Un artículo en MIT Tech Review, “A new and improved Moore’s Law“, me lleva hasta Jonathan Koomey, un profesor de Stanford que, junto con Stephen Berard (Microsoft), Marla Sanchez (Carnegie Mellon y Lawrence Berkeley National Laboratory) y Henry Wong (Intel), ha planteado una observación empírica de la progresión de la eficiencia de computación, expresada como la cantidad de energía necesaria para llevar a cabo una tarea de computación determinada, a lo largo del tiempo.
La relación que Koomey ha caracterizado, utilizando datos de los últimos sesenta años, muestra un patrón claro: la eficiencia se duplica aproximadamente cada año y medio. Es decir, que la cantidad de energía que es preciso suministrar a un ordenador para que realice una tarea específica disminuye aproximadamente a la mitad.
Con respecto a la conocida Ley de Moore, que afirma que el número de transistores en un circuito integrado se duplica aproximadamente cada 18 meses, la ya bautizada como Ley de Koomey (al igual que la de Moore, no es una ley como tal, sino una relación empírica) plantea una relación que resulta enormemente relevante de cara a uno de los factores clave en una de las tendencias más destacadas de nuestro tiempo: la movilidad. En un entorno en el que la duración de las baterías se ha convertido en uno de los factores limitantes más evidentes para poder llevar más potencia de computación en los dispositivos, poder contar en las previsiones con una relación como la caracterizada por Koomey, entender que dicha relación es una característica de toda tecnología de información que utilice electrones para la conmutación (la relación se mantiene a pesar de la evolución que supone pasar de válvulas a transistores y a circuitos integrados), y saber que esta relación está todavía lejos de su límite teórico plantea un escenario de futuro enormemente esperanzador.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.