13 marzo 2010

Nobody expects the Spanish Inquisition?

Nicole Wong, a quien tuve el gusto de conocer cuando pasó por IE Business School el pasado 3 de noviembre junto con Peter Fleischer (uno de los directivos de Google injusta y absurdamente condenados en Italia), compareció por quinta vez el pasado día 10 de marzo ante la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, e incluyó a España en una lista de países que aplican la censura sobre Internet. Específicamente, Nicole afirmó que

In the last two years, we have received reports that our blogging platform has been or is being blocked in at least seven countries China, Spain, India, Pakistan, Iran, Myanmar and Ethiopia.

En el caso de España, Google España ha afirmado que Nicole hacía referencia al caso específico de dos blogs que, en el año 2007, fueron cerrados por orden judicial por pedir el boicot a productos catalanes. Pero indudablemente, la cosa va mucho más allá: no debemos olvidar que en nuestro país se está tramitando un Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible en el que existe una Disposición Final Primera que atenta claramente contra los derechos fundamentales y la libertad de expresión, y que puede ser utilizada para cerrar páginas web mediante una simple acusación de vulneración de la propiedad intelectual. Hablamos de un país en el que una coalición industrial que ya ha mostrado en numerosas ocasiones su carácter liberticida y su pretensión de transmutar a nuestro país en una sucursal de China, demuestra tener tanto poder como para modificar las leyes durante su tramitación, colando de rondón lo que buenamente les viene en gana sin ningún tipo de control.

Es muy posible que lo que Nicole pueda estar recogiendo en su declaración no sea únicamente el caso del cierre de los blogs anticatalanes en 2007, sino el clima adverso al desarrollo de las libertades en la red que se está generando en España: una serie de lobbies presionando al gobierno, interfiriendo indebidamente en la tramitación de leyes, operando en régimen de monopolio, y “sacando a los artistas a la calle” para obtener prebendas del Legislativo. El hecho de que España ocupe la Presidencia rotatoria de la Unión Europea y el que haya declarado su intención de desarrollar una metodología que pueda extrapolarse al resto de Europa convierte las tentaciones censoras de nuestro gobierno en algo todavía más preocupante.

Lo que es seguro es que, con las declaraciones de Nicole en el Congreso de los Estados Unidos, muchos congresistas y ciudadanos norteamericanos y de todo el mundo piensan ahora en España y evocan los famosos sketches de Monty Python, esos en los que nadie esperaba a una torpe y risible Inquisición española. Esa es la imagen que nuestro gobierno, con una política sobre Internet completamente mediatizada por los lobbies de la industria intermediaria de los derechos de autor, ha conseguido que tengamos. No, que la empresa líder mundial en Internet te ponga en una lista junto con países como China, Inida, Pakistán, Myanmar, Irán y Etiopía no es nada, nada bueno, y si alguien cree que esto ha sido “un lamentable error”, como se pretende argumentar desde Google España mientras se trata desesperadamente de nadar y guardar la ropa, está muy equivocado. Aquí no se da puntada sin hilo. Mucho cuidado, Google España: lo de nadar y guardar la ropa se está convirtiendo en un ejercicio muy peligroso. Primero, porque no puede ser y además es imposible: o se nada, o se guarda la ropa. Y segundo, porque cuando llegue el momento, no va a haber nadie que os ayude con ninguna de las dos cosas.

En lugar de dedicarnos a redefinir el papel y el valor de la propiedad intelectual en el nuevo entorno que las tecnologías definen, en vez de favorecer el desarrollo de la cultura española y de intentar convertir su tratamiento en referente mundial, estamos atentando contra la naturaleza de Internet, siguiendo el dictado de las industrias del pasado, y haciendo patéticamente el ridículo a nivel internacional.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.