11 marzo 2014

Una cuestión de disponibilidad y precio

Movie Not AvailableEn respuesta a una consulta del gobierno australiano, Google remite una carta al ministro de Comunicaciones, Malcolm Turnbull, en la que deja muy claras sus recomendaciones de cara al futuro desarrollo legislativo relacionado con la propiedad intelectual y las descargas, y lo hace con un análisis que coincide con lo que muchos llevamos muchísimo tiempo afirmando: que la mal llamada “piratería” es simplemente una cuestión de disponibilidad y precio, y que no hay posibilidad de corregirlo mediante medidas legislativas draconianas.

La frase utilizada en la carta de Google es la siguiente:

We believe there is significant, credible evidence emerging that online piracy is primarily an availability and pricing problem. Google takes many steps to work with copyright owners to protect the rights of copyright owners online. We would encourage the Government to promote new business models and a free marketplace for legal purchasing of content. We would be disappointed if the Government decided to go down the route of overly harsh regulation to combat piracy without considering the evidence from around the world that this would likely be costly for business to implement and with little effect.

(Creemos que hay evidencias significativas y creíbles que apuntan a que la piratería en la red es fundamentalmente un problema de disponibilidad y precio. Google toma muchas medidas para trabajar con los propietarios de derechos de autor para proteger sus derechos en la red. Queremos alentar al Gobierno a promover nuevos modelos de negocio y el desarrollo de un mercado libre para la adquisición legal de contenidos. Nos decepcionaría si el Gobierno decidiese seguir el camino del progresivo endurecimiento de la regulación para combatir la piratería sin considerar las pruebas que demuestran en todo el mundo que esto obliga a las empresas a incurrir en significativos costes y posee muy poco efecto.)

Es, cada día más, una evidencia palmaria: las quejas de la industria no tienen que ver con la protección de los contenidos, y mucho menos con la protección de los creadores. Se refieren únicamente a la preservación de mecanismos de producción y distribución completamente obsoletos y fuera de lugar, mecanismos que sería lo primero que habría que cambiar y que, en caso de hacerlo, supondrían la resolución del problema. Mientras Google lo tiene extremadamente claro, la industria y los gobiernos están… en las antípodas.

La trasnochada respuesta de la industria es siempre igual: que esto es muy complicado, que no hay posibilidad de cambiarlo, y que los que lo analizamos somos unos simplistas y unos ignorantes, además de unos delincuentes. Que lo queremos “todo gratis”, y que “así no funciona ninguna industria”. Que el que una obra que ya está disponible en medio mundo no esté a disposición del otro medio es de alguna manera “normal”, y que “no es para tanto” tener que esperar quince días o un mes para disfrutar de ella. Que el que una plataforma online tenga disponible tan solo una pequeña fracción del catálogo de obras o no las ofrezca hasta que hayan pasado meses de su estreno es “lo normal”, es “como debe ser”, y lo que tenemos que hacer es abonarnos a todas las que hay. O que el precio tiene que calcularse a partir de lo que costaba antes de internet, cuando incluía costes de fabricación, logística y distribución que ahora ya simplemente no existen… cualquiera de estos argumentos no resiste ningún análisis mínimamente riguroso. Y sin embargo, ahí siguen, inasequibles al desaliento, y aún consiguen convencer a gobernantes de medio mundo para que, por ignorancia o directamente por corrupción, sigan dedicándose a endurecer leyes que está demostrado que no sirven para absolutamente nada.

Si no eres capaz de poner el producto a disposición de tus clientes en las condiciones en las que tus clientes lo quieren, ni a precios que tus clientes estimen razonables, el problema no lo tienen tus clientes, lo tienes tú. Si además te dedicas a pensar que el problema deriva de lo malvados, piratas y ladrones que son tus clientes, entonces tu problema ya es de verdad muy serio. Y si para terminar de liarla, te dedicas a hacer lobby ante los poderes públicos para obtener un marco legislativo que te permita perseguir mejor, multar y enviar a la cárcel a tus clientes, en ese caso tu problema ya es todo un caso de libro para la psicología clínica.

El problema de la industria de los contenidos no son los piratas que hay ahí fuera, sino los incompetentes que hay allí dentro.




(Enlace a la entrada original - Licencia)

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.