15 agosto 2012

¿Se puede seguir confiando en Google? La respuesta es NO.

Resulta difícil expresar únicamente con palabras el enorme error y la estupidez que supone el reciente anuncio de Google de empezar a penalizar en sus resultados de búsqueda a aquellas páginas que hayan sido objeto de peticiones de retirada de contenidos por parte del lobby del copyright: pocas cosas son susceptibles de terminar causando más daño a  la compañía. Voy a intentar dar cuenta de ello con una pequeña recopilación de enlaces recientes al respecto.

La Digital Millenium Copyright Act (DMCA) es cualquier cosa menos una ley correcta o balanceada. Es el resultado de las presiones de un lobby para sostener sus privilegios, ha sido y es objeto de muchísimas críticas, y es una herramienta de la que  constantemente se abusa. Ninguna legislación promovida por el monopolio del copyright responde a las exigencias mínimas y razonables para una ley: ni son necesarias, ni son efectivas, ni mucho menos son proporcionadas. Todo es, simplemente, una farsa y un abuso.

Sin embargo, Google ha decidido que, “por el bien de sus usuarios”, va a utilizar las reclamaciones a un sitio en función de la DMCA como criterio para relegar la aparición de ese sitio en sus páginas de resultados a posiciones menos visibles. A partir de ahora, si usas Google para tus búsquedas, ya sabes: los resultados que obtengas no serán los más relevantes para ti, sino (primero) los productos de la compañía, (después) los que al lobby del copyright le gusten, y (finalmente) aquellos que respondan al otrora sacrosanto algoritmo.

Con muy buen criterio, Mike Masnick reúne en Techdirt una lista de siete razones por las que Google comete un grave error al filtrar sus resultados en función de la DMCA:

  1. Es un cambio que no va en el interés de sus usuarios, que pueden estar buscando precisamente aquello que Google decide arbitrariamente ocultar. Google es ahora tu “policía moral”: “sí, sabemos que estás interesado en eso, pero como creemos que no te conviene, no te lo mostramos”.
  2. Es un cambio para favorecer los intereses de un lobby empresarial. Que se vayan preparando en Google para recibir unas cuantas peticiones similares de otros tantos lobbies empresariales.
  3. Nunca es suficiente: acaba de anunciarse, pero la industria ya está pidiendo más cambios.
  4. Google acaba de cargarse uno de los argumentos fundamentales en su defensa en casos antimonopolio: que sus resultados eran lo mejor para sus usuarios, no para favorecer a una industria determinada.
  5. Perjudica a la innovación: la medida no va a afectar a YouTube, porque es propiedad de Google y así lo ha negociado en una muestra más de hipocresía. Pero imaginemos que YouTube empezase ahora y no hubiera sido adquirido por Google: dado que al principio, YouTube recibió una gran cantidad de peticiones de retirada de contenidos, nunca habría alcanzado visibilidad en los resultados de Google, y muy posiblemente no habría tenido el éxito que tuvo (y que llevó a Google a adquirirla).
  6. Va a dañar a otros buscadores, especialmente a aquellos que intenten competir con Google y no tengan medios como el ContentID para ofrecer a la insaciable industria de contenidos. Nunca una industria condicionó tanto la innovación.
  7. No va a hacer nada para detener el problema, porque el problema no es que Google lo muestre, sino que una industria estúpida se niega a dar a los usuarios lo que los usuarios demandan. Y que no, no es “el todo gratis”, sino unas condiciones y modelos justos y razonables para obtener sus productos.

Hace mucho tiempo que Google dejó de ser un modelo de limpieza y virtud. Google es la empresa que privilegia sus productos sobre los de terceros para obtener ventajas para los mismos basadas en el monopolio que ostenta en la búsqueda, la que retuerce las leyes al máximo para no pagar impuestos, o la que es multada por las autoridades por utilizar agujeros de seguridad en un buscador para obtener ilegalmente información sobre sus usuarios. La pregunta clara es: ¿podemos seguir confiando en Google? Y la respuesta, después de este último cambio en su algoritmo, es muy sencilla: NO.



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.