Vale la pena leer los presuntos “argumentos” que algunas supuestas “figuras clave” de la cultura española pretenden aportar ante la caída de esa “ley Sinde” que por medios antidemocráticos y al dictado de los Estados Unidos intentaron colarnos dentro de la Ley de Economía Sostenible.
¿Lo más destacable? La AUSENCIA TOTAL de argumentos válidos, elaborados, o mínimamente novedosos. La confusión absoluta de términos, los insultos gratuitos, el elevar la voz como forma de disimular que no se tiene razón.
Pero vamos, por enésima vez y aunque pueda resultar agotador, a contestar uno por uno los “argumentos” esgrimidos:
- “Los creadores tienen derecho a vivir de sus obras”: mentira. Los creadores tienen derecho a crear, punto. Nadie tiene “derecho” a vivir de su obra, sea cantante, cineasta o panadero. Lo de vivir de tus obras depende de las leyes del mercado. Si quieres vivir de tus obras tendrás que organizar un modelo de negocio válido alrededor de las mismas. A día de hoy, ellos mismos afirman que no lo tienen. Y si quieren tenerlo, dedicarse a insultar, perseguir y arrinconar a sus clientes no es la mejor de las recetas.
- “No se puede competir con la oferta ilegal”: mentira. Primero, que la oferta sea legal o ilegal no lo tienen que decir ellos, lo tiene que decir un juez, que es quien entiende de esto. Pretender saltarse la separación de poderes, base de la democracia, para que sea el gobierno el que decide en lugar de los jueces es una barbaridad que debería llevar a la dimisión de su proponente (y no, por más que nos mientan, los jueces no deciden). Si quieres crear una oferta atractiva, ponle un precio disuasoriamente bajo, hazla agradable, flexible, social, y úsala como un punto de encuentro entre el creador y su público – el creador de verdad, no una ridícula agencia de PR. Es posible que eso conlleve además una desintermediación, que muchos de los actuales intermediarios pierdan su papel. De hecho, fíjate en los integrantes de esa asociación llamada “Coalición de Creadores“: todos son intermediarios, no hay creadores. Curioso, ¿no?
- “Están contra los derechos de autor”: mentira. Yo soy creador (mucho más que algunos de los que protestan), y estoy a favor de los derechos de autor. Muchos de los que se significaron en contra de la “ley Sinde” son creadores, y están a favor de los derechos de autor. (de hecho, la supuesta dicotomía “creadores contra piratas” que se pretende interesadamente plantear es una falacia como la copa de un pino, además de un insulto inaceptable). Pensamos, eso sí, que los derechos de autor deben reformularse para evitar que se conviertan en un brindis al sol que no sirven para nada, y que tienen que dejar de depender del concepto de copia, porque copias podemos hacerlas todos sin esfuerzo. Poseer los medios para hacer copias ya no es un recurso escaso ni un factor limitante. Los derechos de autor deben servir para remunerar al autor, no a los intermediarios innecesarios.
- En estupideces como que “quieren abolir la propiedad intelectual, entonces vamos a abolir todo tipo de propiedad” y “comparte tu Maserati” lo siento, pero no voy a entrar. La falacia entre propiedad fisica y propiedad intelectual ya ha sido suficientemente explicada, incluso a nivel de Barrio Sésamo. Quien dice este tipo de cosas ya se califica a sí mismo, no hace falta que venga yo a llamarle nada. Procuro mantener la educación y las formas – no como otros.
- “España es una rareza”: mentira. España es un país en el que la sociedad civil está consiguiendo que estos temas se traten con un cierto sentido común. En países como Francia, donde el derecho fundamental del secreto de las telecomunicaciones está severamente vulnerado, o en Estados Unidos, donde además se practica el matonismo judicial contra los usuarios, no se está obteniendo ningún resultado positivo en el sentido que quiere la industria. Los únicos países en los que se consiguen resultados que la industria podría considerar positivos son aquellos en los que se invierte de manera seria en proponer oferta competitiva. La persecución incesante resulta completamente estéril, como bien han demostrado casos como Napster o WikiLeaks. Perseguir o arrinconar a tus clientes no hace que te compren, hace que te odien.
- “La ley era un buen paso”: mentira. La ley era una barbaridad liberticida, creaba una justicia paralela al margen de los jueces y posibilitaba la censura. La comisión que proponía no era necesaria, y suponía un peligrosísimo precedente: los delitos contra la propiedad intelectual los juzgan los jueces, no un organismo dependiente del Ministerio de Cultura. Y menos si tenemos, como en bien sabido, un Ministerio de Cultura que no defiende la cultura, sino los intereses de la industria cultural.
- “Los políticos han hecho populismo barato, los internautas son un grupo de presión”: mentira. Por mucho que se empeñen en llamarnos “internautas” como si fuésemos de alguna especie rara, somos CIUDADANOS. Con acceso a la red, pero ciudadanos. Somos muchos, muchos más que ellos. Somos los que elegimos a los políticos, y a los que los políticos deben representar. Para un partido, hacer caso a la voluntad ciudadana expresada a través de la red no es algo indigno, como algunos pretenden, sino un ejercicio de democracia. ¿En qué tipo de democracia quieren vivir algunos? ¿En una en la que no se escucha a los ciudadanos? ¿O en la que solo se les escucha cada cuatro años? Los políticos no están para hacer lo que les dice “el amigo americano” ni los lobbies de la industria, por fuertes que puedan llegar a ser sus presiones. En España, la soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado. ¿Les suena?
- “Hay webs que generan millones de euros mediante publicidad y se lucran con contenido ajeno”: mentira. Hay páginas que se lucran con contenido ajeno, y si es así y están incurriendo en un delito, que venga un juez y lo diga. Pero desde luego, no generan “millones de euros” (hay que ser MUY ignorante para creerse esa falacia). Además, si generasen “millones de euros”, la industria lo tendría muy fácil: dedíquense a crear páginas iguales, y problema solucionado.
- “Han cerrado muchos videclubes”: normal, qué quiere que le diga… estaciones de postas para carruajes tampoco es que queden muchas. ¿De verdad esperaba un resurgir de los videoclubes gracias a la “ley Sinde”? ¿Cree usted en las hadas? ¿Y en los unicornios?
- “No se persigue el robo”: es que no es un robo. Gracias al cielo, no son ustedes los que tienen que decidir lo que es robo y no lo es, eso lo decide un juez. Por más veces que repitan una mentira, no se convierte en verdad. En España, todavía no ha aparecido ningún juez que diga que las páginas de enlaces son constitutivas de delito. Aquí tienen todos los casos recopilados, documéntense antes de hablar. Si todo aquel que cree tener razón pudiese estar por encima de los jueces, tendríamos un serio problema.
- Sobre el uso de insultos tales como “delincuentes”, “fechorías” o “piratería”, nada que decir. El que insulta ya se desacredita suficientemente a sí mismo.
Tras escuchar al vicepresidente del gobierno tras el consejo de ministros, veo que afirma sin ningún rubor que “lo volverán a intentar en los próximos días”, lo que seguramente quiere decir que volverán a intentar meter la “ley Sinde” de nuevo en la ley de economía sostenible en el Senado en forma de enmienda, tras haber buscado un mayor consenso con otros grupos parlamentarios. Las palabras del vicepresidente sirven como perfecta ilustración de muchos de los argumentos citados anteriormente: ha afirmado que “hay consenso sobre que en España no se puede permitir la piratería”, en un claro intento de criminalizar el comportamiento habitual de millones de ciudadanos. Otro que cree estar por encima de los jueces, que se siente con derecho a definir lo que es delito y lo que no lo es, y que se dedica a insultar a los ciudadanos. Tranquilo, los ciudadanos ya te lo cobrarán cuando llegue su momento.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.