Un artículo de Business Week, “Research In Motion’s costs are on the rise“, me trae a la cabeza mis primeras reacciones cuando empecé a probar la BlackBerry Bold, sin ninguna duda, el mejor terminal que he tenido nunca: el diseño, fabricación y acabado de este dispositivo está claramente por encima del nivel habitual de RIM. Por fuera, pantalla más grande, metal en los bordes, cuero en la parte posterior, y un tacto sólido y agradable que evoca calidad por todas partes. Por dentro, una mejora impresionante: 3G, conectividad WiFi mejorada, entrada de tarjeta Micro SD sin necesidad de desmontar la batería, vídeo, reproducción de vídeos de YouTube sin necesidad de descarga previa, y un navegador completamente distinto, que accede directamente a las páginas en su versión completa y proporciona una lupa para aumentar las secciones a las que se quiera acceder con un nivel mayor de detalle, al estilo de Opera MIni, pero con una usabilidad muy superior. Las bondades del dispositivo han sido ampliamente comentadas en numerosos sitios, y tras algunas semanas de uso solo se oscurecen al comprobar que la duración de la batería ya no es la habitual en los dispositivos de la marca: el 3G tira mucho del consumo, y eso significa que un usuario “torturador” como yo, que no suelta el terminal en todo el día ni a sol ni a sombra, no consigue en ocasiones llegar a la jornada completa sin necesitar alguna recarga intermedia.
Lo interesante del tema, en este caso, es comprobar el axioma de que la calidad cuesta: el fabricante del dispositivo, forzado por la creciente competencia, anuncia un incremento notable en sus costes que hace descender la cotización de sus acciones. Para los que seguimos desde hace tiempo la marcha de RIM, la impresión es un poco que marchan a más revoluciones de lo habitual: el ritmo relativamente cansino de desarrollo de nuevos dispositivos se ha convertido en un frenesí de anuncios y filtraciones, que evidencian además una tendencia diferente a la habitual. Múltiples terminales con formas diferentes se acumulan en los titulares: al Kickstart con formato clamshell se une el Storm con pantalla táctil, dos avenidas hasta entonces inexploradas por el fabricante, y convierten la gama en una auténtica locura: donde hace años había un modelo y un formato de pantalla, que se convirtieron en dos con la llegada de los terminales con SureType (teclado comprimido), ahora, solo en formatos de pantalla, tenemos cinco: Pearl, Curve/8800, KickStart (8220), Bold y Storm.
Para los clientes, genial: más elección y más adaptación a distintas necesidades. Pero obviamente, mayores costes de desarrollo, y mayor complejidad para el enorme ecosistema de desarrolladores de RIM, que ahora deben adaptar sus aplicaciones a una amplia gama de dispositivos con diferentes capacidades, tamaños y proporciones de pantalla. Indudablemente, se trata de un interesante caso de dinamización por presión competitiva: la irrupción de un competidor como Apple en el sector smartphone ha supuesto un auténtico cataclismo, y aunque por un lado, como me comentaba Mike Lazaridis, sea una buena noticia por lo que tiene de dinamización y de “marea que eleva todos los barcos”, por otro conlleva un esfuerzo muy importante en desarrollo, fabricación, marketing, etc., realizado además en una época marcada por una crisis que puede afectar en gran medida al gasto de algunos de los clientes más fuertes de la marca. Para los clientes, mejor, y en cualquier caso, pocas alternativas más allá de intentar hacer frente al nuevo entrante, al que en ningún caso se puede ningunear por el hecho de ser “una marca de electrónica de consumo“. La competencia es lo que tiene…
DISCLAIMER: aunque obviamente intento que no afecte a mi objetividad al analizar su estrategia o sus dispositivos, mantengo una relación constante con RIM desde hace varios años, que incluye el disfrutar de sus dispositivos con antelación, el acceso a sus directivos, o el haber asistido a la última edición del Wireless Enterprise Symposium (WES).
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.