Una curiosa noticia de esas que señalan las consecuencias de vivir en un mundo cada vez más hiperconectado: un juez de San Diego exige a los miembros del jurado que declaren por esrito que no utilizarán dispositivos de ningún tipo para hacer búsquedas en Internet acerca del caso, bajo pena de perjurio (vía Techdirt).
Parece ser que la progresiva ubicuidad de la tecnología y la costumbre de llevar encima BlackBerries, iPhones y demás dispositivos capaces de acceder a Internet en un suspiro ha llevado a que un número cada vez más elevado de miembros del jurado ignoren las órdenes del juez que les prohíben acceder a ningusuna información más allá de la que les sea suministrada en el tribunal: ante la facilidad que este tipo de herramientas plantea para verificar cuestiones, solucionar dudas y comprobar hechos, muchos miembros del jurado se sentían tentados a hacer búsquedas, leer noticias relacionadas o acercarse al escenario de los hechos mediante Google Maps, para tener así una imagen aproximada de la realidad.
De acuerdo a las normas, los participantes en un jurado deben abstenerse de discutir con nadie los detalles del caso, consultar fuentes externas o hacer investigación independiente de ningún tipo, reglas que, según indican algunos expertos, son ignoradas en muchas ocasiones. Dado que el juez hace un esfuerzo por decidir lo que es relevante y lo que no, y qué información debe o no debe ser mostrada al jurado, el acceso a información externa a través de Internet introduce una total arbitrariedad en el procedimiento. Ante la profusión de herramientas para compartir información, se han encontrado evidencias de personas que ya no simplemente discuten con su vecino o con un amigo cuestiones relacionadas con el caso, sino que llegan incluso a comentar detalles del mismo a través de Facebook o Twitter, y que han generado en ocasiones apelaciones derivadas de comportamiento. Por otro lado, con las herramientas actuales, llegar a demostrar que un participante accedió a una información determinada puede llegar a ser muy complejo, particularmente en juicios que se prolongan durante varios días.
Sin duda, un asunto complejo. En la era de la información, mantener a un jurado completamente aislado de toda información procedente del exterior es algo muy difícil. ¿Llegaremos a un punto en que se vaya precisamente en la otra dirección, en la de permitir al jurado que utilice cuanta información estime oportuna para emitir su veredicto? En el fondo, se trata de un manejo de información asimétrico: cómo llega esta información a abogados y jueces, como es expuesta a los miembros del jurado… todo ello introduce, indudablemente, una serie de sesgos, similares a los que podrían obtenerse de la información exterior. En casos muy populares, incluso, el juicio se celebra en parte “fuera de la sala”, y resulta imposible aislar al jurado de un determinado “estado de opinión”: titulares de prensa, rumores, comentarios o información en general. Por el momento, la solución adoptada ha sido la de prohibir, como si tal prohibición fuese posible en la práctica. Pero seguramente sea un tema que se acabe discutiendo en mayor profundidad.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.