Las conferencias de las empresas de tecnología marcan cada día más el panorama de la industria: RIM con su DevCon, Facebook y su f8, Apple con WWDC, Twitter con Chirp, Google con su recién clausurado Google I/O… un número cada vez más elevado de citas en las que se producen anuncios de todo tipo: nuevos productos, versiones, hitos en ventas o en difusión… auténticas orgías mediáticas en las que se congregan directivos, programadores, empresas, analistas, prensa, bloggers, fanboys y todo el ecosistema asociado a una empresa en concreto. En muchos casos, las empresas llegan incluso a abandonar otro tipo de eventos generalistas que antes eran prácticamente citas obligadas, para concentrarse en los que ellas mismas organizan.
En una industria caracterizada cada día más por las estrategias de plataforma, las conferencias se convierten en la manera de agasajar a la pieza fundamental que determina el éxito, los desarrolladores. Se trata de fomentar la sensación de pertenencia, de permitir que se perciba la verdadera dimensión de la compañía, aunque esta sea, como en el caso de Twitter, una pequeña empresa de menos de cuatro años de antigüedad y solo ciento cuarenta trabajadores. Un tipo de eventos que se han convertido en el auténtico pulso del sector, y que gracias a la proliferación de dispositivos y aplicaciones para enviar textos, vídeos e imágenes en el momento, pasan a tener una trascendencia y visibilidad instantáneas, un efecto amplificador que satura los canales de comunicación habituales. Siempre ha habido conferencias de este tipo, pero nunca tantas: son, sin duda, un signo de los tiempos, de unos tiempos marcados por empresas que se convierten en puntos centrales, en plataformas para que una serie de terceros trabajen para proporcionarles su verdadera dimensión. Hace años, las empresas vendían productos y servicios, y la cosa acababa ahí. Ahora, en el mundo de la tecnología, o te conviertes en plataforma, o dejas de ser importante.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.