07 mayo 2010

Facebook: una de Santo Tomás

El escenario, una sesión del Programa Superior en Gestión Empresarial y Dirección de Comunicación, uno de los cursos en los que mejor me lo suelo pasar en clase: la comunicación corporativa es uno de los temas más afectados por el cambio tecnológico, me toca personalmente en suficientes ocasiones como para considerarme con una buena dosis de experiencia práctica en él, y soy, como seguramente es bien sabido, de los que gustan de la provocación como herramienta didáctica.

En ese marco, mientras hablábamos de redes sociales y de los cambios que Facebook estaba suponiendo, un alumno me pregunta si podemos comprobar en modo práctico el impacto de un mensaje en la página, algo así como cuantificar la actividad, obviamente de manera no científica. Como recurso académico, suelo utilizar mis propias herramientas en clase en muchas ocasiones: me permiten un manejo de datos reales con un acceso total y cómodo. En este caso, era lo que yo suelo llamar como recurso académico un “Santo Tomás”, una comprobación empírica, así que resultaba apetecible (he visto a otros profesores hacerlo con herramientas como Twitter, eso de poner “estoy en clase explicando Twitter” y esperar respuestas de su red para poder mostrar el funcionamiento, y suelo colaborar con ello cuando lo veo a tiempo… cosas de la solidaridad académica :-)

Bien, escribí el mensaje de pie desde mi mesa, y lo dejé durante una media hora mientras comentábamos otros temas relacionados. La prueba vino a resultar en unos doscientos mensajes y más de cuarenta “Me gusta” en los primeros treinta minutos, una respuesta francamente apabullante. Sí, era evidente: a pesar de ser una hora no muy recomendable, la tarde-noche de un jueves… había alguien ahí :-) Unas doce horas después, la respuesta total, lógicamente decreciente a medida que pasa el tiempo, era de más de cuatrocientos mensajes en el comentario, más unos treinta y cinco en el muro, y viene a dejar unos números aproximados superiores a las treinta respuestas por hora, algo así como más de un nuevo comentario cada dos minutos. Como demostración práctica de actividad, un “Santo Tomás” de lo más satisfactorio. Sobre las impresiones de los presentes, si alguno/a lee ésto y le apetece dar su versión, adelante, por favor…

NOTA: Muchas gracias a los participantes en el experimento, que obviamente no pretendía ser en absoluto científico. Se cree que ningún participante ni estudiante resultó lastimado en el transcurso de este experimento ;-)

(Enlace a la entrada original - Licencia)

3 comentarios:

  1. El resumen de la entrada: "Esta dando clase y les quise demostrar a mis alumnos lo guay que soy y lo grande que la tengo".

    NOOOO me jodas, como si un "Me gusta" de Twitter fuera algo interesante para la comunicacion corporativa de una empresa... a la mierda ya hombre!

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  2. ¿No hacen un filtro antes de permitir la entrada a los alumnos del IE? Porque estoy flipando con Cristina López , una alumna de Donen Rike que alucina porque 200 personas escriben "hola" en una pantalla media hora después de que se les invite a hacerlo.

    ¿Qué puñetas demuestra eso dentro del mundo empresarial? ¿Que si abro una página en facebook de mi empresa y pongo un mensaje de oferta, voy a recibir 200 pedidos en media hora?

    No sé, seguro que me estoy perdiendo algo, tendré que ir a master del IE para aprender. Ahora que veo que admiten a cualquiera, no tendré problemas con el ingreso :-)

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  3. Ciertamente, es alucinante. Que haya tanto desocupao suelto, digo.

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ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.