Este artículo sobre la censura en Internet publicado en TechRadar, “From China to the UK: net censorship worldwide“, me ha parecido interesante y bien ponderado, y una lectura recomendable para aquellos que se planteen viajar a países en los que podrían tener problemas para acceder a según qué información, o simplemente para navegar desde proxies corporativos.
Además de hablar de forma bastante detallada de los países que realizan censura en la red y de cómo la ejercen, el artículo hace mención a dos herramientas de proxy y reenrutado habituales que ya hemos mencionado en otras ocasiones, Freegate y Tor y que tienes que descargarte e instalar, y una tercera que no conocía con un principio de uso completamente diferente, Picidae, que convierte las páginas solicitadas en imágenes pero respetando los enlaces y zonas clicables en las mismas, lo que permite una navegación razonablemente buena por muchas páginas, sin tener que instalar nada. No es completamente segura, las imágenes quedan cacheadas en el ordenador que estés utilizando, pero dificulta en gran medida el control y permite saltarse algunas restricciones incómodas.
Además, el artículo habla de cómo países aparentemente democráticos, como el Reino Unido o Australia, utilizan principios de censura aplicados a temas como la pornografía infantil, pero que ya han recibido peticiones de extensión por parte de diversos grupos para cubrir sitios violentos, páginas pro-anorexia y pro-bulimia, pornografía de todo tipo o sitios de intercambio de archivos, entrando en una dinámica sumamente peligrosa sobre la que ya hemos discutido en esta página en numerosas ocasiones anteriores.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.