Al hilo de algunos artículos sobre la figura de puestos como el community manager o gestor de comunidades en las empresas, ha surgido una cierta discusión acerca de su perfil profesional.
Muchas de las empresas pioneras en la aparición de este puesto han llegado a él de manera “natural”, por evolución de una persona que, de hecho, había desarrollado esa función y, en cierto sentido, pasa a adoptar una descripción de puesto de trabajo que se adapta precisamente a él. Su perfil no se discute, porque prácticamente ha sido definido por él mismo, por el asentamiento progresivo en ese tipo de funciones.
En otros casos, hay una cierta tendencia a identificarlo con un puesto de un nivel relativamente bajo, una especie de “animador” (una figura que proviene de la época de los foros y que simplemente tenía una función de “mantener” el tono de participación), “becario espabilado” o una persona con habilidades sociales, una especie de “relaciones públicas”, que es criticado por muchos como una simplificación peligrosa de una función que, después de todo, se convierte en la auténtica “embajada virtual” de la marca en la red y que, en muchos casos, debe tener la madurez suficiente como para tomar decisiones complejas.
Otros, en una visión posiblemente más “corporativista”, esgrimen la necesidad de formación específica: cursos y seminarios que desarrollan metodológicamente las funciones e intentan describirlas, dotarlas de estructura e incidir en aspectos destinados a su preparación: si quieres ser community manager, debes ganarte las “credenciales” académicas para ello, acudir a encuentros donde se aprende y se comparten experiencias, hablar como ellos y manejar conceptos comunes. Asociaciones ya con cierta trayectoria como AERCO se erigen en muchos casos como certificadoras de dichos programas, e intentan asentarse en cierto modo en un papel regulador.
Finalmente, existe una escuela de pensamiento que opta por el desarrollo práctico: el community manager se hace y madura gestionando comunidades, de manera que debe acreditar una experiencia como persona a cargo de un blog personal o algún otro punto de encuentro entre personas en el que haya tenido la oportunidad de “foguearse”, de enfrentarse a problemas, de tomar decisiones al respecto. Una escuela que tiende a describirlo como esa frase de la película Matrix: “nadie te puede contar lo que es Matrix, tienes que verlo por ti mismo”.
Hablamos de un puesto que está siendo progresivamente incorporado por un número creciente de empresas, pero sobre el que existe todavía poca experiencia acumulada. ¿Qué experiencia u opinión tienes o defiendes en este sentido? ¿Cuál debe ser el perfil ideal o deseable en un gestor de comunidades?
(Enlace a la entrada original - Licencia)
Otra entrada que lo pone todo perdido de cancamusa. Y muy acertados algunos comentarios de la entrada original preguntando a Enrique que qué piensa él (él no piensa nada, de hecho no tiene ni zorra de lo que habla) o por qué dice que cada vez más empresas tienen uno (afirmación gratuíta, como el 99% de las suyas). Y por supuesto, el típico fan aneuronal (de los que le gustan a clondans) defendiendo a Enrique como quinceañera a CR9 :-P
ResponderEliminarNo me extraña que la entrada sea una mierda pinchada en un palo. Fijaos cual ha sido el verdadero motivo para escribirla. Resulta que a Donen Rike le preocupa que su blog tenga un día sin entradas!!!
ResponderEliminarEs decir, que cantidad por encima de calidad, más entradas, más comentarios, más de todo al más puro estilo televisivo.
Al igual que existe la telebasura, ¿podría edans estar creando un nuevo fenómeno denominado blogobasura?