Llegan noticias cada vez más preocupantes desde Teherán, sobre todo para los que tenemos amigos allí: se intensifican las revueltas y protestas en las calles, el gobierno saca los tanques a la calle, entra en las residencias de estudiantes, y todo el país protesta por un impresionante atropello a la democracia: según los cálculos de la oposición reformista, y tomando estos datos con toda la precaución que resulta imprescindible en estos casos, me cuentan desde allí que se calcula que más de veintitrés millones de electores sobre un total de cuarenta se inclinaron por no refrendar la continuidad de Mahmoud Ahmadinejad y votar en su lugar la opción del candidato reformista, Mir-Hossein Mousavi. Lo que sí resulta evidente es que los resultados presuntamente “cocinados” no coinciden con ninguna de las estimaciones y sondeos realizados anteriormente, lo que levanta muchísimas suspicacias sobre su transparencia y validez.
Las sospechas de manipulación electoral han hecho que todo el país pierda la confianza en el gobierno y se lance a la calle, para exigir respeto democrático y la repetición de las votaciones. Mientras, el régimen iraní se afana por bloquear todo tipo de medios de comunicación: el SMS, que goza de una enorme popularidad entre los jóvenes en el país, no funciona, y también se han bloqueado de manera intermitente servicios como Facebook, Twitter o el acceso a Internet en su conjunto. Irán es un país enormemente activo en la blogosfera: sujeto a circunstancias especiales por la actitud restrictiva del gobierno en el uso de Internet, este control ha provocado una reacción de adopción que ha llevado a que la república islámica sea el tercer país en número de bloggers en las estadísticas, con más de setecientas mil páginas escritas fundamentalmente en persa y un gran número de ellas en inglés, escritas desde dentro del país o por la numerosa comunidad de expatriados residentes en Estados Unidos, Europa, Japón y otros países.
La mejor cobertura en este momento no la obtienes en los medios tradicionales, sino estando pendiente de las actualizaciones de Twitter: el hashtag #iranelection es el trending topic más popular, y se actualiza a mucha más velocidad de lo que se puede razonablemente llegar a leer, proporcionando constantemente proxies renovados para que los residentes en el país puedan comunicarse y enviar noticias, fotografías o vídeos. La página Iranian Presidential Elections 2009 en Wikipedia está siendo actualizada constantemente y proporcionando información y vínculos en tiempo prácticamente real, como están intentando hacer otros medios, como el Huffington Post, haciendo live-blogging desde dentro del país.
A estas alturas, con las calles en llamas y la policía haciendo redadas y asaltando las residencias universitarias, resulta muy aventurado pronosticar cómo va a terminar todo esto. El gobierno iraní se ha encontrado cuestionado y deslegitimado a una velocidad muy superior a la que lo habría estado en una época en la que los medios sociales no hubiesen existido, y con una rebelión en forma de “manifestación verde” que ha explotado mucho antes merced al nivel de coordinación adicional que proporciona el uso de la red. Una cosa queda meridianamente clara: en una sociedad hiperconectada y acostumbrada a utilizar la red como forma de protesta y comunicación, hay determinadas cosas que resultan mucho más difíciles de hacer.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.