Twitter, en portada de Newsweek Argentina

Sebastián Catalano, Editor de la edición argentina de Newsweek, me contactó por correo electrónico para hacerme algunas preguntas sobre Twitter, tema al que dedican su artículo de portada. El artículo de Sebastián se titula “Twitter, o la vida en ciento cuarenta caracteres” (pdf, 1.6 MB)

Como es mi costumbre, reproduzco a continuación el intercambio completo de preguntas y respuestas:

P. ¿Qué representa Twitter a nivel comunicación, como nueva herramienta o estilo para comunicar? ¿Por qué es revolucionario (si crees que lo es, claro)?

R. Twitter es el auténtico pulso de la actualidad del mundo contada por un montón de millones de usuarios a medida que ocurre. ¿Por qué es revolucionario? Porque es comunicación en estado puro, sin más complicación que adaptar el mensaje a ciento cuarenta caracteres. Desde su inicio, Twitter ha representado la conversación en tiempo real de un número creciente de personas acerca de todo tipo de temas: lo que hacen, lo que les ocurre, lo que se les pasa por la cabeza, o lo que ven a su alrededor. Un vistazo a sus trending topics proporciona un verdadero pulso de la actualidad, mezclando los temas más trascendentales con los más frívolos. Al principio, encontrabas en Twitter únicamente a usuarios avanzados y a geeks que lo prueban todo: ahora encuentras a cada vez más gente, incluyendo famosos de todo tipo, políticos y a tu vecina de enfrente. Twitter se ha convertido en un canal de comunicación en el que todo ocurre a una velocidad brutal, en un parpadeo: en cuestión de minutos, un mensaje circula a todos los seguidores (followers) de un usuario, y pasa a muchos más a través de los denominados Retweets, otros usuarios que redistribuyen el mensaje original. A medida que crece, Twitter se convierte en el sistema nervioso central de nuestra sociedad conectada.

R. ¿Cómo puede cambiar la función periodística tradicional? ¿Cómo impacta en el desarrollo del llamado “periodismo ciudadano”?

R. Twitter es el equivalente de las “breaking news”, de las “noticias de última hora”: no esperes información procesada, interpretada y valorada, simplemente hechos contados muy rápido en un máximo de ciento cuarenta caracteres, y valoraciones disparadas en modo “shoot from the hip”, casi sin haber terminado de sacar la pistola de su funda. Muchos medios han hecho experimentos integrando Twitter en determinados momentos, típicamente vinculados a noticias en desarrollo en las que puede haber usuarios informando desde el lugar de los hechos, pero en general no ha funcionado demasiado bien: si no editorializas y filtras la información, la visibilidad súbita lleva a muchos usuarios a intentar “jugar al minuto de gloria”, y el resultado tiende a “mancharse” bastante con información irrelevante. Por otro lado, resulta muy difícil separar lo que son fuentes reales y fidedignas de las que simplemente se apuntan a comentar: en el caso de Irán, por ejemplo, estaba claro que gran parte de los que ponían información en Twitter sobre los acontecimientos no se hallaban en Teherán saltando de barricada en barricada, sino que eran simpatizantes o emigrantes iraníes en el extranjero, mientras que otros eran agentes del gobierno intentando desacreditar la información o identificar a los usuarios que se hallaban dentro de sus fronteras. Por otro lado, es un canal muy difícil de controlar: desde casi cualquier soporte, un teléfono móvil, un smartphone, una computadora cualquiera con acceso a web, etc. puede escribirse un mensaje que puede circular por diferentes aplicaciones y clientes, lo que lo hace difícilmente trazable.

P. Empezó preguntando "Qué estás haciendo?" pero está claro que esa no es su función, o por lo menos no es para lo que lo utilizan los usuarios. ¿Cómo crees que va a evolucionar?

R. En realidad sí sigue manteniendo un componente importante de “qué estás haciendo?”: hace dos meses, una media de once mil personas utilizaban Twitter cada día para simplemente dar los buenos días. Pero a medida que los usuarios van creciendo en su nivel de uso y en manejo de su red, el uso deriva más a conversaciones con un factor temporal: algo que acabas de leer en algún sitio, que has visto en un informativo, que acaba de pasar en la calle… Twitter se convierte en “la máquina de café” a la que vas a enterarte de algo y a comentarlo con tus amigos. Por otro lado, juega un papel fundamental a la hora de mantener a las personas en contacto: cuando tienes en tu Twitter a tus amigos y lo usáis activamente, pasas automáticamente a sentirte mucho más próximo a ellos, a saber lo que hacen y piensan, y esa sensación es enormemente adictiva.

P. Hoy parece un lugar con poca gente que escribe y que está lleno de artistas internacionales. Y tiene muchas críticas (que es aburrido es una de las que más se pueden leer en Internet. A nivel personal, ¿qué te atrapa de Twitter? ¿Por qué lo elegís?

R. No, la sensación de que hay poca gente es completamente errónea. Aquí en España te encuentras a todo aquel que es alguien en la web y cada vez más fuera de ella, y si vas a Estados Unidos, te sorprenderá encontrarte un fortísimo uso de Twitter en programas generalistas de televisión, para dotarlos así de interactividad. Programas de todo tipo, desde magazines ligeros de mañana hasta profundos debates políticos. Twitter está pasando a una enorme velocidad de un uso relativamente restringido a personas con vocación tecnológica a ser cada vez más general y a llegar a más segmentos de la población. La llegada de los famosos empezó no hace mucho, pero ha provocado una afluencia masiva, y solo está comenzando.

Para mí, Twitter es un canal de comunicación poderosísimo e inmediato. Con él tengo una conexión constante con lo que pasa en el mundo, pero además dirijo flujos de atención a donde yo quiero como si fuera un alquimista: leo algo interesante, y de golpe lo comunico a nueve mil personas, que a su vez lo expanden entre sus seguidores. Puedes mover opinión pública, llamar la atención sobre algo que piensas o acabas de escribir… Es, como decíamos, comunicación en estado puro, con una amplísima gama de posibilidades. Que Twitter era un diamante era algo evidente desde hace mucho tiempo, como lo revelan sus escasísimas dificultades para obtener rondas de financiación. Pero desde hoy, tras los acuerdos recién anunciados con Microsoft y Google, es además un diamante con ingresos corrientes.

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