26 abril 2009

Twitter: la era del consumo masivo

twitterpizzaA nadie le queda ya ningún género de dudas: Twitter, aquel servicio que empezamos a conocer y mirábamos con curiosidad a finales de 2006 o principios de 2007, ha lgado ya al consumo masivo. La aparición de cada vez más perfiles de los denominados “asimétricos”, como famosos, empresas, etc. hacen que Twitter duplique su tráfico mes a mes. Simplemente el debut de Oprah Winfrey en el mundo de los ciento cuarenta caracteres se calcula que puede haber significado la llegada de más de un millón de nuevos usuarios al servicio. El fenómeno Ashton Kutcher superando a la CNN nos ha llevado a pensar que ya puede resultar normal medir la popularidad de las cuentas de Twitter en millones de usuarios. Twitter, cada día más, pasa de ser una forma de saber lo que hacen tus amigos, a suponer además un canal de comunicación permanentemente abierto con clientes, fans, seguidores, lectores, interesados, etc. Un canal vivo, en el que cada día se incluyen más usos y posibilidades. Seguir noticias, ofertas, las andanzas de tu personaje favorito, la cotización y noticias de las empresas de tu cartera bursátil, o simplemente os temas de conversación del momento.

Empecé a probar Twitter en Marzo de 2007. Había oido antes a algunos amigos hablar de ello y lo había visto en algunas noticias, pero no le había acabado de ver el interés. Nada más empezar a probarlo y añadir mis primeros amigos, tuve mi “caída del caballo”, y comprobé eso que digo tantas veces de “no puedes juzgar Twitter si no lo has probado tú mismo”. En alrededor de una semana, ya había escrito mi primer artículo de prensa sobre ello, lo había convertido en examen para mis alumnos del International MBA de IE Business School, escribía entradas definiéndolo como killer app y decía aquello de “el servicio no sólo está aquí para quedarse, sino que además se popularizará seguramente muchísimo”. En seguida, empezaba a darme cuenta de que algunas noticias ya no me llegaba primero por la tele o la radio, sino por Twitter. En ese mismo Junio, incorporé Twitter al diseño del blog, a mis formularios de contacto y hasta a mis tarjetas de visita, y en pocos meses, me encontraba en el EBE entrevistando a uno de sus cofundadores. Leer ahora aquellos primeros artículos y los comentarios que los rodean, la mayoría escépticos incluyendo los míos, permite obtener visiones interesantes acerca de los fenómenos de difusión tecnológica y de la velocidad con la que los vivimos. A día de hoy, superados la mayoría de los problemas de escalabilidad iniciales y convertido en una herramienta que permite pulsar instantáneamente la actualidad, pocos dudan ya del éxito de Twitter, una evidencia que casi aparca la eterna discusión sobre su modelo de negocio: cuando algo genera tantos usos posibles y tanto valor a tanta gente, la discusión sobre su modelo de negocio es algo que puede esperar.

¿Qué nos espera en el futuro? Cada vez más, veremos Twitter en todas partes. En tarjetas de visita, en anuncios impresos y en televisión, o como en la fotografía que ilustra la entrada, tomada de TechCrunch, en vallas publicitarias. Veremos Twitter como canal de ventas y ofertas directas (Dell vendió más de un millón de dólares en equipos a través de Twitter el año pasado), como feedback directo para los clientes, como canal de comunicación, como push de noticias corporativas en lugar de esas anticuadas y apolilladas notas de prensa… vamos a ver Twitter hasta en la sopa. Cada día más, mencionar Twitter en una reunión de amigos y encontrarte con miradas de extrañeza y expresiones condescendientes de “es que es un poco friqui” será un poco más raro, hasta que pronto pasemos a pensar directamente que aquel que no lo conoce se ha pasado los últimos dos años viviendo en una cueva. Explicarle a alguien que no, que Twitter no es exhibicionismo sino reciprocidad, querer saber lo que hacen otros, se convierte cada día en más innecesario.

¿Estás en Twitter? ¿Lo está tu empresa? A estas alturas ya sabes que si no es así, te estás perdiendo algo. Espabílate.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

6 comentarios:

  1. Yalodeciayoismo en estado puro. Lo extraño es que no haga este tipo de post con los mil productos y servicios a los que ha augurado un futuro prometedor y ya ni muchos de ellos no solo han fracasado, sino que ni siquiera existen.

    ResponderEliminar
  2. Joder que sí, es un continuo soy-la-pera-precediendo-el-futuro-tecnologico que resulta díficil de leer sin tener una naúsea y, sobre todo, sin acordarse de MobuzzTV que tenía otro futuro tan prometedor como twitter.

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, por ejemplo el Second Life está arrasando, vamos. O Allpeers (¿os acordáis de aquello?) que como se ve triunfa en todo el mundo. Y si nos apeteciera rascar un poco sacaríamos decenas de ejemplos, pero es que me da una pereza...

    ResponderEliminar
  4. También dedico varios posts a Pownce, por ejemplo, tampoco existe a día de hoy, el gran fracaso de Kevin Rose.

    ResponderEliminar
  5. Mmmm, pero yo me pregunto: ¿será que Enrique Dans es malo pronosticando el futuro o es que, simplemente, es gafe? Es que tantos fallos resultan tan improbables que es casi mejor suponer que hay una fuerza oculta detrás ocasionando esa desaparición (y me molestaría que se produjese también con Twitter este efecto "gafe", pero, por si acaso, voy a ir creando mi cuenta en Identi.ca).

    ResponderEliminar
  6. Para mí es tan sencillo como que Dans pronostica como lo haría un mono lanzando a una diana, es decir, sin ningún criterio decente, salvo que el servicio pertenezca a algún amigo suyo. Y claro, a veces acierta y a veces falla, puro azar. Lo gracioso es ver a la panda de abrazafarolas cuando acierta, sin tener en cuenta la de veces que falla.

    ResponderEliminar

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.