El Business Week dedica un artículo, “Countering China’s Internet censors“, a la concienzuda preparación del gobierno chino ante el décimo aniversario de la masacre en la Plaza de Tiananmen, que se celebra hoy 4 de Junio: cientos de blogs cerrados o excluidos del índice de Baidu, y servicios como YouTube, Bing o Twitter completamente inaccesibles desde el país asiático.
El régimen chino sigue intentando mantener un cerco informativo alrededor de sus ciudadanos. Un cerco que, sin embargo, y como ya hemos comentado en otras ocasiones, tiene un componente mucho más social que tecnológico. En ninguna de mis visitas a China tuve dificultades serias para conectarme a ningún sitio, considerando dificultades serias aquellas que no pueden ser sorteadas mediante el simple uso de un proxy o servicio de anonimización. El bloqueo se basa más en el propio desinterés de la inmensa mayoría del pueblo chino por todo lo que ocurre allende sus fronteras, por el escaso manejo de idiomas diferentes al chino, y por una cierta presión que hace que mientras a un turista no le preocupe especialmente acceder a una página determinada, esa misma acción llevada a cabo por un residente local pueda provocar que unos señores no precisamente simpáticos aparezcan llamando a la puerta de su casa.
A pesar de esto, el articulo comenta como algunos servicios, como Freegate, han visto escalar su número de descargas desde China en más de un 20%. El software, así como los servicios de VPN, son utilizados rutinariamente no solo por quienes tienen una posición crítica con el régimen chino, sino también por compañías con actividades en el exterior que no pueden arriesgarse a ver como su acceso a determinadas páginas aparece y desaparece de manera arbitraria en función de los caprichos de los censores del gobierno.
Los criterios de la censura no dejan de ser llamativos: Twitter es censurado, según parece, por su capacidad para la transmisión ultrarrápida de mensajes activistas que pueden, por ejemplo, congregar en la calle a un montón de personas vistiendo de un color determinado. La censura de YouTube se debe al caracter universal de muchos mensajes en vídeo y a la dificultad del control de determinados contenidos, y se especula que lo mismo aplica al incipiente servicio de Microsoft, Bing, que parece tener un buen manejo de la indexación de este mismo tipo de contenidos. A diez años de los sucesos de Tiananmen, el reto para el régimen chino es conseguir que las nuevas generaciones permanezcan desinteresadas por lo que sucedió allí: no pasó nada, no está en los libros de historia, no se enseña en las escuelas, no aparece en la red. Algo para lo que el control de los denominados “medios sociales” resulta crucial.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
Ay! Que seria de mi sin el Bisnes Güic.
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