Promusicae aprovechó FICOD para presentar una de esas iniciativas que nos hacen pensar, como anteriormente hizo con otras: se llama elportaldemusica.es, y ha sido subvencionado con €737.000 en subvenciones, según consta en la memoria de actuaciones del Plan Avanza. La creación resultante de ese proyecto, que supuestamente ha costado ni más ni menos que un millón setenta y cinco mil euros, es algo que permite bajarse música gratis a cualquiera con que simplemente inspeccione con cierto cuidado su funcionamiento.
Anteriormente,por dar un simple ejemplo, hemos tenido casos como el de EGEDA con el desarrollo de Filmotech, un portal que nadie utiliza, pero que fue financiado con casi dos millones y medio de euros por todos los españoles a golpe de BOE. En la misma convocatoria que aparece vinculada en el párrafo anterior, Promusicae recibe €207.ooo por algo llamado “RitmoGESTIÓN – Soluciones de Negocio Electrónico para la Gestión del Repertorio, los Derechos y la Producción Musical”. En general, este tipo de sociedades son auténticas asiduas del dinero público: una interesante cantidad de sus presupuestos anuales provienen directamente de las arcas del Estado.
¿Quién es Promusicae? Según dicen en su propia página, “representan y defienden los intereses de los productores de música españoles”. Es decir, son las compañías discográficas, esas que tanto despotrican contra los españoles porque somos malvados, obsequian a sus clientes con el calificativo de “piratas” y se dedican a presionar a la IFPI para que hagan que España figure en los listados de países que hay que vigilar y se la amenace con absurdas sanciones. No, no se trata de una asociación en favor de los artistas o de la cultura, sino precisamente de los que pretenden defender su derecho a seguir editando y distribuyendo música en pleno siglo XXI entregando al artista porcentajes de un solo dígito con respecto al precio total que cobran al cliente. Los que provocan el fracaso de iniciativas de distribución de música en la red porque imponen a éstas sus pretensiones de seguir ganando con ellas lo mismo que ganaban cuando vendían pedacitos de plástico que había que manufacturar y distribuir. Sí, esos.
Pues bien, a la hora de intentar desarrollar una alternativa para la descarga de sus productos, ¿qué hacen? Se van a Papá Estado, ponen la mano, les sueltan un dinero que habría que ver si entregan a una start-up con ganas e ilusión que podría generar un producto infinitamente más competitivo (y sin duda mucho mejor recibido por el público), y montan una página que simplemente recoge la lista de cincuenta éxitos (de sus éxitos, de lo que ellos de manera interesada deciden que son éxitos) y proporciona vínculos para obtener esas canciones en iTunes, YouTube, Spotify, YesFM, MySpace y NokiaMusic. Eso es todo. Cincuenta canciones. Y unos vínculos. Y eso, en el marco de unos presupuestos duramente restringidos y recortados debido a la crisis que dejan de lado cuestiones que sin duda sí era importante subvencionar, viene a costar, según la página en la que se entrega la subvención, más de un millón de euros, y entre todos pagamos casi ochocientos mil. Total, como decía cierta ex-ministra, “el dinero público no es de nadie”…
Brillante.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.