Se cumple el primer mes desde que empecé a publicar artículos en Medium de una manera sistemática, suficiente tiempo como para empezar a hacerse algunas impresiones iniciales.
Aunque Medium no restringe el contenido en función del idioma, mi uso de esta plataforma está relacionado con el interés por el desarrollo de contenido en inglés: llevar más de diez años teniendo un alcance razonablemente elevado escribiendo en español no garantiza en modo alguno una buena llegada al mundo angloparlante, en el que existe una saturación de contenidos en mi área muy superior, pero era para mí un paso completamente natural: la práctica totalidad de las fuentes de información que utilizo están escritas en inglés, una parte sustancial de mi educación también tuvo lugar en ese idioma, y mi trabajo como profesor en IE Business School, desde hace ya un cierto número de años, se desarrolla más en inglés que en español. Y aunque en principio no utilizo mi página como parte de mis clases, el hecho de que a un porcentaje razonable de mis alumnos les guste mantenerse al día sobre los intereses de quien les da clase hacía que no tener una página con mis contenidos en inglés se estuviese convirtiendo en una carencia. Además, dado que mi página genera habitualmente un cierto nivel de atención en medios, no parecía conveniente seguir limitando su alcance únicamente a medios en español.
Así las cosas, y teniendo pendiente un rediseño de la página, planteé una estructura bilingüe en la que poder acomodar las entradas en español y en inglés. En ese momento, Medium apareció como una forma de esperar por el desarrollo de ese diseño, como un lugar donde ir depositando temporalmente contenidos en inglés a la espera de su “hogar definitivo”. Plantear el desarrollo de contenidos en un idioma diferente al que llevas tiempo utilizando para ello es un proceso muy interesante y en muchos sentidos liberador, con cierta sensación de “empezar de nuevo”, pero también con una cierta probabilidad de acabar escribiendo para uno mismo, en una habitación prácticamente vacía, porque el efecto arrastre con respecto a la comunidad original en el idioma original es escaso. Y ahí es donde la experiencia con Medium está haciendo que me replantee la idea inicial: estoy pudiendo comprobar hasta qué punto escribir en una plataforma como Medium permite acceder a un nivel de visibilidad algo mayor que hacerlo en una página personal.
La idea de Medium es centrarse en el contenido: además de ofrecer una plataforma deliciosamente minimalista con el nivel justo de formatos, y un sistema de comentarios convertidos en notas al margen que puedes decidir si mantienes como privadas o haces públicas, Medium se estructura en colecciones: mis entradas son publicadas en mi colección personal, pero no pocas de ellas han sido añadidas por otras personas a colecciones tematizadas en las que, en muchas ocasiones, reciben una atención superior. Además, Medium permite recomendaciones, que funcionan como una manera de hacer circular el contenido. En mi caso, me he encontrado con la agradable sorpresa de que, en este tiempo, dos de mis entradas fueron añadidas a los Editor’s Picks, lo que elevó sensiblemente su nivel de difusión.
Precisamente ese elemento, la presencia de un editor, es uno de los más interesantes y diferenciales en Medium. A principios del pasado abril, el fundador, Ev Williams, presentó la incorporación de una nueva directora de contenidos, Kate Lee, encargada de conseguir que el buen contenido aflore mediante su incorporación a las colecciones adecuadas, y de conseguir además que creadores profesionales de contenido elijan Medium como canal de difusión ofreciendo pagos competitivos. La adquisición de Matter, una de las estrellas del llamado "slow journalism" nacida de un proyecto en Kickstarter, es un paso más en esa estrategia para atraer contenido de calidad.
¿Cuál es la estrategia de Medium? La de construir un sitio para las ideas, donde escribir sea cómodo y agradable, y donde lo bueno aflore libre de condicionantes temporales, mediante el uso de algoritmos sencillos como el número de recomendaciones o el ratio de personas que leyeron el contenido frente a los que accedieron a él. Al acceder a una colección, el orden en que se visualizan las entradas no es cronológico, sino por recomendaciones. Al acceder a un autor, la entrada que aparece arriba en la página tampoco es necesariamente la última, sino la obtenida de su algoritmo de relevancia, mientras que la ordenación cronológica aparece más abajo. El autor, en su consola, puede ver estadísticas que incluyen los accesos, las lecturas, el ratio entre ambas, y las recomendaciones, y por supuesto, compartir el enlace en Twitter o en Facebook. En cuanto a estrategia, pocos datos más. La sensación, en muchos sentidos, es muy parecida a la que vivimos en el año 2007 con Twitter: nadie menciona las palabras “modelo de negocio”, nadie habla sobre cómo se va a financiar Medium, pero la compañía hace pagos y adquiere empresas siguiendo una estrategia con mucho sentido, y aparentemente sin demasiadas limitaciones presupuestarias. Pero dadas las credenciales de los emprendedores que están detrás de la idea, no parece un problema demasiado preocupante…
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.