Los que me conocéis o me leéis habitualmente sabéis que era un tema al que llevaba mucho tiempo dando vueltas. Que para un académico, para alguien que como yo dedica la mayor parte del tiempo a dar clase de una serie de temas que le encantan, el paso tenía toda la lógica del mundo, y lo único que me detenía era el hecho de tener que ponerme a buscar tiempo para ello. Lo había pensado, diseñado varias veces, había hablado con amigos sobre ello… faltaba el empujón.
Finalmente, la cosa ha terminado saliendo: en lugar de escribir el libro por mi cuenta y riesgo, y ponerme después a buscar editorial para el mismo, recibí una llamada de la Editorial Planeta, procedente de una persona a quien aprecio y con quien me parecía que me podría entender bien en esa relación editor-autor que se iba a establecer, y con un plan bastante más ambicioso de lo que yo habría podido en ningún caso diseñar para mí mismo. Y en ello, en plasmar las ideas y en darles forma, llevo aproximadamente desde finales de Julio y seguiré hasta primeros de Diciembre, fecha prevista para la entrega. El bajón de mi actividad en la red, mi escasa presencia en Twitter, Facebook, etc. se debe fundamentalmente a eso: levantarme por la mañana y poner en Twitter “en casa, escribiendo” y, varias horas después y al día siguiente (y al otro) poner de nuevo “en casa, escribiendo” no parece que sea demasiado interesante para nadie. A la pregunta “What are you doing?”, la respuesta acababa siendo siempre la misma, lo que ha hecho que últimamente actualice menos y lo haga fundamentalmente para compartir cosas que he escrito en el blog o leído en algún otro sitio. Pero es que realmente, desde hace ya bastantes semanas, lo que hago, con escasas excepciones, es eso: estar en casa escribiendo.
El libro está dirigido a la base de la pirámide, al lector que ve la tecnología como un batiburrillo de cosas que le provocan confusión, inquietud, inseguridad y hasta miedos de diversos tipos. A ese público que no sabe cómo reaccionar cuando ve venir novedades en la tecnología, que no entiende todas esas cosas que hacen que alguien retuerza esas leyes de los negocios que creía escritas en piedra, inalterables. A ese que considera todo este mundo como algo “extravagante” o “excéntrico”, pero que va viendo cómo, progresivamente, adquiere una relevancia cada vez mayor, y se siente perdido ante él. Un libro dirigido a personas que necesiten entender los cambios del entorno, porque no se resignan a considerarse perdidos en él, a verse como parte de una especie de “generación perdida”. Que intentan replantearse – o pensar si deben replantearse – su sitio en un modelo de sociedad, empresa o economía que está cambiando a gran velocidad. No escribo por tanto para los lectores habituales de mi blog, al menos esta vez. Para ellos, como mucho, habrá algunas píldoras que posiblemente apreciarán (o no, aunque como mínimo discutirán :-) pero anticipo que seguramente se encontrarán con que la mayor parte de lo publicado son argumentos y explicaciones que ya han leído anteriormente aquí o escuchado en muchas de mis clases o conferencias, aunque finalmente la decisión que tomé fue la de no tomar ningún material escrito anteriormente y partir de papel – bueno, de pantalla – completamente en blanco.
El libro se publicará con una licencia Creative Commons, y significará la primera experiencia de Planeta en este ámbito. Por ahora, lo que puedo decir de la experiencia es que escribir con la disciplina que precisa un libro es decididamente mucho, mucho más complicado que hacerlo con la libertad que proporciona un blog. Que la cosa va avanzando, aunque lentamente, y que si no doy muchas señales de vida en los próximos dos meses, ya sabéis donde estoy. Mantendré (espero) el nivel de actividad en el blog, porque me realimenta mucho y me da ideas cada día, pero he reducido sensiblemente todo el resto de mi actividad. Iré compartiendo algunas cosas a medida que tengan forma definitiva – por ahora, ni el título lo es – y apoyándome en la inmensidad de material que han generado más de seis años de blogging prácticamente ininterrumpido, y de los que muchos de vosotros formáis parte activa y cotidiana.
Y sin más, me vuelvo a sumergir…
(Enlace a la entrada original - Licencia)
Bueno...pues ya tenemos aquí la incongruencia lógica de la hipocresía de Donen Rike.
ResponderEliminarVa, y se marca un libro, después de años despotricando contra las editoriales, el papel, y lo que haga falta.
Que será Creative Commons, dice. ¿Eso cómo se come? ¿Lo repartirán gratis en las librerías de todo el planeta, a cambio de insertar publicidad de Viagra en su interior? ¿Lo colgará el mismo de eMule?
Quedan muchas incógnitas todavía, que se resolverán como siempre: con mucha cara dura.
A mí me parece buenísimo el sector al que dice que va dirigido: al que no tiene ni idea. Y es que al que sabe algo de todo esto, Enrique no tiene nada que decirle que no produzca hilaridad y vergüenza ajena.
ResponderEliminarSe demuestra una vez más que la cancamusa es simplemente el timo de la estampita versión 2.0. Se trata sola y exclusivamente de que las almas cándidas se dejen estafar.