Una nueva inversión de $60 millones de Tiger Global Management en Automattic, la compañía que está detrás del desarrollo de WordPress, ha hecho que esta semana se hable de la herramienta creada por Matt Mullenweg, que muchos vemos como el futuro gestor de contenido tras la mayoría de las páginas de la web.
Hace años, los gestores de contenido eran algo enormemente sofisticado, caro y complejo, al alcance de muy pocos. Hoy, WordPress está detrás de aproximadamente el 20% de las páginas de la web, un significativo crecimiento desde el 12% que suponía en el año 2010, seguida a mucha distancia por Joomla, otro gestor de código abierto, que posee un 3,3%. En torno al 65% de las páginas son proyectos desarrollados sin utilizar ningún tipo de gestor de contenidos, un porcentaje que ha decrecido frente al casi 80% que suponía en 2010.
La compañía, unas doscientas personas con una filosofía de “trabaja desde donde quieras”, gestiona un modelo de ingresos basado en “muchos poquitos”, en una amplia base de funcionalidad gratuita rodeada de servicios premium, como el filtro anti-spam en el caso de las empresas o prestaciones sencillas como la redirección de dominios, que le permite un crecimiento en dimensión interesante en sus recursos y en su núcleo de desarrollo.
El crecimiento del mercado de WordPress tiene lugar no solo en función del desarrollo de páginas personales, sino que también se origina en el uso de la herramienta para la gestión de páginas corporativas. Mientras la presencia de las personas en la web ha evolucionado y se ha simplificado en muchos casos debido al desarrollo de las redes sociales, y el uso de páginas personales caracteriza hoy a un segmento relativamente restringido de usuarios generalmente avanzados, los responsables de páginas web corporativas van siendo cada vez más conscientes de las ventajas que supone utilizar un gestor de contenidos, y WordPress es, en muchos casos, considerado una opción muy razonable.
Examine la página de su compañía: es muy posible que se encuentre algún tipo de "folleto electrónico", desactualizado y no especialmente atractivo, o alguna especie de absurdo anuncio de cuando se creía que en la web había que hacer cosas parecidas a las que se hacían en otra pantalla, la de la televisión. Plantearse un nuevo proyecto de presencia web supone en muchos casos empezar desde cero, rehacer la página, replantear desde la estética hasta la funcionalidad. En realidad, ese tipo de proyectos están cayendo en desuso frente a lo que supone un nuevo enfoque basado en otros parámetros más adecuados al redefinido entorno de la web social.
Cada día más, una página web debe mostrar información actualizada de la compañía, un diario de navegación de la misma: claro, relevante, fácil de actualizar, y que permita la interacción y la integración con redes sociales. Cada vez más, las páginas web corporativas se van pareciendo más a revistas, a gestores de noticias sobre la compañía, sus productos o todo aquello que de alguna manera afecta o interesa a los posibles seguidores de la misma. De un enfoque estático planteado como una vacua manera de “impresionar” al visitante, pasamos a un planteamiento más centrado en la visita recurrente, en la suscripción, en la monitorización por parte de aquellos interesados en ver a la compañía como una referencia asociada a una temática concreta.
Desde sus comienzos como simple herramienta para crear blogs, WordPress está pasando a ser la parte central de un número cada vez mayor de proyectos y sitios web. Si WordPress no está en su radar y en el de su departamento de Sistemas, es muy posible que esté inflacionando absurdamente su presencia web, y que a cambio, además, solo esté consiguiendo complejidad inútil e ineficiencia. La inmensa mayoría de la información que una compañía debe gestionar en la web se gestiona de manera óptima con un gestor de contenidos como WordPress: frente a proyectos de desarrollo web complejos y planteados como “únicos”, la adopción de WordPress resulta casi terapéutica, una oportunidad para replantear en base cero los esquemas de lo que debe tener una presencia en la web. Páginas estáticas, unidas a secciones en las que se crea información de manera regular, y una filosofía incremental sometida a la disciplina del permalink, del recurso que nunca desaparece de la web – aunque pueda dejar de mostrarse como tal. La tarea de pensar en el origen y evolución de ese contenido es mucho más importante en sí que la de una gestión que debe ser reducida a la máxima expresión de la sencillez.
El formato blog, complementado con otras páginas y módulos, está siendo escogido por cada vez más compañías para mostrar una imagen fresca, sencilla y actual, al tiempo que permite una enorme gama de posibilidades: el hecho de ser código abierto desde su origen ha hecho que en torno a WordPress se congregue una enorme cantidad de desarrolladores que generan herramientas, plantillas y funcionalidades de todo tipo. El resultado son presencias web más baratas y sencillas de plantear, pero comunicativamente potentes y muy eficientes: empresas que se orientan al concepto actual de la web, no a ideas trasnochadas y a conceptos que ponen el foco en donde no debe estar. Minimalismo aplicado donde debe aplicarse, unido a una filosofía que posibilita un buen funcionamiento en buscadores. Si tu web no funciona como funcionan la mayoría de las páginas en la web, es que seguramente te has equivocado. Y en ese nuevo modelo de presencia web, gestionar con una herramienta como WordPress parece ser una alternativa más que razonable.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.