11 mayo 2012

Hablando sobre Holanda y la neutralidad de la red, en mi columna de Expansión

Mi columna de Expansión de esta semana se titula “El ejemplo holandés” (pdf), al hilo de la reciente aprobación en Holanda de una ley que garantiza la aplicación del principio de neutralidad de la red.

La noticia, que acompaña a la también reciente reglamentación del tema en Chile (la ley chilena referida a este mismo tema proviene de agosto de 2010, pero su reglamento no fue publicado hasta el pasado mes de marzo), me sirve para repasar los pasos dados en ese sentido en nuestro país, que tuve ocasión de contar detalladamente en esta página entre los meses de noviembre y diciembre de 2010. Pudimos haber sido pioneros en Europa, pero el que el Senado instase urgentemente al gobierno a garantizar por ley el principio de neutralidad de la red solo ha servido para que, casi dos años después (interesante concepto de “urgencia”), el lobby de las operadoras siga demostrando su poder y el gobierno, ahora de diferente color, siga sin haber hecho nada, a pesar, paradójicamente, de estar formado por el mismo partido que instó la iniciativa en su momento en el Senado.

Es lo que hay. ¿Veremos en algún momento nuevas iniciativas en este sentido ahora que algunos países ya las han puesto en marcha, o tendremos que seguir viendo cómo el lobby de las operadoras, erigido en poder fáctico tremendamente consolidado, las sigue paralizando?

A continuación, el texto completo de la columna, al que he añadido algunos de los enlaces que utilicé para documentarla:

 

El ejemplo holandés

El pasado 8 de mayo, Holanda se convirtió en el primer país de la Unión Europea en el que la neutralidad de la red está garantizada por ley. El país se une a Chile, que dictó una ley similar en agosto de 2010 y la reglamentó finalmente el pasado mes de marzo.

En ambos países, los proveedores de acceso a internet no podrán bloquear, interferir o entorpecer el derecho de los usuarios a utilizar u ofrecer servicios y contenidos en Internet, ni podrán priorizar contenidos, servicios o aplicaciones. Tampoco podrán deteriorar la calidad de servicio contratada mediante medidas de gestión de tráfico, salvo en casos verdaderamente excepcionales y mediante criterios transparentes. Básicamente, serán ciegos con respecto al tráfico que transportan y lo tratarán, en consecuencia, de la misma manera. Una ley que protege a los consumidores – incluye provisiones anti-monitorización de cara a la garantía de la privacidad e ilegaliza el uso de técnicas como el deep packet inspection (DPI) sin una orden judicial expresa – y, sobre todo, que pone en valor la verdadera importancia de la red.

La neutralidad de la red es fundamental en la concepción de un país moderno y con prioridades claras. España pudo ser pionera a nivel europeo en este sentido: el pasado 1 de diciembre de 2010, el Senado de nuestro país aprobó por unanimidad, tras dura lucha con el lobby de las operadoras, instar al gobierno a garantizar por ley el principio de neutralidad de la red. Sin embargo, ese mismo lobby ha conseguido que  la petición unánime y "urgente" del Senado duerma el sueño de los justos, mientras los responsables gubernamentales cambian de nombre y hasta de color. Una lástima que nos lleva a preguntarnos quién gobierna de verdad aquí.

¿Conseguirá la luz del ejemplo de una Holanda vanguardista que entiende la importancia de la red de cara al futuro que nuestros gobernantes se despierten y huelan… los tulipanes?



(Enlace a la entrada original - Licencia)

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