17 marzo 2012

Trece años después, aún no existe un servicio mejor que Napster

Sean Parker, cofundador de Napster con Shawn Fanning, hizo una presentación en SXSW, y pronunció una frase claramente reveladora: que el Napster de hace trece años es todavía claramente superior a ningún servicio de música desarrollado bajo la aprobación de la industria a día de hoy.

Me acuerdo como si fuera ayer: yo todavía utilizaba internet con un módem de 56K, tenía el detalle de que mi conexión a internet corría por cuenta de UCLA, y mi tarifa telefónica era plana. Y alucinaba con que una herramienta tan simple permitiese buscar música en el catálogo más grande de la historia (no solo una canción, sino innumerables versiones de la misma), acceder a lo buscado de manera razonablemente rápida para las conexiones que había entonces, y chatear con otros usuarios. Lo encontraba todo, incluso lo que la industria tenía completamente descatalogado e inaccesible. La sensación de vivir el nacimiento de Napster desde California fue alucinante, una auténtica revolución mental, un claro presagio del valor que la red podía aportar a todo. Mirad atrás: ¿qué recuerdos y qué anécdotas guardáis vosotros de la época de Napster?

En trece años de evolución, con conexiones infinitamente más rápidas y que funcionan permanentemente, con sistemas mucho más evolucionados y con protocolos más eficientes, una industria de los contenidos caracterizada por su absoluto inmovilismo ha sido completamente incapaz de construir o contribuir a nada que iguale a Napster. Triste, tristísimo, lo que un hecho así dice de la industria de los contenidos. Lo único que ha hecho es quejarse, intentar construir barreras y DRMs inútiles, hacer lobby, mentir, insultar y dificultar el avance de la tecnología. “La música morirá”, nos decían… ¿no les da vergüenza mirarse en el espejo de la historia? Todavía hoy, las opciones que consiguen ser mínimamente competitivas con respecto a Napster – que no mejores – como iTunes, Spotify, etc., lo consiguen claramente a pesar de las restricciones que les impone una industria que sigue negando la realidad, intentando sostener lo insostenible, y con la cabeza en la década de los noventa.

¿Qué habría pasado si la industria de los contenidos hubiese reaccionado a la irrupción de Napster viéndolo como un ejemplo de eficiencia y como una muestra de las posibilidades que ofrecía la red? Fantaseemos por un instante: ¿qué tipo de herramientas tendríamos ahora si la industria se hubiese lanzado a colaborar en su desarrollo en lugar de enrocarse en el mantenimiento de sus sistemas? ¿Alguien cree de verdad que la música estaría peor que como está ahora, tras trece años de estupidez, de insultos a los usuarios, de millones de dólares enterrados en lobbying, de cerrazón, de enfrentamiento y de guerra sucia?

(Enlace a la entrada original - Licencia)

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