En estancias anteriores en China, me había servido de trucos de todo tipo para acceder a los servicios que me hacían falta y me encontraba bloqueados por Jing Jing y Cha Cha, los dos “simpáticos” muñequitos que simbolizan a la policía de este país: mi conclusión habitual era que la censura china procuraba más ser molesta e incómoda que ser una barrera tecnológicamente insuperable, y que se basaba más en un mecanismo social – si viviese aquí no me atrevería obviamente a hacer ni la mitad de las cosas que hago – que en uno tecnológico.
Esta vez, mi intención era dejarme de indeterminaciones, incomodidades, pruebas y aventuras: quería simplemente llegar, y acceder a Internet, a toda la red, sin problemas. La red se ha convertido en algo suficientemente importante en mi vida diaria, en la preparación de mis clases y conferencias, en mi contacto con el mundo, que ya no quería tener ningún tipo de problema. Así que investigué un poco entre la información que se encuentra en la red y la opinión de algunos amigos y conocidos, y me decidí por una VPN de pago, WiTopia: mi conclusión es que se debe optar por una VPN que tenga muchos nodos con ubicaciones cuanto más variadas mejor, y que pueda presumir de una buena calidad de servicio en forma de ausencia de informes negativos de usuarios. Aunque hay una razonable oferta de productos gratuitos soportados mediante publicidad, la ausencia de soporte, la menor calidad de servicio y la mayor facilidad de bloqueo por parte de las autoridades me llevaron a optar por una de pago: tener un buen abanico de servidores dedicados en muchas partes del mundo y un servicio técnico atento es algo que cuesta dinero.
Opté por una VPN SSL instalable: simplemente ejecutas un programa, que se sitúa en tu barra de estado y te permite cambiar de servidor cuando quieras. Por el momento, WiTopia me ha parecido comodísima y no me ha dado ningún problema: lo veo todo perfectamente bien con la excepción de Hulu, que bloquea todo tipo de accesos mediante proxies anónimos, y puedo acceder desde clase a cualquier página que necesite, desde Facebook a YouTube pasando por Blogger, WordPress o Twitter, por mencionar algunas de las que dan problemas de acceso desde aquí. Según me cuentan, la difusión en China de este tipo de herramientas es enorme: prácticamente toda empresa que utilice Internet como medio de comunicación y que tenga negocios con el extranjero utiliza una, algo que me imagino genera una configuración de Internet un tanto peculiar: es lo que tienen este tipo de obsesiones por el control de aquello que no puede ser controlado.
Curiosamente, usando mi BlackBerry tengo acceso a donde quiera: lo que hace RIM es precisamente redireccionar todo el tráfico de su red a través de sus servidores, con lo que evita los mecanismos de censura: puedes navegar por donde te dé la gana completamente al margen de los filtros, incluyendo las páginas de contenido habitualmente más censurado. La sensación de estar en cualquier ordenador y no poder abrir ni Twitter, pero sacar la BlackBerry del bolsillo y poder acceder si quieres a la página de Wikipedia que cuenta las protestas de la Plaza de Tiananmen es, cuando menos, curiosa…
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.