07 septiembre 2011

Amazon @author: libros con extras

Una de las iniciativas de Amazon que más me han gustado últimamente, además del anuncio de su tan esperada llegada a España, ha sido esa aparentemente insignificante innovación anunciada el pasado 30 de agosto y tan adecuadamente bautizada como @author.

Hay una buena explicación de su funcionamiento en GeekWire, New Kindle '@author' feature lets readers ask writers questions from inside their books: básicamente, una función incorporada al Kindle que permite, marcando un pasaje de un libro y escribiendo “@author” seguido de una pregunta, hacer que dicha pregunta aparezca en la página de Twitter que Amazon ha preparado al efecto, y pueda ser contestada por el autor. Se pueden lanzar preguntas también directamente a la página de Twitter, o desde la página de autor que Amazon prepara para cada uno de los participantes. En realidad, se trata de un mecanismo absolutamente simple que no busca en modo alguno reinventar la rueda cuando ya existen herramientas adecuadas para una función. La iniciativa está todavía en beta con un grupo de doce autores.

Obviamente, la función me gusta porque representa un paso más hacia un tema en el que creo bastante: la disminución progresiva de la distancia entre el autor de una obra y el público que la consume. Salvando las evidentes distancias, es el tipo de cosas que pude ver cuando publiqué mi libro, “Todo va a cambiar“: para un autor, ver a personas refiriéndose a tu obra a través de redes sociales como Twitter o Facebook era una verdadera maravilla, una retroalimentación inmediata (por supuesto, como dicen cuando te casas… “para lo bueno y para lo malo”). En mi caso, los comentarios fueron mayoritariamente positivos, y contestarlos, fuese con un simple “espero que te guste” o con respuestas en ocasiones más elaboradas, se convirtió en una tarea agradabilísima que me permitía saltar la distancia entre el teclado en el que escribías tu libro y los lectores que estaban al otro lado de todo un proceso editorial, de distribución y de venta.

La puesta en marcha de la edición social de “Todo va a cambiar” buscaba precisamente estructurar y proporcionar más recorrido a esa sensación: dar lugar a un vehículo que permitiese dejar esos comentarios que se te ocurren cuando lees un libro, a esas notas al margen, a esos enlaces o añadidos que le sugerirías al autor, o por supuesto, a esos acuerdos o desacuerdos con lo que estás leyendo, todo ello unido con la capacidad adicional de comentar cuestiones relacionadas con el libro a través de Twitter o Facebook. Por el momento, teniendo en cuenta que finalmente la edición se presentó ya con el verano muy avanzado, el resultado es razonablemente bueno: descontando los picos iniciales, una media de unas trescientas visitas diarias, con patrones de recurrencia razonables, y unos cincuenta comentarios vinculados a párrafos o pasajes concretos del libro entre los que hay correcciones, añadidos interesantes, experiencias personales y un poco de todo. En mi caso, la cuestión tiene algo de paradójico: dado que mi forma más habitual de escribir es la entrada en el blog, provista de manera natural de enlaces y contenidos adicionales, y la idea de la edición social no estaba en mi cabeza desde un principio (compré el dominio desde el primer momento en que tuve claro el título, pero no tenía claro exactamente qué iba a hacer con él), su desarrollo requirió conceptualmente una “vuelta atrás”: volver a releer mi propio libro entero, pensando en qué lugares podía añadir valor un enlace, una definición, una ilustración o un vídeo. Un trabajo que pudo tener sentido económico gracias a la colaboración de Deusto y al patrocinio de El Corte Inglés y de Banesto, pero que estoy seguro que en mi próxima interacción con el mundo editorial plantearé ya desde un primer momento en la concepción del libro.

No creo que aplique para todos los libros ni para todos los autores, pero sí tengo la impresión de que muchos libros en el futuro intentarán trabajar más esa ides de “libro expandido”, de uso de la red para suplementar lo que antes era un simple conjunto de información sin canal de retorno. Y que seguramente, vayamos en esa dirección en otros aspectos del trabajo creativo, como la música o el cine: autores que buscan un canal de retorno para generar una bidireccionalidad, una comunicación con quienes consumen sus obras, un vínculo, como ya van haciendo un número cada vez mayor de dichos creadores. La idea de Amazon va en esa misma dirección.

(Enlace a la entrada original - Licencia)

2 comentarios:

  1. ¿Este hombre no se va a cansar nunca de hablar de su libro?

    Es un artista en eso de aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid.

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  2. Y ahora hasta cita a sus patrocinadores. Lamenteibol.

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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.