Sí, he publicado un libro. Sí, lo he hecho en papel, además de en otras versiones. Y sí, cuesta dinero, unos diecinueve euros en papel, y unos trece en la versión para iPhone. Desde entonces, unas pocas personas se han dedicado a decir que “eso es completamente incoherente” y que “estoy intentando cuadrar el círculo” con respecto a cosas que he dicho anteriormente. Y dado que si una ventaja tiene escribir mucho es que queda todo escrito, y además soy persona que nunca rehuye una buena discusión ni le asustan los retos, allá voy:
Empecemos con “lo que dicen que dije”: lo malo que tiene que pongan palabras en boca de uno, es que éstas no siempre saben bien. Primero, yo nunca, repito, nunca, y vuelvo a repetir por si acaso con mayúsculas y en negrita, NUNCA, o sea, JAMÁS, he abogado por esa absurda falacia lanzada por los comunicadores de la industria de la propiedad intelectual llamada “gratis total”. Eso del “gratis total”, como ya he comentado en varias ocasiones, es un cliché interesado, torticero y/o ignorante. Nunca he creído en ello, y es más, he dedicado entradas a desmontarlo. Precisamente defiendo lo contrario: que Internet es un sitio perfecto para hacer negocios, vender cosas y generar valor. He defendido, eso sí, que es imposible evitar que un producto compuesto por bits aparezca gratis en Internet (los bits son libres, el primer resultado que aparece al poner esa frase en Google es mío), y que intentar impedirlo es una batalla perdida. Razón, precisamente, por la que publico con licencia Creative Commons, porque no quiero gastar tiempo, ni dinero, ni esfuerzos en perseguir lo que no puede ser perseguido, ni en insultar a los interesados en leer mi libro, aunque decidan no pagar por ello.Prefiero, evidentemente, que paguen por ello. Me gusta ganar dinero cuando creo que me lo merezco, no lo considero una vergüenza ni algo obsceno, todo lo contrario. El comercio y la propiedad forman parte de las reglas fundamentales de la sociedad en la que quiero vivir, y eso ha sido así durante toda mi trayectoria.
Tampoco he renegado jamás de la industria de la publicación en papel, como demuestra mi trayectoria. Estoy convencido de que al papel le queda un recorrido relativamente corto, como mucho generacional, pero eso no quiere decir que lo quiera matar mañana, ni que eso forme parte de algún tipo de postura religiosa que me deba impedir utilizarlo, como ridículamente sostienen algunos. Publico habitualmente en papel, tengo columnas en diversos medios, y las considero una parte importante en mi estrategia de comunicación. ¿Por qué publicar en papel? Porque eso me permite llegar al que muy posiblemente no me leería en electrónico. Lo veo todas las semanas: lo que digo en los periódicos tiene un alcance diferente (ni mejor ni peor, simplemente diferente) al que tiene lo que digo en esta página. Si escribo un libro intencionadamente dirigido a quienes albergan dudas sobre el proceso de cambios inducidos por la tecnología que estamos viviendo, escribirlo en formato electrónico sería simplemente una estupidez, porque lo que conseguiría sería que quienes quiero que me lean, no lo hagan. La mayoría de la gente, nos pongamos como nos pongamos. todavía lee en papel. Los que leen, que tristemente no son muchos.
Aclarado lo que NO dije, vamos con lo que dije y algunos pretenden retorcer: dije que la distribución gratuita es una muy buena estrategia, muy aprovechable para obtener relevancia, para difundir una obra o para vender productos relacionados. Lo mantengo. Simplemente, no me hace falta, ni es la mejor estrategia para mí en este caso. Si quiero llegar a los lectores a los que quiero llegar, eso se hace, como dije en el párrafo anterior, con un libro en papel. Si quiero que ese libro en papel llegue a todas partes, y os aseguro que sé por experiencia que esa es una meta muy difícil, necesito del apoyo de una buena editorial. De una editorial potente con buena distribución. A la que le pido precisamente eso: que haga llegar mi libro a cada librería, a cada Casa del Libro, a cada Corte Inglés y a cada aeropuerto o estación de tren. Eso cuesta dinero. La editorial, lógicamente, estará tanto más dispuesta a apostar por la distribución de mi libro cuanto más dinero gane. Por tanto, mi interés es que mi editorial gane cuanto más dinero, mejor, porque eso significará más ediciones, más apuesta y más promoción. En cuanto a la distribución gratuita, simplemente es inevitable. Ya he recibido mensajes de correo que pretendían estúpidamente molestarme diciéndome que estaban escaneando mi libro. ¿Y? ¿Acaso creen que pretendía evitar algo así? Si ese es el consuelo que tienen, escribir mensajitos presuntamente amenazantes, les sugiero que prueben otro tipo de drogas más duras, porque o ellos son patéticamente blanditos, o con eso no van a ningún sitio.
¿Por qué no distribuyo el libro gratis en la red yo mismo? En primer lugar, porque no lo necesito. Modestamente diré que tengo toda la promoción gratuita que necesito, desde este blog y desde muchos otros sitios. No necesito regalar mi libro para que este sea conocido: para eso ya tengo un blog que lleva muchos años entre los más relevantes en lengua española, cosa que agradezco todos los días muchísimo a los fantásticos lectores y comentaristas que tengo. Además, el efecto colateral de regalar el libro sería una disminución de ventas, lo cual haría que mi editorial estuviese menos contenta, y por tanto, disminuyese su nivel de apuesta. ¿Me interesa? Es evidente que no. Que el libro esté disponible gratis en la red es inevitable, y hará posiblemente que algunos que seguramente jamás lo iban a comprar, lo puedan leer, y posiblemente comentarlo, induciendo a otros a que lo compren o lo descarguen. Me parece perfecto, para eso opté por esa modalidad de licencia.
Pero es que además, el libro no tiene que ser gratis. No es ni mejor ni peor, ni más coherente por ello. Si escribo un pdf gratuito y lo pongo en el blog, sé perfectamente la distribución que tendrá. Veo mis estadísticas todos los días. Muchas de las personas que se lo descargasen, además, no se lo leerían, porque no hablamos de un articulito, sino de un libro de trescientas páginas al que, cuando lo descargas gratis, no necesariamente le das valor. Pero sobre todo, el libro no tiene que ser gratis porque, como muy bien dijo el genial Richard Stallman,
Free as in “freedom”, not free as in “free beer”
y hay hasta libros (de pago) y artículos en Wikipedia (gratis) sobre ello para quien de verdad pretenda o le dé la inteligencia como para entenderlo. Cosa que en el caso de algunos de los que lo han cuestionado, dada la calidad de sus argumentos, lo dudo sinceramente.
Por tanto, las cosas claras: sí, he escrito un libro. Sí, estoy orgulloso de ello. Sí, cuesta dinero. Sí, lo puedes poner en la red para descarga gratuita si te da la gana, siempre que no lo vendas (si lo haces tendrás problemas, lógicos, con mi editorial). Subirlo a la red no te convertirá en un héroe ni en un provocateur, ni seguramente incida en que mi editorial venda menos libros. Sí, te lo firmaré si me lo traes fotocopiado o impreso, aunque me dará bastante pena porque lo habrás impreso siguiendo un procedimiento indudablemente menos eficiente y ecológico que el que siguen en mi editorial y habrás por tanto contribuido a matar más arbolitos, y porque seguramente serás tan pobre de espíritu, que los arbolitos te darán exactamente igual y solo estarás buscando tu patético minutito de gloria.
Y no, no he cuadrado el círculo. Simplemente, porque no había ningún círculo que cuadrar.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
Complicado, ser más hipócrita y sinvergüenza que este tipo.
ResponderEliminarEnriquito, esto ya lo deciamos antes en España, que el refranero es muy sabio: "lo mio es mio, y lo de los demas, de todos".
ResponderEliminarEspero que cuando circule la versión libre de su libro, en la portada el pongan nariz de payaso
ResponderEliminarPues ya han pasado varios días y no hay manera de encontrar el pdf del libro.
ResponderEliminarYo entiendo que ninguno de los detractores de edans quiera gastarse 20 euros en el original y tomarse el tiempo de escanearlo pero me cuesta comprender como es posible que ninguno de sus admiradores lo haya hecho hasta ahora.
¿Nadie quiere ayudar a edans a subir las ventas del libro proporcionando un enlace al pdf? ¿Ni siquiera él mismo? ¿Ni su editorial?
Porque habíamos quedado que la circulación de las copias digitales aumenta las ventas del producto físico.