Intercambio de correos electrónicos con mi amiga Marimar Jiménez, de Cinco Días, que me ha citado en su artículo de hoy con Santiago Millán, “Microsoft quiere recuperar la iniciativa con Windows 7” (pdf). Como es habitual, publico el intercambio completo de preguntas con Marimar:
(Enlace a la entrada original - Licencia)P. ¿Qué ventajas ofrece Windows 7 al usuario? Nos gustaría hacer algo detallado en cuanto a sus características. ¿Nos podrías ayudar a elaborar un análisis sobre el producto en cuestión?
R. Windows 7 representa la prueba efectiva de lo que muchos llevábamos diciendo mucho tiempo: que Windows Vista era un producto fallido, un mal intento de prolongar un modelo que había terminado. Durante años, Microsoft ha vivido de tener un cliente concreto y específico, el sector del hardware, al que ofrecía la posibilidad de obtener beneficios importantes cada poco tiempo merced a una política de obsolescencia forzosa de unos equipos que, en circunstancias normales, podrían tener vidas útiles muy superiores. Al forzar versiones con unos requerimientos de hardware más elevados es a cambio de un lote de prestaciones determinadas y de una presión fuerte sobre el usuario debida a la adopción de nuevos formatos, Microsoft obligaba a la renovación del parque, que en contrapartida, le hacía de canal OEM (ventas vinculadas a la compra de un nuevo ordenador). Sin embargo, para promover la actualización, el aporte de nuevas prestaciones debía ser suficiente como para que los usuarios tuvieran la tentación de actualizarse, algo que con Vista, en gran medida, no ha ocurrido: la actualización no valía la pena, y el producto ha sido un fracaso. Ahora, Windows 7 intentará ser lo que Vista debió haber sido, y paliar en cierta medida las pobres cifras de ventas de su predecesor.
P. ¿Qué valor aporta frente a Windows Vista o frente a XP? ¿Realmente es una evolución de los mismos o es algo radicalmente nuevo?
R. Se trata de una evolución en la que, fundamentalmente, se han primado aspectos de eficiencia. La beta actual, muy parecida a la M3 que ya se pudo evaluar en Octubre, tiene un proceso de instalación notablemente más sencillo que XP o Vista - se puede instalar en aproximadamente veinticinco minutos, y algunos aspectos interesantes entre lo estético y lo funcional: una nueva barra de tareas, prestaciones del interfaz gráfico Aero como Snap o Peek que permiten una usabilidad mayor cuando trabajas con varias aplicaciones abiertas, y mayores posibilidades de personalización. En general, el sistema es algo más minimalista: empaqueta menos aplicaciones que sus predecesores (las puedes descargar posteriormente), y tiene unos requerimientos de plataforma aparentemente menores, lo que debería hacer más fácil su adopción no necesariamente vinculada a una nueva máquina.
P. ¿Confías en que será un éxito el nuevo sistema operativo de Microsoft o prevés un fracaso como con Vista?
R. Resulta difícil calificar un producto de Microsoft como un fracaso. Su dominio monopolístico del mercado le permite colocar el producto casi independientemente de sus características, como ocurrió en el caso de Vista: a pesar de ser un mal producto, consiguió ventas que jamás habría tenido de no ser Microsoft y que en modo alguno merecía, simplemente empujando a su canal de ventas. Con Windows 7, se encontrará con el fenómeno de que muchos clientes, descontentos con Vista, cambiarán sin pensarlo, y podrán además posiblemente hacerlo sobre las mismas máquinas que tenían, lo que reduce indudablemente barreras de entrada, mientras que para otros, todavía en Windows XP y que rechazaban el cambio a Vista, parecerá una opción más segura.
P. Parece que Microsoft se ha apresurado mucho a sacar la nueva versión de Windows, incluso el plazo de un sistema operativo a otro ha sido más corto de lo habitual, ¿se ha visto Microsoft obligada a ello por los resultados de Vista o crees que ha habido otras razones (evolución del propio sector con las pantallas táctiles y servicios online) que han propiciado esta premura?
R. La premura viene determinada por el fracaso de Vista: nunca un sistema operativo tan esperado supuso una decepción tan grande y obtuvo resultados tan tibios. Microsoft necesitaba desesperadamente quitarse esa mala imagen, y de ahí el compromiso por, como mínimo, “arreglar el Vista”, que en mi opinión es lo que aporta Windows 7. No lo veo un cambio dramático ni un planteamiento nuevo, y el hecho de que soporte pantalla táctil tampoco parece nada especialmente novedoso ni basado en una tecnología sorprendente.
P. Ha sido la primera vez que veo que alguien que compra un PC con el sistema operativo incorporado decide cambiarlo por la versión anterior, en este caso XP. ¿Recuerdas que esto haya pasado anteriormente? ¿Qué cosas concretas crees que son más criticables o que más han enrabietado a los usuarios como para quitar un sistema operativo y poner otro?
R. Para un usuario, Vista representaba un engorro: primero, hacía que un ordenador supuestamente de última tecnología se arrastrase miserablemente en sus prestaciones. Segundo, obligaba a cambios en el interfaz de usuario y a un cierto reaprendizaje que no se veía compensado por unas prestaciones superiores más allá de la mera estética. Y tercero, a pesar de representar un esfuerzo importante de Microsoft por hacer un sistema operativo más seguro, gran parte de su seguridad descansaba sobre un sistema, el User Account Control (UAC) que mareaba a los usuarios con preguntas constantes, formuladas de manera oscura e inquietante, y que muchos usuarios terminaban incluso desactivando. Todos estos factores, además, se agravan notablemente en entornos corporativos, donde los problemas del usuario desencadenan un mayor nivel de exigencia sobre los supervisores de sistemas. Si unimos al engorro las malas críticas recibidas de manera casi unánime por los analistas, tenemos un escenario en el que los usuarios prefieren quedarse con lo malo conocido, aunque esto sea un sistema operativo con ocho años de antigüedad.
P. De nuevo, si no me equivoco, Windows 7 se venderá por licencias. ¿Hasta cuándo crees que va a durar esta fórmula de comercializar un sistema operativo?
R. Windows 7 es un modelo de sistema operativo pesado, comercializado mediante licencia, aunque da pasos en el sentido correcto: por un lado, se aligera y se vuelve algo más minimalista, confía varias de sus aplicaciones a la voluntad del usuario de descargárselas, y pretende construir una base sobre la que el usuario pueda trabajar contra productos que estén en su ordenador o en la nube. En planteamiento de producto, no es demasiado diferente a un OS X. Otra cosa es lo que Microsoft haga en otra línea, que es la de construir sistemas operativos ligeros para máquinas como los ultraportátiles, que representarán una parte importante del crecimiento del mercado a futuro. Pero ese no me parece el nicho para Windows 7: aunque entre las versiones de Windows 7 se vaya a encontrar una para subnotebooks, mi impresión es que eso representaría una apuesta parecida a la de plantear XP para un ultraportátil: es un vestido que no le corresponde, porque el planteamiento debería ser otro. Para ese segmento me esperaría de la compañía un enfoque más evolucionado, basado en Azure.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.