23 septiembre 2008

Este negocio no es para débiles

Decididamente, el hosting se ha convertido en un negocio que no es para débiles, que no puede admitir disculpas. Cuando el flujo de ingresos de una empresa empieza a depender en gran medida, como ocurre en una aerolínea, o en su totalidad, como en el caso de una red de blogs comerciales, de la presencia en la red, el nivel de exigencia que tienes necesariamente que tener con el hosting que has contratado es elevadísimo. El coste del downtime hoy en día para muchas empresas se mide en miles o millones de dólares: la Wikipedia cita como referencia los $5.45 millones en que se estima la hora de caída de servicio en un servicio de brokerage o los $2.5 millones por hora de un centro de autorización de operaciones de tarjeta de crédito, pero no hay que irse a semejantes ejemplos para entender que una noche entera de caída supone un grave perjuicio para cualquiera que tenga puesta parte o la totalidad de su negocio en la red, en las manos de un proveedor que, cuando el problema ya es imposible de solucionar, da disculpas como que el sistema eléctrico, a pesar de estar duplicado, no estaba bien dimensionado y no podía con la carga de los sistemas de alimentación y el aire acondicionado, crucial en todo data center.

Telvent, un importante data center situado en Alcobendas, cayó ayer por la noche por un fallo eléctrico, y dejó a clientes como Spanair, la COPE, Weblogs, S.L. y muchos otros más completamente desconectados durante toda una noche. Por muchas disculpas que vayamos a escuchar en las próximas horas - y las escucharemos todas, porque cuando hay que responder ante clientes importantes, lo que sobran son siempre sitios de donde sacar disculpas - no es de recibo vender una infraestructura y un nivel de servicio, y después que ésta no sea real, no responda al dimensionamiento necesario o falle miserablemente ante la más mínima eventualidad o fallo eléctrico, dejando a tus clientes desaparecidos en la más negra invisibilidad durante toda una noche. Anuncios que no se ven, billetes de avión que no se venden, clips de radio que no se escuchan, búsquedas que no se resuelven, deterioros de imagen… todo eso forma una parte cada vez más importante de nuestras vidas y nuestros negocios, una parte que no puede detenerse con ligereza. Para evitarlo, los buenos proveedores de hosting construyen infraestructuras duplicadas, con acometidas de corriente eléctrica redundantes y bien dimensionadas, con sótanos llenos de descomunales parques de baterías y con varios generadores eléctricos construidos para no ser utilizados, pero que tienen que estar ahí y forman parte de la estructura de costes del negocio. Infraestructuras tan a prueba de todo que, como me decían una vez, sólo dejan de dar servicio si lo que ha ocurrido es tan, tan grave, que el servicio ya no es lo importante para nadie. Si ofreces hosting con una calidad que hace que determinados clientes te confíen sus operaciones más críticas, tienes que ser capaz de responder a esa calidad. Si no, dedícate a ofrecer hosting barato, sencillo, sin garantizar nada, y nútrete de clientes para los que el nivel de servicio no resulte una variable tan crítica, que también existen en el mercado y tienen derecho a encontrar soluciones a precios razonables.

No es momento para disculpas, sino para exigencias.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.