Mi columna de esta semana en el diario Expansión se titula “Pinteresante” (pdf), y es una adaptación a papel de una entrada que escribí hace cierto tiempo hablando sobre ese “ultimo grito” (en realidad lleva en el candelero desde agosto del año pasado) de las redes sociales llamado Pinterest.
Desde la publicación de mi entrada anterior sobre Pinterest, el fenómeno parece ir claramente en aumento: con tan solo dos boards, uno dedicado a la publicación de las entradas de este blog (resulta curioso verlas en formato visual, considerando que dedico bastante tiempo y esfuerzo a la elección de las ilustraciones) y otro para recoger las noticias de tecnología que me parecen interesantes en el día, Pinterest ya suele aparecer entre las fuentes de tráfico habituales de mi página, y me aporta además unos demográficos muy interesantes y muy complementarios a la distribución habitual (entre el 58% y el 80% del público habitual de Pinterest es femenino).
El tráfico de Pinterest se ha cuadruplicado entre septiembre y diciembre, mes en el que alcanzó los siete millones y medio de visitantes únicos. Pero sobre todo, su importancia parece estar en el volumen de tráfico que induce a páginas comerciales, entre las que aparece ya entre los cinco referentes más importantes. Tienes información muy interesante sobre Pinterest y su valor como generador de tráfico en esta infografía de Monetate publicada por Mashable. Según otro estudio, este de Shareaholic, Pinterest está ya muy cerca de igualar a Twitter y a Google como fuente de tráfico. Todo ello considerando que hablamos de una empresa sumamente bien capitalizada, y que se encuentra todavía en la fase de crecimiento por invitación.
Pinterest es navegabilidad pura: entras buscando algo, y al cabo de un momento has pasado por varias decenas de usuarios, te has movido entre un buen montón de boards, has hecho Like y Repin de varios elementos, y comentado en varios más. Mi impresión, sin ser obviamente un experto en neuropsicología, es que Pinterest ha encontrado, con su sistema de almacenaje y de fomento del coleccionismo a nivel visual, un filón muy poco explotado hasta el momento y que resuena especialmente bien con el público femenino. Invité a mi mujer y a mi hija a utilizar Pinterest a los pocos días de empezar yo, y ambas no solo se han convertido en usuarias hiperactivas de la herramienta, sino que tienen ya lo que para mí sería una inmanejable colección de tablones dedicados a los temas más variados. Lo que para mí es un maremágnum de fotografías, para ellas es una forma completamente amigable de acceder a todo lo que les ha resultado interesante guardar en los últimos tiempos. Salvando las distancias entre lo virtual y lo físico y recurriendo a los estereotipos, es como cuando tienes una digestión pesada y tu mujer mete la mano en su bolso para extraer de él en un solo movimiento un par de Almax, par de Almax que a ti te habría llevado tres o cuatro minutos encontrar en semejante caos de bolsillos, capas y departamentos en el que te parece que cabe una farmacia entera, dos tiendas de cosméticos y media sucursal de un banco… :-)
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.