La Asociación de Internautas ha formulado su ya previamente anunciada denuncia contra la ministra de cultura, Ángeles González-Sinde, ante la Oficina de Conflictos de Intereses, en virtud de la Ley 5/2006 de regulación de los conflictos de intereses de los miembros del Gobierno y de los Altos Cargos de la Administración General del Estado. El detonante evidente ha sido la ya citada ampliación de las ayudas al cine publicada en el BOE el pasado 26 de Mayo, que algunos de manera torticera y simplista pretendieron hacer pasar como una simple actualización periódica de los importes de las mismas, pero que en realidad suponía incrementos, en muchos casos, del 50% o del 100% para muchas partidas, tales como el desarrollo de largometrajes o de guiones, todo ello en un entorno supuestamente austero y de crisis.
Que una persona proveniente de una industria determinada y con fortísimas y evidentes conexiones en dicha industria desembarque en un ministerio, y nada más serle traspasada la cartera - nunca mejor dicho - se dedique al generoso reparto de dinero público entre los que hasta hace escasos meses eran sus compañeros de profesión es algo que en política resulta claramente poco edificante. Escudarse en el “necesitamos a alguien que conozca la industria” no mejora la situación: existen muchísimas posibilidades de encontrar personas que, conociendo la industria y teniendo posiblemente más y mejor capacidad de análisis sobre la misma y sobre su entorno, no se encuentren plagadas de conflictos de intereses. Conflictos en virtud de los cuales empresas en las que participa o participó la propia ministra, o a las que más que posiblemente vuelva cuando concluya su gestión en el ministerio, puedan acabar siendo receptoras de ayudas millonarias que provienen, precisamente, de decisiones tomadas por ésta. No hablamos simplemente de una cuestión de estética: hablamos de la naturaleza de la función pública y de la necesidad de separarla de intereses de grupos y personas determinados.
Más allá de plantearnos si las subvenciones representan la mejor manera de ayudar al cine español, criterio que ya de por sí sería profundamente discutible, hablamos de una cuestión que va mucho, muchísimo más allá: si lo denunciado por la Asociación de Internautas no supone una vulneración de la ley de conflictos de interés, nada lo supone. Eso significa que tendremos, a partir de ahora, que ponernos la venda en los ojos, y eliminar toda vigilancia sobre la función pública y la asignación de los presupuestos: declaramos el “aquí vale todo”, y que se lo repartan como quieran, que total, “el dinero público no es de nadie“. Está meridianamente claro: el nombramiento de Ángeles González-Sinde al frente del ministerio de cultura fue, como dije a los escasos cinco minutos de haber sido anunciado éste, un error garrafal, y debe ser solucionado.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.