El fabricante de BlackBerry, RIM, no deja de acumular méritos para convertirse en una de las caídas más meteóricas de la historia de la tecnología: ayer, su sistema centralizado demostró su vulnerabilidad al dejar sin servicio desde las once de la mañana a bien entrada la tarde a sus usuarios en medio mundo.
En el mercado de los Estados Unidos, la caída en cuota de mercado podría calificarse de catastrófica, solo comparable con la pérdida de valor de las acciones de la empresa en el mercado bursátil. ¿Cuáles son los factores que están determinando esta imparable caída? Veamos:
- Gama de terminales claramente anticuados en diseño y prestaciones, y completamente desposicionados en el mercado, que han pasado en muy poco tiempo de ser característicos del segmento directivo a ser los terminales de bajo coste que muchos operadores regalan, los que llevan los más jóvenes o lo que tienen un poder adquisitivo más bajo. En España, la BlackBerry ha pasado a ser el terminal que parece que regalan en los institutos de enseñanza media. En el Reino Unido, es el terminal estrella en los segmentos de más bajo poder adquisitivo y en los barrios más marginales.
- Sistema operativo claramente fuera de mercado, con una irregularidad pasmosa, cuelgues frecuentes, y constantes problemas en la gestión de muchas aplicaciones. Si me dieran un euro por cada vez que no puedo hacer lo que quiero hacer porque me encuentro un maldito reloj procesando algo (o directamente colgado), sería asquerosamente rico. No ha habido terminal reciente de BlackBerry en el que no me haya pasado lo mismo: únicamente funciona bien cuando no le has instalado nada. En cuanto instalas algunas aplicaciones, allá va la estabilidad. La propia RIM es claramente consciente de la magnitud del problema, pero para intentar solucionarlo ha recurrido a la adquisición de un sistema operativo, QNX, basado en UNIX y típico de sistemas embebidos o empotrados, que lleva más de veintinueve años en el mercado. Que el futuro de una marca que hasta el momento había desarrollado internamente toda su tecnología se fíe a un sistema operativo recién adquirido y que lleva veintinueve años en el mercado da una idea de lo inconsistente de su estrategia.
- Parque de aplicaciones clarísimamente insuficiente. Los desarrolladores de aplicaciones, como recientemente me comentaba Uri Levine, fundador de Waze, simplemente no ven la propuesta de valor de desarrollar o evolucionar versiones para BlackBerry. La marca ha pasado en pocos años de cobrar a los desarrolladores, a pretender supuestamente seducirlos, y un vuelco tan brusco en la estrategia obviamente no ha funcionado. En un momento en que las aplicaciones definen realmente la funcionalidad de un terminal, RIM aparece como el claro perdedor en la batalla.
- Un tablet, PlayBook, que no ha funcionado en el mercado, y que de hecho todo indica que ya no supone una apuesta estratégica para la marca.
- Filosofía de control centralizado y total, que conduce, como pudimos experimentar ayer, a un sistema mucho más vulnerable en caso de caída.
Apple tiene diseño, imagen y fiabilidad en prestaciones. Android tiene una enorme versatilidad merced a sus múltiples fabricantes, y un crecimiento brutal. ¿Y RIM? ¿Qué tiene RIM? Imagen diluída, terminales poco atractivos, estrategia incomprensible, pocas aplicaciones, y una marca desposicionada. Toda una receta para una caída fulgurante. Como de hecho, todos los indicadores van progresivamente indicando que sucede. Una verdadera pena.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.