Google anuncia sus planes para llevar Android a los wearables, Android Wear, que supone una completa reedición de la estrategia que le ha llevado a dominar completamente el mercado smartphone: ofrecer una plataforma para que los fabricantes puedan desarrollar sus productos sobre ella.
La empresa anuncia que está trabajando con fabricantes de electrónica de consumo, fabricantes de chips y marcas de moda para llevar Android a dispositivos que llevaremos con nosotros, en nuestra muñeca o en donde se le ocurra al fabricante que corresponda. Un vídeo de presentación muestra algunos modelos de smartwatch, una categoría que ya comentamos hace algún tiempo que iba a estar sujeta a una fuerte competencia, siendo manejados mediante una interfaz en la que destaca el uso de Google Now, que permanece alerta en todo momento para recibir comandos de voz.
Por el momento, la competencia se está caracterizando por el éxito de marcas emergentes como Pebble, que siguen una estrategia de dispositivos orientados a proporcionar una gran duración de batería (cinco o seis días) mediante el uso de pantallas derivadas de la tinta electrónica, frente a otros dispositivos procedentes de empresas como Samsung, Qualcomm, Sony y muchos otros que precisan de una carga de batería diaria y que, en algunos casos, han visto importantes tasas de devolución fundamentalmente de clientes que no consideraban aceptable volver por la tarde a casa con un reloj sin batería.
Mientras, los dos grandes contendientes, Apple y Google, permanecían en silencio sin pronunciarse al respecto. Hemos podido ver algunas indicaciones que apuntan a que, presumiblemente, el dispositivo que Apple está preparando podría tener una importante diferenciación basada en el control de variables relacionadas con el quantified self, con el control de parámetros asociados con la salud, el ejercicio y el sueño, pero como siempre, todo nebuloso y confuso en una marca cuya estrategia se ha caracterizado siempre por el secretismo, y cuyo principio claro con respecto al producto parece ser que mejor tarde, si consigues la fórmula adecuada que sea capaz de redefinir el panorama. ¿Cuántos reproductores de MP3 había antes de que saliese el iPod? ¿Cuántos teléfonos móviles antes del iPhone? ¿Qué pasó después? ¿Puede Apple hacerlo de nuevo con el iWatch?
La duración de la batería, en cualquier caso, parece claramente una de las variables que es preciso optimizar. Asegurar al menos una duración que permita que el usuario no se quede tirado a lo largo del día, por largo que este pueda ser. Parece que una cosa es llegar a asumir que el smartwatch será un dispositivo que precise de una recarga nocturna todos los días, como de hecho ya hacemos con el smartphone, y otra muy diferente asumir ese momento de maldición del dispositivo y de su marca cuando, en algún momento de la tarde, miramos nuestra muñeca y vemos que nuestro reloj ha desfallecido.
Mientras Apple busca una nueva categoría que reinventar , Google volverá a jugar la carta de los ecosistemas abiertos, de la competencia entre fabricantes, y del desarrollo de plataforma, que tan buenos resultados le dio en el mercado smartphone. Y en el medio, fabricantes como Pebble, que han sido capaces de explotar con razonable éxito – dada su dimensión – el efecto pionero, y que tratarán de mantener sus ventajas de cara a un mercado que, en no mucho tiempo, va a colonizar las muñecas de muchísimos usuarios…
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.