22 noviembre 2013

Repensando la empresa, en mi columna de Expansión

Repensando la empresa - Expansión (pdf)Mi columna de esta semana en Expansión es una reflexión sobre los entornos corporativos en función de la evolución tecnológica, y se titula “Repensando la empresa” (pdf). Compañías en las que la optimización de los recursos consiste en ofrecer un sitio cómodo para trabajar, generalmente céntrico, dotado con puestos de trabajo sin asignación fija diseñados para maximizar la interacción social, y que ofrecen recursos compartidos en régimen de reserva para reuniones o tareas que requieran de una cierta privacidad.

El reflejo lógico de un entorno tecnológico que permite cada día más independizar el trabajo de una localización física concreta, que deja de tomar como indicador el número de horas que el trabajador pasa sentado en una silla, y que toma muchos elementos de los espacios de coworking. Trabajo en la nube, complementado con metodologías que incorporan reuniones y encuentros utilizando tecnologías como Google Hangouts, Skype o Cisco Telepresence, y espacios de trabajo compartidos dotados de la infraestructura necesaria pero orientados a la maximización de la interacción y el intercambio.

A partir del momento en que el trabajo puede hacerse desde cualquier sitio, debemos rediseñar el espacio para optimizar el hecho de que cada persona puede estar donde buenamente quiera en función de sus preferencias o necesidades en cada momento, y ofrecer como principal ventaja para acudir físicamente a la empresa la posible conveniencia y la interacción social.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Repensando la empresa

¿Cuántas personas en su empresa trabajan con habilidades y conocimientos que residen en su mente? Los llamados "trabajadores del conocimiento" crecen sin parar: numerosos trabajos en servicios e industria consisten aún en operaciones físicas, pero ese balance no ha dejado de alterarse desde la Revolución Industrial, y sigue haciéndolo con el avance de la robotización.

La tecnología redefine todos los entornos, y el corporativo no es una excepción. Plantear el trabajo como lo hacíamos hace una década resulta insostenible. Independencia de la localización física, conectividad permanente: cada día más, condicionar a los trabajadores a un lugar específico solo tiene sentido si se busca generar un retorno social derivado de esa proximidad. ¿Reuniones? Las más productivas y agradables que he vivido últimamente han sido en torno a un documento compartido, o en Skype, o en un Google Hangout.

Redibujamos el entorno corporativo: áreas de colaboración abiertas para maximizar la interacción, en zonas de la ciudad atractivas, sin sitios fijos para optimizar recursos físicos, con múltiples pantallas, y con infraestructuras en reserva para reuniones o actividades que requieran privacidad. Y beneficios para los trabajadores impensables en el contexto de la empresa tradicional.

A cambio de condiciones flexibles, aceptamos una disponibilidad casi permanente: un mensaje instantáneo o un correo electrónico puede demandar nuestra atención a prácticamente cualquier hora. Un cambio que rompe toda dependencia de convenios o rigideces, pero que muchos trabajadores prefieren y están dispuestos a aceptar. Y que si se hace bien, puede generar entornos no solo más productivos, sino más enriquecedores, creativos y humanizados.

Las empresas van a cambiar mucho, y de la forma en que sean capaces de materializar esos cambios dependerá su capacidad para atraer y maximizar el talento. Es hora de repensar muchas cosas.




(Enlace a la entrada original - Licencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.