Mi columna de esta semana se titula “Un… ¿teléfono?” (versión en pdf), y habla de patrones de uso de telefonía móvil, de cómo los terminales son ya ordenadores pequeños que se usan muchas veces más tiempo en la mano que en la oreja, y cómo eso afecta (o debería afectar) a las decisiones de las operadoras, a las costumbres de los usuarios, y hasta al diseño de páginas web.
El último párrafo que aparece en la versión impresa, de tres líneas, no pertenece a esta columna sino a una anterior, y en esta, obviamente, carece de sentido. En fin, echaremos la culpa a los duendes soviéticos (CCCP – Control Copy, Control Paste) de la imprenta y lo guardaremos en la colección de gazapos…
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.