12 diciembre 2013

Lo siento, Apple, pero Amazon te ha comido la tostada

Kindle Fire HDX (IMAGE: Enrique Dans)Tras unos cuantos días probando el Kindle Fire HDX por cortesía de Amazon, tengo una opinión más que clara: Apple se ha dormido, y Amazon le ha comido la tostada del desayuno.

Vaya por delante que la idea de probar el Kindle Fire no me resultaba especialmente atractiva. Soy usuario de iPad desde el primero de todos ellos, y con un nivel de satisfacción razonablemente alto. No soy un usuario extremadamente activo de tablet: solo me lo llevo como sustituto del ordenador si tengo un día en el que crea que no voy a necesitarlo mucho, así que tiende a ser un dispositivo con un uso vinculado al sofá, a la lectura casual, o a cuestiones relativamente aisladas. Puedo contestar un correo, tomar alguna nota, pero en muy escasas ocasiones, por ejemplo, he escrito una entrada desde el tablet.

También soy usuario de Kindle: de hecho, mucho más que de tablet. Como buen académico, soy un lector impenitente, así que suelo llevar un Kindle casi siempre encima para aprovechar momentos perdidos. Pero hasta el momento, mi actividad se había limitado a dispositivos de tinta electrónica, porque básicamente, me parecía que hacían una sola cosa y la hacían muy bien: leía muy cómodamente sin ningún problema ni fatiga incluso en sol directo, me permitía tomar notas y extraer citas de los libros que leía, y además, me olvidaba completamente de que el dispositivo era eléctrico.

Con el Kindle Fire HDX se ha producido un fenómeno curioso: lo he abierto, me he logado en mi cuenta de Amazon, me he encontrado con mis libros inmediatamente ante mis ojos (y con portadas en color, que cuando llevas ya mucho tiempo leyendo en tinta electrónica, no deja de ser una “sorpresa” agradable), he instalado algunas apps desde Amazon… y me he encontrado comodísimo. Tan cómodo, que necesitaba plantearme qué era lo que realmente tenía este dispositivo que no tuviese el de Apple.

Y la respuesta es tan sencilla como que, con respecto al iPad Air con el que se compara, es sensiblemente más ligero (370 gr. frente a 450 gr.), tiene una pantalla con más resolución que la mítica Retina (339 ppi. frente a 264 ppi.), y es decididamente más barato (€380 frente a €479). Además de mejor cámara, mejor sonido, mejor batería… La comparativa fría entre prestaciones es fácil de hacer, y Amazon la ha planteado a modo de publicidad comparativa directa en su página y en este vídeo:

 

 

Las comparaciones, decididamente, son muy claras. A lo largo de nueve categorías (pantalla, procesador, almacenamiento, factor forma, precio, plataforma y aplicaciones, cámara, batería y accesorios), ZDNet solo otorga la victoria al dispositivo de Apple en una, y no precisamente la más decisiva: accesorios. La conclusión final que apunta es, literalmente, que “el iPad Air es un gran tablet, pero el Kindle Fire HDX es mejor”.

Pero más que esa comparación parámetro a parámetro, lo que me ha parecido impresionante – y no me considero fácil de impresionar – es la expresión de esa comparación multifactorial ante el uso: completamente diferente. No por un parámetro, sino por el conjunto de todos ellos. No es una cuestión de dispositivo, sino de sistema completo. Tomar el dispositivo, encontrarte el libro o libros que estás leyendo completamente a mano, poder leer sin que te dé la más mínima pereza porque la impresión de peso es completamente cómoda, poder pedirle que te lea el libro con voz sintetizada porque según en qué momentos te puede resultar más cómodo o más agradable, pero poderlo cerrar y continuar la lectura a otra hora del día en otro Kindle de tinta electrónica que te llevas en el bolsillo, en la pantalla del ordenador o en el phablet si te apetece, porque todo, desde tus notas hasta tus marcas de página, van a seguir estando ahí.

La idea es la integración con la lectura, con el almacenamiento, con la tienda de aplicaciones, con el soporte… con todo. Amazon ha impactado precisamente en la línea de flotación de esa idea de usabilidad en la que Apple solía ganar de plano. Y es ahí, realmente, donde la prueba se ha convertido en experiencia muy grata e inesperada. Con total sinceridad, y supongo que se trasluce por el tono de la entrada, el producto me ha encantado.

Lo interesante, visto el resultado, es plantearse dónde reside la ventaja competitiva una vez que has perdido la ventaja del pionero: en los primeros iPad, Apple asumió un riesgo: no sabía si un dispositivo así, perteneciente a una categoría largamente rechazada por el mercado, sería un éxito o un fracaso. Tras el primer éxito de ventas, muchos más se apuntaron a hacer un tablet, pero el iPad consiguió mantenerse como número uno absoluto en ventas durante varios años. Si durante esos años, tu dispositivo se limita a la innovación incremental (más resolución, menos tamaño, menos peso, etc.), alguien llega, plantea una estrategia similar a la tuya con elementos de integración e usabilidad afines (y ojo, que no es sencillo hacerlo!), y puede incluso plantearse mejorar las prestaciones de tu producto, por muy pionero que fueses en su momento en su redefinición.

Apple ha redefinido una categoría olvidada por la que nadie daba nada, la del tablet, la ha exprimido todo lo que ha podido para convertirla en una rutilante estrella en su cuenta de resultados, y después… ha perdido a su propio juego.




(Enlace a la entrada original - Licencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.