11 febrero 2014

The day we fight back

The day we fight back against mass surveillance

A lo largo del día de hoy (en horario de la costa Este de los Estados Unidos), podrás ver en la parte inferior de esta página y seguramente en muchas otras en la red un banner bastante aparatoso y de color negro que informa acerca de una campaña global contra el espionaje masivo en internet, The day we fight back against mass surveillance. Si te molesta para leer, puedes minimizarla mediante la X que tiene en la esquina superior derecha. Si te parece que la campaña tiene sentido o te sientes de alguna manera identificado con la petición, puedes añadir tu firma simplemente con tu nombre, correo electrónico y país, si estás fuera de los Estados Unidos o, si estás en este país, llamando o escribiendo a tu representante en el Congreso. No vas a recibir spam ni ningún correo adicional por firmar en esta campaña, salvo que lo solicites expresamente seguir recibiendo información.

La campaña, que coincide con el aniversario de la muerte del activista norteamericano Aaron Swartz, es un intento de hacer visible la oposición al uso gubernamental de la red para el espionaje masivo. Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el espionaje masivo no funciona a la hora de prevenir crímenes (o incluso llega al punto de impedir la detección de los verdaderos crímenes al sobrecargar la estructura de vigilancia), y se convierte en un arma de control y censura social, en una falaz reescritura del contrato social que vulnera incluso la Constitución o los más elementales derechos humanos. Algo no justificable bajo ninguna óptica, por mucho miedo que puedas llegar a tener.

La idea de “como no tengo nada que ocultar, no tengo nada que temer” es una auténtica barbaridad. Ni es correcto vivir siendo espiado de manera constante, ni va a servirte de nada a la hora de evitar supuestos crímenes, ni te garantiza seguridad, sino todo lo contrario: es imposible saber cuándo algo completamente inofensivo o incluso un error del sistema puede terminar convirtiéndote en sospechoso de un supuesto crimen. No hablamos de suposiciones, hablamos de hechos probados, o incluso de muertes de inocentes. Los que están al otro lado tienen una más que inveterada tendencia hacia la paranoia.

No, el espionaje masivo no es “normal”, no es “algo que tengamos que aceptar”, no forma parte de ninguna “regla del juego”, no es “algo a lo que tengamos que resignarnos” porque esté “fuera de nuestro control”. En plena época post-Snowden, es algo contra lo que tenemos que luchar, manifestarnos, presionar y protestar. Esta campaña es simplemente un intento de hacerlo a nivel global.

Freedom




(Enlace a la entrada original - Licencia)

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.