24 mayo 2013

El club de los mil millones, columna en Expansión

El club de los mil millones - Expansión (pdf, haz clic para leer con comodidad)Mi columna en el diario Expansión de hoy se titula “El club de los mil millones” (pdf), y pretende derivar algunas conclusiones de operaciones recientes como las de Instagram y Waze por parte de Facebook, y la más reciente de Tumblr por Yahoo!

En los tres casos hablamos de adquisiciones con un precio elevado: Instagram se pactó por mil millones, aunque terminó siendo algo inferior debido al descenso del precio de las acciones de la compañía, Waze se está moviendo igualmente en torno a los mil millones, y Tumblr llega a los mil cien. Y en los tres casos, hablamos de compañías que o bien no facturaban nada, como en el caso de Instagram, o cantidades que de ninguna manera podrían justificar un criterio de valoración basado en multiplicadores o descuentos de flujos de caja (un millón de dólares en el caso de Waze, y catorce millones en el de Tumblr).

¿Estamos, tal vez, ante la nueva burbuja, ese grito de guerra que a tantas personas gusta tanto? Las circunstancias con respecto a lo que se dio en llamar en su momento “la burbuja de internet” son claramente diferentes: de un mercado incapaz de valorar por desconocimiento y alimentado por unas previsiones claramente disparadas, pasamos a otro en el que muchos de los parámetros son perfectamente conocidos, y en el que las empresas hacen previsiones basadas fundamentalmente en su capacidad de aportar determinados recursos a algo que de por sí funciona de una determinada manera.

Que Facebook o Yahoo! puedan aportar capacidad comercial, de expansión o un modelo de ingresos razonable a empresas como Instagram, Waze o Tumblr no parece una afirmación descabellada, y que en algunos casos eso les sirva para consolidar una posición que dificilmente podrían haber conseguido por su cuenta, también. Lo que esas empresas tenían era algo que, en muchos sentidos, “el dinero no paga”: esquemas similares desarrollados por las empresas compradoras, con muchos más recursos y acceso a talento similar no habrían seguramente dado lugar a competidores viables de estas alternativas. Por tanto, lo que las empresas compradoras hacen es pagar un premium (un premium a todas luces enorme si lo comparamos con su alternativa de cálculo convencional) por algo que no podían construir y que creen encaja plenamente en su estrategia.

La gran pregunta, claro, es si ese factor se puede comprar. Si puedes “meter al genio en la botella” sin que se “desnaturalice”. Si hablaremos dentro de un tiempo de empresas reforzadas, o de empresas de las que sus fundadores huyeron, que sufrieron el síndrome post-adquisición, y que terminaron por no cumplir sus expectativas. Pero esos son riesgos que, me temo, se corren en toda adquisición.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

El club de los mil millones

El pasado domingo, Yahoo! anunció un acuerdo para la adquisición de Tumblr, una plataforma de publicación con más de cien millones de blogs creada por un joven de 26 años, por mil cien millones de dólares. La facturación de Tumblr en el año 2012 fue de trece millones.

La operación evoca la reciente adquisición de Instagram por Facebook: por mil millones de dólares (acabaron siendo menos por la caída del valor de las acciones de la compañía), Facebook adquirió una empresa que posibilita que sus más de cien millones de usuarios compartan fotografías. La compañía adquirida no solo no tenía modelo de negocio, sino que tampoco tenía planes para llegar a tenerlo.

La paradoja es cada día más clara: si quieres entrar en el club de los mil millones, crea algo que crezca mucho, cuanto más, mejor… pero que no gane dinero. Si gana dinero, su valoración corresponderá al descuento de los flujos de caja generados por su actividad o a algún multiplicador aplicado a sus ingresos. Si no lo hace, la valoración se calculará mediante sus expectativas, la valoración de las posibles sinergias con la empresa compradora, o el interés por incorporar a su equipo. Las valoraciones del primer tipo corresponden a frías operaciones matemáticas. Las segundas se llevan a cabo básicamente humedeciendo el dedo y levantándolo al viento. Y las recientes adquisiciones parecen demostrar que el segundo método ofrece valoraciones sensiblemente superiores.

¿Son las adquisiciones de Instagram o de Tumblr indicadoras de algún tipo de burbuja? No necesariamente. Los productos, la base de usuarios o el talento de las adquiridas bien puede acabar generando, en manos de sus adquirentes, un valor superior al de su coste de adquisición. En los '90 se ataban perros con longanizas. Ahora, el entorno de la red genera dinero de verdad, contante y sonante.

Mil millones son muchos millones. Para Yahoo!, Tumblr los vale. Ahí queda eso.



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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