El Magazine de El Mundo publica este artículo de Eva Dallo, “Los que tienen más amigos en Facebook“, sobre el que mantuvimos algunas conversaciones telefónicas largas hace un tiempo. La verdad, jamás me planteé Facebook como “coleccionismo de amigos”: como en muchas otras ocasiones, Facebook es para mí un experimento y una exploración de un medio, algo que utilizo para comunicarme y que me resulta muy eficiente. Durante mucho tiempo mantuve una política relativamente restrictiva: aceptaba solo a personas que conocía, después solo a personas (mientras que rechazaba a empresas o instituciones porque no me acababa de entrar en la cabeza eso de “ser amigo de una entidad”), y finalmente, decidí que me llevaba más tiempo y esfuerzo tener que estar pensando “si sí, si no, si será una rosa o será un clavel” y arriesgarme a que a alguien le pareciese mal que le dijese que no, frente al trabajo de aceptar siempre y clasificar en grupos en función de variables sencillas.
Tengo grupos de diversos tipos, desde mi familia hasta el de mis ex-compañeros en Jesuítas de La Coruña, y una cierta cantidad de personas con las que Facebook es el medio de comunicación habitual y predominante. En Facebook suelo publicar todo lo que publico en Twitter que no es específico de ese canal (si contesto a alguien por algo que me dijo en Twitter, no lo envío a Facebook porque no tendría sentido, y viceversa: las conversaciones que surgen en Facebook las contesto únicamente allí). Como en Twitter, únicamente excluyo o bloqueo a aquellas personas que insultan, descalifican, son maleducadas, hacen spam o me resultan desagradables.
En el fondo, pura y dura exploración, que es a lo que me dedico.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
Otro post completamente vacío, no dice absolutamente nada. Es lo que tiene que el libro te lo escriba un negro, que te sobra tiempo.
ResponderEliminar