02 agosto 2009

La operadora de telecomunicaciones como negocio del pasado

telefono viejoLa reciente investigación lanzada por la FCC norteamericana para clarificar las razones de la exclusión de Google Voice de la App Store de Apple (si no has leído nada al respecto, mi selección para enterarte sería Wired, TechCrunch, ComputerWorld o GigaOM) está dando lugar a la constatación de una evidencia clara: las operadoras de telecomunicaciones son, a día de hoy, empresas del pasado incapaces de encontrar su sitio en el nuevo panorama tecnológico.

Los hechos son claros: Google Voice avanza en lo que todos los usuarios querríamos que fuese nuestro servicio telefónico en los tiempos que corren: la capacidad de combinar líneas diferentes para que funcionen como una sola, redireccionar fácilmente de manera flexible y económica, establecer filtros positivos o negativos para determinadas llamadas, mensajes personalizados de contestación automática, conversión de estos mensajes en correos electrónicos para un procesamiento más fácil de los mismos… el servicio de Google Voice, que no es único y que avanza en lo que algunas operadoras virtuales, como el caso de fonYou, están ofreciendo es ni más ni menos que lo que el servicio telefónico quiere ser cuando se haga mayor, es decir, cuando se adapte a vivir en la era digital.

La idea no es poca cosa: con la llegada de la digitalización a las telecomunicaciones, muchas cosas cambiaron. Al pasar de conmutación de circuitos a conmutación de paquetes, los esquemas de cobro por distancia y tiempo perdieron completamente su sentido: no me puedes cobrar más por hablar más tiempo o con un destino más lejano, de la misma manera que sería absurdo que me cobrases más cuando navego a una página hospedada en Australia que a una cuyo servidor se encuentra en Alcobendas. Pagar por usar tus cables puede ser razonable, pero pagar en función de cómo los uso o de si hablo con éste o con aquel, no. Pero además, las posibilidades de introducir inteligencia en el sistema se incrementan de manera exponencial: si las operadoras de telecomunicaciones no nos dan determinados servicios o nos tratan como idiotas negándose a dotar a éstos de inteligencia porque no les interesa, el mercado reacciona creando estos servicios, y construyéndolos precisamente sobre la infraestructura de las operadoras, relegándolas por tanto al papel de dumb pipes. Si unimos a ésto la reciente disponibilidad de más inteligencia a nivel del terminal con la adopción rápida de dispositivos como los smartphone, auténticos ordenadores con gran capacidad de proceso en los que hablar por teléfono es solo una de sus múltiples funciones, podemos ver que el panorama ha cambiado completamente. Y en ese panorama, las operadoras de antes no han sabido encontrar su sitio.

¿Por qué razón no son las propias operadoras las que lanzan servicios como éstos? En primer lugar, por su clarísima inadaptación a los tiempos, por su alejamiento del mercado. Que las operadoras sean, en todos los países civilizados, las protagonistas del mayor número de reclamaciones de sus usuarios no es ninguna casualidad. El concepto de cliente avanzado que demanda servicios es difícilmente compatible con el nombre que se usa precisamente para designar a los clientes en muchas de estas empresas: abonados. Pero además, la idea de dotar a los circuitos de inteligencia resulta completamente incompatible con los obsoletos sistemas que estas empresas utilizan para generar negocio: llevar los servicios a un esquema de pura conmutación de paquetes supone que muchos de los conceptos por las que hoy las operadoras telefónicas cobran, dejan de tener sentido. Si pudiese hacer con mis teléfonos muchas de las cosas que hago con mis comunicaciones en Internet, olvídate de cobrarme por desvío de llamadas, por roaming, por llamadas internacionales o por absurdas tarifas en función de la hora del día o los números frecuentes… todos esos esquemas pertenecen al pasado. A día de hoy, una operadora es una maquinaria puesta en funcionamiento para intentar maximizar lo que cobra a su cliente en función de conceptos que, tecnológicamente, no necesitaría, y para aprovechar cualquier descuido de éste para meterle el cuchillo: un exceso de tráfico de datos se factura más caro que un intercambio de marihuana, una llamada desde el extranjero sin haber tenido la precaución de contratar un servicio determinado puede costar como una comida, y si combinas las dos cosas, un exceso de datos desde el extranjero, te puede salir al precio de sobornar a un político… cuando, en realidad, hablamos de enviar paquetes a través de redes, lo que hacemos todos los días cuando navegamos por Internet sin pagar más que el precio de nuestro ADSL.

Que el veto de la App Store de Apple a Google Voice haya venido por parte de Apple o por parte de AT&T y las operadoras que trabajan con Apple resulta, a día de hoy, enormemente relevante.Una cosa es que Apple quiera proteger su negocio evitando la llegada a su App Store de servicios que entran en conflicto con los que ella ofrece – que estaría mal, pero sería otro tema de discusión), y otra que las operadoras utilicen a Apple para violar el principio de neutralidad de la red y la aparición de servicios avanzados. La exclusión de Google Voice, o las limitaciones impuestas a Skype, no son más que evidencias, llamadas de alerta: las operadoras de telecomunicaciones que tenemos ya no nos sirven en un mundo digital, queremos más servicios, planteados de manera más simple y económica. Algo que las operadoras actuales no saben, ni quieren, ni pueden hacer. Bienvenida sea la investigación de la FCC, y la progresiva toma de conciencia de los clientes ante temas como éste. Necesitamos operadoras de telefonía nuevas, las del siglo pasado ya no nos sirven.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

2 comentarios:

  1. Dansn metido a Teleco, ya lo último de lo último.
    Ahora, viendo el nivel técnico de su audiencia...
    Habla de conmutación de paquetes y de circuitos sin tener ni puta idea de lo que está diciendo, y sus fieles seguidores, pensarán puesto que no entiendo nada de lo que está diciendo, esto debe ser técnico que te cagas, solo al nivel de los gurús más gurús.

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  2. Pues sí. Pero vamos, como le dicen en sus comentarios, si lo tiene tan claro que cablee el mundo y se monte una teleco, ¿no?

    Ah, se me olvidaba que los gurús nunca hacen nada, sólo hablan (¿alguien sabe de algo que haya hecho este hombre en su vida, aparte de hablar?)

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.