algunos se preguntan si debería Starbucks, uno de los pioneros en facilitar a sus clientes el uso de portátiles, reconsiderar su política y prohibirlos, entre otras cosas por el bien de la conversación y del “espíritu de café”.

Parece ser que con la crisis económica y el incremento del número de desempleados, el número de parroquianos dispuestas a matar las horas en una cafetería o bar agarrados a su portátil se ha elevado peligrosamente. Obviamente, el portátil no es el enemigo en sí, sino un mero indicador: un usuario de portátil puede, efectivamente, tender a alargar su estancia en la mesa, pero no necesariamente más que el portador de un libro de Stieg Larsson. A riesgo de caer en lo obvio, aislemos el problema: si un usuario de portátil utiliza una mesa de un bar durante dos horas, pero durante ese tiempo se bebe una botella de Vega Sicilia Único Gran Reserva acompañado de tres bandejas de Jabugo, seguramente el propietario del bar no manifieste ninguna inclinación a echarle. Por el contrario, si una persona sin portátil ocupa una mesa, se tira en ella las mismas dos horas, pero consume únicamente un café, dos vasos de agua, unas servilletas y unos palillos con el bar rebosante de clientes haciendo cola para sentarse a comer, me temo que el dueño del bar llegará un momento en que se acerque y le indique con mayor o menor cortesía la dirección de la puerta de salida. No es el portátil, es el ratio de rentabilidad de la mesa. Pero dado que perseguir el uso de ordenador portátil es más sencillo que poner un taxímetro en cada mesa, me temo que a los que tenemos la costumbre de sacar el ordenador en los bares nos esperan cada vez peores tiempos…

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