14 junio 2013

Orwell era un visionario, mi columna de esta semana en Expansión

Orwell era un visionario - Expansión (pdf)Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula “Orwell era un visionario” (pdf), y es una breve reflexión sobre el escándalo del espionaje masivo de la NSA norteamericana a través de operadoras telefónicas como Verizon, o de varias empresas de servicios en la red. Sobre todo, un intento por desarmar esa absurda y tóxica idea de que “si no tengo nada que ocultar, no tengo nada que temer”, y por llevar al lector a la verdadera magnitud de lo que hemos podido comprobar con nuestros propios ojos que está ocurriendo: la construcción de todo un macrosistema de vigilancia de todos los ciudadanos, una sociedad disfuncional, un auténtico estado policial en el que todos los elementos del contrato social han cambiado sin consentimiento expreso de nadie para convertir el mundo en que vivimos en la traslación perfecta y prácticamente literal del “1984″ de Orwell.

Lo peor de todo este tema ya no es que los Estados Unidos hayan entrado en esta alucinante y distópica deriva. Lo que de verdad asusta es que existe un elevado porcentaje de norteamericanos que están de acuerdo con vivir bajo permanente vigilancia, porque confían que eso les va a permitir vivir con más tranquilidad. Que se lo digan a las víctimas de Boston, que sufrieron las bombas puestas por dos personas que vivían en los Estados Unidos becadas por el propio gobierno que, estúpidamente, pretendía que lo tenía “todo bajo control” y “lo escuchaba todo”… no, los sistemas de este tipo no funcionan a la hora de vigilar “a los malos”. Se construyen por otras razones, y solo sirven para otros fines mucho más perversos. Los sujetos reales de esa vigilancia no son “los malos”: lo somos todos los demás.

A continuación, el texto completo de la columna, junto con algunos de los enlaces que utilicé para inspirarla:

 

Orwell era un visionario

El descubrimiento de las relaciones de la National Security Agency (NSA) norteamericana con una compañía de telefonía, Verizon, y la filtración de una presentación del sistema PRISM por parte de Edward Snowden, un ex-empleado contratado por esa agencia, deja claros los condicionantes de la sociedad actual: todo lo que hacemos, decimos, buscamos o leemos es interceptado y analizado por el gobierno norteamericano. Sea usted norteamericano o no.

No importa que usted sea una bellísima persona: su vida está bajo escrutinio permanente. Olvide toda expectativa de privacidad. El gobierno norteamericano ha ido redefiniendo lenta y casi subrepticiamente el marco legal hasta construir algo que recuerda muchísimo a la Policía del Pensamiento magistralmente descrita por George Orwell en su libro "1984", escrito… en 1947.

Hace años, en una entrevista en televisión, comenté que los gobiernos de algunos países supuestamente democráticos envidiaban secretamente a regímenes totalitarios como Irán o China. Me quedé corto. La magnitud de lo descubierto es mucho, mucho mayor.

Si usted cree que, por ser una buena persona y no tener nada que ocultar, no tiene nada que temer, piense que no se trata de ocultar nada: se trata de mantener el derecho a que no las vea nadie. La privacidad es un derecho. Un derecho fundamental. Solo puede vulnerarse cuando un juez así lo justifica. Piense en la cantidad de implicaciones que podría tener la observación de determinadas cosas que usted, con su mejor intención, compra, lee o busca. Piense, peor aún, en la cantidad de suposiciones y actuaciones incorrectas o injustificadas a las que podría dar lugar vista por unos ojos suficientemente paranoicos.

Pero sobre todo, lea. Contra ideas equivocadas, cultura. Nunca ha habido un mejor momento histórico para releer "1984". Por favor, léalo, o reléalo si lo hizo hace tiempo. Orwell era un auténtico visionario. Y "1984", un manual de instrucciones.



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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