18 septiembre 2013

Un mundo fotocopiable

StructureSensor

Hace aproximadamente un año, dediqué una entrada al primer escáner tridimensional que empezaba a aproximarse al rango de producto de consumo: aunque aún resultaba relativamente caro, el Go!Scan 3D permitía entrever un futuro en el que resultase relativamente sencillo tomar cualquier objeto y ser capaz de convertirlo en un diseño expresado sobre una pantalla, o directamente replicado en plástico termofusible u otros materiales.

Poco tiempo después, dos proyectos lanzados en las dos plataformas más populares de crowdfunding prometían un empujón aún más fuerte para la tecnología del escáner tridimensional: en Indiegogo, un proyecto llamado Matterform salía en busca de $81.000, y cerraba su campaña treinta y cinco días después habiendo obtenido casi medio millón para fabricar escáneres tridimensionales por $440. Dos meses después y en Kickstarter, otro proyecto, Fuel3D, pulverizaba su objetivo de $75.000 el primer día y cerraba treinta y dos días después una campaña que prometía un escáner tridimensional por menos de mil dólares. Los precios estaban ya en un rango que permitía a cualquier aficionado ponerse a pensar en replicar cualquier objeto con total facilidad. En el Reino Unido, un informe solicitaba al gobierno que desarrollase una política de propiedad intelectual flexible que siguiese el ritmo de desarrollo de la tecnología de impresión 3D, preservase los incentivos para inversores y diseñadores, y regulase de alguna manera los productos generados, porque “la manufactura, la industria que sufriría la disrupción provocada por la impresión tridimensional, es mucho más importante que la industria de la música, y los riesgos son potencialmente mucho más graves”.

Pero la tecnología seguía su imparable desarrollo: Makerbot, un nombre ya muy conocido y con experiencia en este entorno, lanzaba su Digitizer: por $1400, un aparato dotado de un escáner y una plataforma giratoria que permitía obtener el diseño de cualquier objeto inferior a veinte centímetros y tres kilos de peso. Presentado en marzo, las primeras unidades llegarán a manos de los clientes en octubre. Y para completar el panorama, un escalón de simplificación más: un nuevo proyecto en Kickstarter solicita cien mil dólares para fabricar Structure, un pequeño sensor acoplable a un iPad y con una tecnología similar a la del Kinect de Microsoft (con la participación, de hecho, de algunos de los ingenieros de PrimeSense que lo crearon), que tres días después ya ha superado ampliamente su objetivo.

 

 

Un proyecto en el que destaca especialmente su filosofía abierta: códigos fuente y diseños disponibles, un SDK abierto a todas las plataformas y que ofrece acceso completo a bajo nivel, integración con otros dispositivos, posibilidad de crear apps independientes basadas en el dispositivo… lo importante no es ya el dispositivo en sí, sino lo que los desarrolladores serán capaces de diseñar con él, desde juegos de todo tipo que sean sensibles al escenario que tienes ante tus ojos, hasta aplicaciones industriales.

Las barreras de entrada pasan a ser ridículamente bajas cuando con un simple iPad y un pequeño sensor de trescientos cincuenta dólares puedes recorrer el mundo y “fotocopiar” cualquier cosa que tengas delante: un objeto, un diseño, un relieve, una habitación, una cara… De la realidad, a tu programa de diseño en pantalla con todas sus dimensiones y formas, en lo que tardas en tomar una imagen. Un dispositivo tan ubicuo como un tablet, capaz no ya de tomar una imagen, sino de “entender el mundo y su estructura” y reproducirlo inmediatamente en tres dimensiones. Literalmente, un mundo fotocopiable.








(Enlace a la entrada original - Licencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.