P. Las asociaciones de internautas temen una ofensiva del Gobierno contra las redes de P2P en 2009 y 2010 (cuando España presida la UE). ¿Tú crees que es un miedo fundado?
R. Absolutamente fundado. Las reuniones entre el ministerio, la SGAE y REDTEL son reales, tanto como la actitud de las partes implicadas. En realidad, todo responde a una defensa de intereses comerciales indefendibles pero que excede nuestras fronteras, se trata de una exigencia de los lobbies de la propiedad intelectual a nivel mundial, pero el gobierno español está perfectamente dispuesto a la obediencia, frente a la posibilidad de formar un frente común alineándose con posturas mucho más revisionistas de otros países. En este tema no se lucha contra un ministro de cultura, ese no es más que un peón insignificante sin ideas propias: se lucha contra una de las industrias más potentes del mundo, con capacidad para tomar decisiones sobre qué países son excluidos de acuerdos comerciales, entran o salen de la World Trade Organization… esto tiene mucho, muchísimo más fondo de lo que parece. La revisión de la propiedad intelectual es una de las asignaturas pendientes más importantes del nuevo milenio, el abuso de la propiedad intelectual en la era digital ha llevado a la prevalencia de unas estructuras que constriñen el verdadero desarrollo de la economía del futuro, algo que los lobbies de la propiedad intelectual están dispuestos a impedir a toda costa. Quien crea que esto no es más que una demanda frívola que se lleva a cabo para poder bajarnos música gratis se equivoca completamente, de parte a parte, no ha entendido nada.
P. Qué tipo de medidas los usuarios podrían tomar para resistir a esta posible ofensiva? Las amenazas de darse de baja de su conexión de Internet son creíbles?
R. Las amenazas de darse de baja son creíbles, porque no precisan que nadie se quede sin Internet. Lo que debería ocurrir es que ante el inminente anuncio, se provocasen varios miles de bajas de manera inmediata, perfectamente trazables, y que a partir de ahí, cada uno decidiese cuanto tiempo es capaz de estar sin Internet. Con que solicites la baja tu ADSL y les obligues a hacerte ofertas de permanencia, ya generas un gasto considerable a las operadoras, y si además fuerzas una mejor oferta, o el envío de un nuevo router, más aún. Tenemos mucha más fuerza de la que parece.
P. Consideras que el modelo de negocio de las discográficas está agotado?
R. La cadena de valor de una empresa discográfica tiene, de manera simplificada, cuatro etapas: la selección de talento, la producción, grabación y soporte, la distribución y el marketing y promoción. Ahora simplemente revísalas una por una, y piensa: la selección de talento no añade valor alguno porque solo lo tiene en una economía de la escasez, no en una de la abundancia. Los clientes prefieren ser ellos mismos quienes seleccionen lo que les gusta en función de su criterio o de la recomendación de otros, de sus amigos, de las redes sociales, de los filtros colaborativos, etc. La producción, grabación y soporte físico no tienen sentido ninguno, porque son actividades que se han abaratado muchísimo o han desaparecido: hoy se puede obtener una producción muy razonable por importes que están completamente fuera del alcance de la estructura de costes de una discográfica, y que es más que suficiente como para distribuir en MP3 de manera razonable. ¿La distribución? Se hace por la red. Y el marketing y promoción, lo puede hacer el mismo artista, se hace usando las redes sociales y el P2P, y el apolillado marketing de las discográficas con su sota, caballo y rey lo pueden hacer infinitamente mejor un montón de actores, entre otros las mismas agencias de publicidad. El resultado es que la discográfica, en su concepción actual, tiene una estructura de costes desproporcionada y no añade ningún valor: si no aprende a generarlo, deberá desaparecer.
P. Qué modelos alternativos se podrían plantear? Una tarifa plana podría ser una buena solución? Por qué las discográficas y las productoras defiende un modelo de negocio que parece obsoleto?
R. Es un modelo de negocio que durante muchos años ha sido redondo: en realidad, la propiedad intelectual basada en el número de copias vendidas es una anomalía histórica, que aunque pretenden que la veamos como algo natural y de toda la vida, tiene menos de doscientos años. En esos años, el lobby de la propiedad intelectual ha sabido crear su propio marco legislativo con el Convenio de Berna, y forzar a todo el mundo a cumplirlo, consiguiendo algo completamente alucinante: por un lado controlaban la oferta, pudiendo decidir qué artistas accedían a un contrato y cuáles no, por otro controlaban unos canales a los que imponían las condiciones y el precio, y por otro controlaban la demanda, pagando a las radios y televisiones para poner de moda lo que a ellos les interesaba. Es un negocio enorme, basado en la manipulación, el lobby político y el monopolio. ¿Cómo nos va a extrañar que defiendan algo así?
La tarifa plana no es una solución, sino un posible acuerdo. En política no hay verdades, hay consensos, y en USA han llegado a la conclusión de que la tarifa plana podría ser un buen punto de consenso entre discográficas y usuarios. En realidad, supone que las discográficas podrían obtener un subsidio que les permitiría prolongar algo sus actividades, y que tal vez les permitiese reorganizarse y redefinirse, pero no es una solución justa desde un punto de vista estricto de mercado.
P. Existe algún tipo de dialogo entre el Gobierno y los usuarios de P2P? Como se podría fomentar?
R. Para llevar a cabo un diálogo razonable habría que invertir el papel del ministro de cultura: todos los ministros de cultura desde que se inició la revolución de Internet han sido decididos defensores de las discográficas y del lobby cultural, hasta el punto de haber sido “ministros de la SGAE”, sin pensamiento propio. Lo de los dos últimos, Carmen Calvo y Cesar Antonio Molina, ya es completamente alucinante, para tenerlos a ellos deberíamos en realidad nombrar ministro a Teddy Bautista porque la diferencia de actuación sería nula y al menos pagaríamos un sueldo inútil menos. ¿Qué ocurriría si tuviésemos un ministro revisionista, del lado de los usuarios, un ministro que eliminase el absurdo monopolio “ni-público-ni-privado-será-una-rosa-será-un clavel” de la SGAE, para desarrollar un verdadero ecosistema de gestión de derechos de autor en el que floreciesen gestores orientados a maximizar la difusión de artistas noveles, otros más especialistas en la gestión de artistas consagrados, otros para gente que se orienta a la actuación en directo, etc.? Por un lado, se defendería el criterio revisionista en los foros internacionales, algo donde sin duda encontraríamos el apoyo de otros países, y por otro, se generaría muchísimo más valor y más cultura. Pero para ver algo así, va a haber que hacer mucha fuerza, y por ahora muchos votantes creen que esto del P2P es una frivolidad y que no debe ser decisivo en el sentido del voto que se emite en unas elecciones. Y eso es un error.
P. La “resistencia” a la política de la SGAE y el Ministerio de Cultura utiliza mucho internet y los blogs para expresarse. Tu también has adquirido cierta popularidad gracias a tu blog en el que -entre otras cosas- te comprometes con el acceso de los ciudadanos a la cultura y criticas las politicas anti P2P. Es internet el mejor foro para contrarrestar los argumentos anti P2P? Los blogs son una buena herramienta o habría que crear alguna plataforma mas colectiva?
R. Los blogs, foros y herramientas online son buenas para promover la reflexión y la discusión, que es lo que intento día sí y día también a veces a riesgo de aburrir a mis lectores, pero es que hablamos de uno de los temas más importantes y candentes de la sociedad de la información. Pero estas herramientas fallan a la hora de llegar al gran público: nunca tuve tantas amenazas y tantas llamadas a mi empresa pidiendo que me echasen a la calle como cuando escribí columnas de prensa dedicadas a este tema. A la SGAE o al ministro (que son para el caso la misma cosa), les trae completamente sin cuidado lo que escribimos en nuestros blogs, solo le preocupan los grandes medios, lo que aparece en su radar. Para cambiar las cosas hay que significarse mucho más, la única vía válida es el activismo.