Hoy miércoles 3 de febrero se cumplen diez años desde que el diario generalista más leído de España según EGM y el único gratuito que ha ganado dinero, 20 minutos, salió a la calle en Madrid por primera vez. Un periódico de concepción moderna, que modifica la cadena de valor tradicional mediante métodos que van desde el esquema de financiación (¿quién dijo que había algún problema en el “todo gratis” o que no se podía vivir de la publicidad?) hasta en el significado de la palabra “audiencia”, que lo mismo reutiliza el producto dejándolo en sitios donde puede ser recogido por otra persona, que colabora involuntariamente convirtiéndose en “valla móvil” al pasear con un anuncio a página completa a la altura de los ojos de quienes se cruzan con ellos. Un diario que evita los sudoku y los pasatiempos para evitar que los lectores se lo lleven a su casa y opten así por dejarlo en algún lugar donde otra persona pueda hacerse con él y leerlo, incrementando la rotación de cada copia.
En los tiempos que corren, que 20 minutos funcione y tenga una redacción llena de buenos profesionales es una muy buena noticia para el periodismo. Un periódico blogger-friendly, con vínculos permanentes, URLs legibles, enlaces, comentarios y recursos constantes a herramientas de la red. Nunca hemos oído a 20minutos abominar de Internet, protestar contra los que enlazamos sus noticias o pretender replantearse su relación con los buscadores: es, simplemente, un diario que opta por entender el tiempo que le ha tocado vivir, por convertirse en un digno participante en la llamada “economía de la atención”. Y todo eso a pesar de que hace diez años, como decía su campaña de lanzamiento, “nadie daba un duro por ellos”.
Con motivo del décimo aniversario, pedí a Arsenio Escolar, Director de 20 minutos desde su fundación, que respondiese a tres preguntas rápidas:
P. Diez años dan para mucho, y 20 minutos siempre ha sido de los medios que se han distinguido por la innovación. ¿Cuáles han sido para ti los principales hitos y novedades de estos últimos diez años en el ámbito de la prensa? ¿Cuáles fueron esas decisiones que te dejaron impresión de “estamos haciendo algo nuevo”?
R. En la comunicación en general, creo que el principal hito en esta década ha sido la revolución tecnológica y todo lo que ha traído consigo en cuanto a cambios en la relación entre el público y los media. Han sido y están siendo tan profundos esos cambios que sólo tienen futuro aquellos medios que son capaces de innovar, de adaptarse. En 20 minutos tenemos ese espíritu desde los tiempos fundacionales. Estas han sido algunas de nuestras innovaciones:
- Fuimos los primeros en lanzar un diario gratuito de información general de gran tirada.
- Lo hicimos con la misma pretensión de calidad y de buen hacer profesional que hubiéramos puesto en un diario de pago.
- Recuperamos para la prensa escrita algunas técnicas de periodismo ciudadano y de prensa de proximidad que se habían perdido.
- Pusimos al lector en el centro de todas nuestras decisiones; y con absoluta interactividad: nuestra sección de cartas de los lectores ha sido la estrella durante todos estos años, y gran parte de lo que nos cuentan los lectores lo chequeamos y lo convertimos en noticia.
- Apostamos por lo local, aunque era más caro de hacer y más difícil que el estándar global de otros. Cada día, las 15 portadas de las 15 ediciones de 20 minutos son diferentes, y casi siempre con un tema local mandando.
- Convencimos a los accionistas para que todo lo que ganaran en papel lo invirtieran en web, porque teníamos claro que Internet era el futuro y que nuestra fórmula de cross media era la idónea para llegar a públicos masivos, en papel y en pantalla. Probablemente gracias a eso tenemos la tercera web de información general con mayor audiencia de España.
- Fuimos de los primeros en integrar redacciones, lo que hizo crecer mucho en calidad y en cantidad de contenidos a nuestros dos medios, papel y web, e hizo aumentar también de modo significativo la cualificación de nuestros periodistas. Hemos sido de los primeros en focalizar después esas redacciones en cada soporte sin perder las ventajas de la integración.
P. Uno de los mitos más extendidos sobre la prensa gratuita (o, en general, sobre los productos gratuitos) es el de la falta de calidad, ese “lo bueno no puede ser gratis”. ¿Con qué argumentos intentas cambiar esa percepción?
R. Es un falso mito. Todos nosotros conocemos medios gratuitos de buena calidad, de regular calidad y de baja calidad, y conocemos medios de pago buenos, regulares y malos. Algunas radios y algunas teles son gratuitas y tienen una excelente calidad. Y algunos diarios y revistas de pago son de calidad ínfima. ¿Cómo se combate ese falso mito? Con un plus de esfuerzo y de talento cada día. Extremando el cuidado en todo, desde la puesta en página hasta la corrección de textos, desde la precisión de la información a lo ecuánime del análisis. Yo me exijo a mi mismo tanto o más en 20 minutos como en mis cinco diarios anteriores, que eran de pago. Y me enfado tanto o más aquí cuando cometemos errores o nos comemos alguna información relevante como me enfadaba en los diarios de pago en que trabajé anteriormente.
P. Tu blog, “¡Que paren las máquinas!”, es un ejemplo de regularidad y de participación de los lectores. ¿Cómo lo integras en tu flujo diario de trabajo? ¿Qué extraes de él? ¿Qué dirías a esos directores que dicen que “están demasiado ocupados como para escribir un blog”?
R. Mi blog es una de las prioridades de mi agenda todos los días del año. Me ha permitido conocer mucho mejor a los lectores de papel y de web, a los que he consultado a través del blog antes de tomar algunas decisiones relevantes tanto para 20 minutos papel como para 20minutos.es: desde no dar información sobre corridas de toros hasta quitar los anuncios de prostitución o promover un debate electoral online entre Zapatero y Rajoy en la campaña de 2008 o manifestarnos en contra de la ley Sinde… Por ocupado que esté, procuro no dejar de escribir en el blog. Hay días en que me lleva 20 minutos y días en que le dedico dos horas. Creo que el blog del director debería ser casi una obligación en todos los medios de hoy en día.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.