06 noviembre 2012

Amazon, la logística y la presencia física

Espérate encontrarte en breve un armario parecido a ese en alguna tienda física. Amazon los está instalando en tiendas de conveniencia, drugstores, supermercados y ahora en los Staples de los Estados Unidos, para poder hacer envíos a personas que anticipan que podrían tener problemas para recibirlos en su casa a las horas en las que se suelen hacer las entregas.

Simplemente lo indicas en tus preferencias de envío, te ofrecen una serie de puntos físicos próximos a tu casa, y te facilitan un código con el que abrir la consigna. El paquete es entregado, y permanece tres días esperando a que lo recojas, plazo tras el cual sería devuelto. Llegas al armario, introduces tu código,y te indica qué puerta abrir, en función del tamaño del envío.

Amazon procura seleccionar tiendas que ofrecen un horario lo más amplio posible (en Estados Unidos es relativamente normal tener cerca algún drugstore, tienda de conveniencia o supermercado abierto las veinticuatro horas), y paga una cuota a las tiendas a cambio del uso de su espacio físico, tiendas que por otro lado podrían beneficiarse hipotéticamente de algunas ventas extra derivadas del paso de los clientes por el local. ¿Cuánto tardará en llegar a España un servicio similar? ¿Cuál sería el socio adecuado para su despliegue?

Una opción logística más destinada a hacer la vida más sencilla a quienes no tenían fácil recibir el pedido en su domicilio o en su trabajo, una manera de evitar las molestias y los costes de las entregas fallidas, y un punto de presencia físico que sirve como recordatorio para un logotipo que, por lo general, tendemos a ver solamente en una pantalla o impreso en una caja de cartón. La de la capilaridad logística promete ser una batalla muy interesante.



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05 noviembre 2012

Esquiando con realidad aumentada

Oakley lanza unas gafas para esquiar, llamadas Airwave, que permiten, mediante proyección en modo HUD (Head-up display), tener datos de velocidad, inclinación, analíticas de los saltos, GPS, localización de tus amigos, control del smartphone (Android e iOS) y control de la música, lo que lleva a unas gafas de esquiar a convertirse en un artículo de electrónica de consumo, a entrar en el creciente nicho del llamado wearable computing, y a competir por especialización con las ya muchas veces mencionadas Google Glass.

Si te gusta esquiar y tienes seiscientos dólares para gastarte, ya sabes: además de gafas, te llevas GPS, Bluetooth, acelerómetro tridimensional y todo lo necesario para probar la tendencia del momento: la integración de la computación en absolutamente todo.

Vale la pena ver el vídeo:

 

 



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La viralidad y los clics

 

Ya sabéis, el secreto de la viralidad de un vídeo es que consiga muchos clics. Oh, wait… ¿no era que el tener muchos clics venía de haber conseguido viralidad? La eterna confusión entre los fines y los medios. Sí, sí, es parodia, pero os aseguro que esto de “haz muchos clics en nuestro vídeo en YouTube, que queremos que se haga viral” lo he visto yo en la realidad en algún sitio…

Visto en Mashable :-)



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04 noviembre 2012

Las cámaras Red, los costes y las tendencias de fabricación inversas

Red Digital Cinema Camera Company fabrica las cámaras  digitales más famosas y de mejor reputación para aquellas producciones cinematográficas en las que se desea rodar directamente en digital, sin pasar en ningún momento por el celuloide. El número de producciones cinematográficas y de televisión rodadas con Red ha ido creciendo con el tiempo, y ha convertido a la empresa, creada por el fundador de Oakley, Jim Jannard, en toda una referencia.

El pasado 26 de septiembre, el propio Jannard escribió una entrada en el blog corporativo de Red hablando de que todo cambiaba, de que en el mundo de la tecnología era perfectamente normal que las cosas bajasen de precio, y que, por tanto, anunciaban un descenso de uno de sus productos, la cámara EPIC. Pocos días después, otra entrada titulada Attitude adjustment anunciaba rebajas drásticas en los precios de todas sus líneas de productos, tan drásticas como un 45%.

¿Las razones? Tan claras como lo que sigue:

We have built an incredibly efficient factory in Irvine, California and over time learned how to make EPICs in quantity, lowered our assembly costs, found better suppliers and fully paid off our NRE. When we assembled the 1st EPIC camera in Stage 6 at RED Studios Hollywood it took our team 12 hours. It took two more days to de-bug. Today we can assemble an EPIC in 13 minutes and 95+% need no re-work after diagnostics and testing. It is a testament to our manufacturing team and supply chain teams. Since our costs are now significantly lower we are re-pricing our cameras as of now.

(Hemos construido una fábrica increíblemente eficiente en Irvine, California y con el tiempo hemos aprendido a fabricar EPICs en grandes cantidades, hemos rebajado nuestros costes de montaje, hemos encontrado mejores proveedores, y pagado totalmente pagadas nuestros gastos no recuperables. Cuando ensamblamos nuestra primera cámara EPIC en el Stage 6 en RED Studios Hollywood, nos llevó 12 horas, y dos días más para ajustes. Hoy podemos montar una EPIC en 13 minutos, y el 95% de ellas no necesitan ningún trabajo adicional tras los diagnósticos y pruebas. Es un testimonial a nuestro equipo de producción y a nuestra cadena de suministro. Dado que nuestros costes son ahora significativamente más bajos, rebajaremos a partir de ahora los precios de nuestras cámaras.)

Lo interesante, aparte de ver a una empresa que decide renunciar a “un beneficio obsceno” para hacer sus productos más competitivos, es ver la razón fundamental para la mejora: el haber construido una fábrica muy eficiente en Irvine, California. ¿Fábrica? ¿California? Esas dos palabras, en la tradición de los últimos años, no resultaban fáciles de conjugar. Durante más de una década hemos ido viendo como la inmensa mayoría de las empresas con procesos de fabricación y ensamblaje se llevaban dichos procesos a China o a países con bajos costes laborales unitarios, típicamente en el sudeste asiático. China como “la gran fábrica del mundo”, como el sitio en el que “todo lo que podía ser hecho a mano, era hecho a mano”, sencillamente porque era más barato que automatizarlo. Un balance que daba lugar, en muchos casos, a no pocos problemas de calidad – las máquinas son obviamente más predecibles y de calidad más sostenida que los humanos, – por no mencionar los derivados de someter a los trabajadores a largas jornadas de tareas repetitivas, alienantes y en condiciones, según muchos informes, discutibles.

Estamos viviendo dos fenómenos en paralelo: por un lado, China esté en proceso de evolución desde procesos manuales hacia procesos cada vez más automatizados con una incorporación progresiva de robótica. Por otro, algunos países empiezan a darse cuenta de que el valor añadido no está tanto en esos procesos de ensamblaje manual que pueden ser llevados a países de bajos costes laborales, como en la inversión en procesos mucho más automatizados, robótica aplicada a cada vez más tareas, y trabajadores más formados. Y que en esas condiciones, producir al lado de casa, pagar sueldos a trabajadores de tu mismo país y recibir beneficios del gobierno de tu país puede resultar ventajoso, en términos económicos y de imagen. Ventajas competitivas en costes generadas no gracias a llevarte la producción a un país con trabajadores baratos, sino gracias a mantener tu producción cerca, controlada, e intensamente automatizada. En muchos sentidos, estamos empezando a ver una inversión de los procesos que se llevaron toda la fabricación a China y países afines, una especie de “vuelta a casa” en fabricación. El caso de Red no es más que una muestra de ello.



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03 noviembre 2012

La verdadera razón del juicio Apple vs. Samsung

Con las cifras de ventas de smartphones en el tercer trimestre del año en la mano, Samsung vendió más del doble de terminales que Apple, 56.3 frente a 26.9 millones. Que sí, que el iPhone 5 salió justo al final de ese trimestre, que solo hay unos pocos días de venta de ese terminal incluidas en la muestra (más de las que parece, en realidad, porque en ambos casos hablamos de ventas al canal, que tienen lugar antes) y lo que sea, pero la compañía surcoreana ha estado destrozando sistemáticamente a Apple en esa métrica durante la totalidad del pasado año. En el segmento smartphone, y desde hace ya un tiempo, vivimos en un mundo Samsung.

Así, mientras los tribunales norteamericanos se dedican a multar a la compañía surcoreana, todo indica que la lealtad de algunos usuarios de iPhone está empezando a resquebrajarse: sigue siendo enormemente alta, un 88% de sus usuarios afirman que comprarán otro iPhone para sustituir al que tienen, pero ha descendido desde su histórico 93% del año pasado.

Sin embargo, lo más duro sigue siendo la comparación especificación por especificación: el Samsung S III, que salió al mercado en mayo de 2012, no sufre prácticamente nada al evaluarlo frente al iPhone 5, que lo hizo en septiembre. El milímetro menos de grosor y los veinte gramos que el iPhone 5 mejora sobre un terminal que ya de por sí se percibe como muy fino y ligero como el S III se ven compitiendo contra prestaciones como una pantalla sensiblemente más grande, la posibilidad de utilizar cualquier cargador estándar micro-USB, o la para muchos fundamental ventaja de poder abrir el terminal y cambiarle la batería cuando ésta se agota. Con ambos terminales en la mano, me cuesta decir que prefiero el iPhone: la forma del S III se me hace, de hecho, más agradable. Incluso la elección del plástico del fondo, material teóricamente “menos noble”, me parece ventajosa en ese contexto frente al metal del terminal de Apple. No, el Samsung S III no es para nada “un terminal barato que copia al iPhone”. Es, decididamente, otra cosa. Uso muchos productos de Apple y me gustan mucho. Pero en el bolsillo, llevo un S III.

Así están las cosas. Si hablamos del terminal bandera o estrella de cada marca, la cosa no está en absoluto clara, y la impresión que el mercado empieza a tener es que Apple se está, en realidad, defendiendo mediante el escudo de las patentes de una Samsung que, en muchos sentidos, se puede plantear que la ha adelantado. La razón por la que Apple lleva a los tribunales a Samsung no es tanto el uso de una serie de patentes como el fenomenal comportamiento de la marca surcoreana en el mercado. Cuando el iPhone fue presentado por primera vez en junio de 2007, marcó un hito: todos los terminales desde entonces empezaron a querer parecerse a él. Pero cinco años después, no está nada claro quien ostenta hoy la supremacía tecnológica, y lo que sí está más que claro es quien gobierna en cuanto a ventas.



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02 noviembre 2012

Viralizando, mi columna de esta semana en Expansión

Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula “Viralizando“, y pretende reinterpretar el fenómeno de la viralidad alejado ya de los “trucos”, los engaños y las tomaduras de pelo que algunas agencias organizaban hace algunos años cuando un cliente se asomaba por la puerta y decía aquello de “hazme un viral”.

No, la viralidad es algo que va mucho más allá, que supone una auténtica reinterpretación del hecho comunicativo, y que construye un modelo de relación diferente en un entorno cada vez más bidireccional. El estudio de los factores que afectan a la comunicación viral es cada día más una parte fundamental que los directivos de marketing tienen que introducir en sus agendas. Y sobre todo, que tienen que aprender a interpretar de la manera adecuada: la comunicación viral no consiste en hacer vídeos con aspecto pretendidamente cutre o en utilizar a los usuarios mediante engaños para que difundan un mensaje. Es otra cosa. Es la comunicación natural para un entorno en el que la información se mueve de otra manera.

A continuación, el texto completo de la columna:

 

Viralizando

El marketing y la comunicación se enfrentan, desde hace tiempo, a una brutal redefinición. A partir del momento en que la disminución de las barreras de entrada a la producción de información dio lugar a canales de comunicación bidireccionales, los mensajes publicitarios que recibimos a través de medios masivos no nos influyen, o peor: nos saturan y molestan. Sin embargo, los mismos mensajes recibidos a través de un amigo o conocido nos generan un nivel de respuesta mucho mayor.

El fenómeno no es nuevo. A todos en ocasiones nos ha afectado más en una decisión de compra el consejo de un amigo que un anuncio de televisión. Pero ahora, el mensaje avalado por nuestro amigo nos llega por un medio en el que, en un clic, podemos llegar al producto o servicio. Y en pocos clics más, comprarlo o contratarlo.

El marketing, cada día más, consiste en diseccionar los mecanismos implicados en la viralidad. ¿Qué hace que reenviemos a otros una información determinada? En gran medida, se trata de un juego de psicología inversa, basado en la gratificación que el individuo obtiene al hacerlo. Reenviar algo que consideramos novedoso, por ejemplo, nos convierte en el “listillo”, el “enterado”, el “bien informado” de nuestro grupo. Algo que Apple sabe y maneja bien: si te invita a uno de sus eventos, te consideras un “privilegiado”, y te pasas todo el evento tuiteando, subiendo fotos y compartiendo, generando una imparable explosión comunicativa. Por eso los eventos de Apple no se retransmiten en vídeo hasta varias horas después: hacerlo en directo disminuiría el incentivo a compartir.

¿Qué otros factores provocan viralidad? El humor, por ejemplo: a todos nos gusta ser los primeros en contar un buen chiste. Lo llamativo, el sentirse parte de una causa… y en ningún caso engañar a nadie: si te sientes utilizado, odiarás a la marca que te engañó.

Virus y psicología inversa. Prepárese para comunicar con reglas nuevas.



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01 noviembre 2012

Con los mejores deseos de Kim Dotcom? desde un dominio en Gabón

Escenografía de gran lanzamiento, vídeos, artículos, amplia cobertura mediática, cuenta atrás, servidores saturados por el gran número de peticiones simultáneasKim Dotcom hizo ayer a la una de la mañana el anuncio de cuál sera el dominio de su nueva iniciativa, ahora denominada simplemente Mega, e ingeniosamente domiciliada en un dominio minimalista e imposible de olvidar utilizando el TLD de una república africana, Gabón: me.ga (por el momento, redirige a una sección del dominio Kim.com, que como no podía ser de otra manera, también posee. La puesta en marcha del nuevo servicio, si las autoridades y el tiempo lo permiten, tendrá lugar el próximo 20 de enero. Ignoro completamente la legislación vigente en Gabón en este tipo de temas y el nivel de presión que puede ejercer el gobierno de los Estados Unidos sobre una república francófona del oeste africano (no olvidemos que hablamos del gobierno que llegó a condicionar la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio al cierre de AllOfMP3), pero me da la impresión de que Kim Dotcom probablemente sí lo ha mirado con más detenimiento. O no, porque si finalmente se lo cierran, no deja de salir beneficiado en términos de imagen y gestión de expectativas.

El proceso de relanzamiento de Mega enfocado a explotar las posibilidades del cifrado como método de protección está siendo, en efecto, todo un modelo de gestión de expectativas. Por lo poco que se sabe, los usuarios podrán subir archivos a su repositorio personal, pero lo harán tras un proceso de cifrado robusto que generará una clave que tendrán en únicamente en su poder, aunque será cuestión suya compartirla con quien estimen oportuno. Eso libera técnicamente de responsabilidad a Mega, más allá de seguir haciendo lo que ya hacía: retirar materiales en caso de peticiones efectuadas por las sociedades gestoras de derechos de autor.

Cuando aún no está claro si Kim Dotcom podrá o no ser llevado a juicio, si podrá o no ser extraditado o si en algún momento le tendrán que ser retornados sus propiedades en la red y fuera de ella, sí resultan cada día más evidente dos cosas: una, que la gestión del caso por parte del FBI fue un desastre en todos sus términos, plagada de irregularidades, ilegalidades, abusos y desmesuras. Y dos, que se han buscado un muy mal enemigo.

Lo que sigue representa únicamente mi opinión personal: si algo tengo claro es que a mí, la industria del copyright no me ha dado nunca nada más que disgustos. Se ha dedicado a intentar reducir sistemáticamente mis grados de libertad, a crear restricciones absurdas, y a comportarse constantemente como un matón maleducado e insultante. En mi caso personal, la patronal de esa industria ha llegado incluso al punto de llevarme a juicio pretendiendo que el que insultaba era yo (juicio que, como era de esperar, perdieron, con amplia cobertura mediática nacional e internacional). A Kim Dotcom no tengo el gusto de conocerlo personalmente y tengo claro que seguramente no se trata de ningún angelito, pero se ha dedicado a incrementar sensiblemente mis grados de libertad, a proporcionarme un producto útil y a poner en el mercado una oferta por la que muchos usuarios estaban dispuestos a pagar – cosa que la miserable industria no ha sido capaz de hacer. Y sobre todo, Kim Dotcom es enemigo de mi enemigo: de la panda de golfos que roban tanto a los artistas como a mí en connivencia con una casta política que en el mejor de los casos es ignorante y, en el peor y más probable, directamente corrupta. Si en algún momento me abro una cuenta de pago en Me.ga, no será seguramente porque la necesite, sino porque sé que haciéndolo ayudo a un enemigo de la industria del copyright. Ser enemigo de mi enemigo no convierte a Kim Dotcom necesariamente en mi amigo, pero sí en una iniciativa que pienso vincular y seguir con gran detenimiento.



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