Este artículo en el WSJ, “No more perks: coffee shops pull the plug on laptop users“ se hace eco del cambio de tendencia en cafeterías y bares de Nueva York con respecto al uso de ordenadores portátiles y enchufes: cada vez más locales eliminan los enchufes y las redes inalámbricas, y prohíben el uso de portátiles totalmente o durante las horas de alta ocupación. Lo que en su momento fue un incentivo para atraer a clientes, se ha convertido en mesas ocupadas durante horas con clientes absortos en sus pantallas que no consumen suficiente como para rentabilizarlas, e impiden que las ocupen personas que sí podrían hacerlo. A raíz de la polémica, algunos se preguntan si debería Starbucks, uno de los pioneros en facilitar a sus clientes el uso de portátiles, reconsiderar su política y prohibirlos, entre otras cosas por el bien de la conversación y del “espíritu de café”.
Parece ser que con la crisis económica y el incremento del número de desempleados, el número de parroquianos dispuestas a matar las horas en una cafetería o bar agarrados a su portátil se ha elevado peligrosamente. Obviamente, el portátil no es el enemigo en sí, sino un mero indicador: un usuario de portátil puede, efectivamente, tender a alargar su estancia en la mesa, pero no necesariamente más que el portador de un libro de Stieg Larsson. A riesgo de caer en lo obvio, aislemos el problema: si un usuario de portátil utiliza una mesa de un bar durante dos horas, pero durante ese tiempo se bebe una botella de Vega Sicilia Único Gran Reserva acompañado de tres bandejas de Jabugo, seguramente el propietario del bar no manifieste ninguna inclinación a echarle. Por el contrario, si una persona sin portátil ocupa una mesa, se tira en ella las mismas dos horas, pero consume únicamente un café, dos vasos de agua, unas servilletas y unos palillos con el bar rebosante de clientes haciendo cola para sentarse a comer, me temo que el dueño del bar llegará un momento en que se acerque y le indique con mayor o menor cortesía la dirección de la puerta de salida. No es el portátil, es el ratio de rentabilidad de la mesa. Pero dado que perseguir el uso de ordenador portátil es más sencillo que poner un taxímetro en cada mesa, me temo que a los que tenemos la costumbre de sacar el ordenador en los bares nos esperan cada vez peores tiempos…
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Entrada patrocinada por Perogrullo.
ResponderEliminar¿Tanto máster y expertisement para contarnos que si en un bar consumes poco te van a decir que te pires? Eso sí, en dos enormes párrafos regados con "alta ocupación", "incentivo", "clientes", "rentabilizarlas", "pioneros", "mero indicador", ... Cancamusa 100%