21 febrero 2013

Diez años de blog

Diez añosMe vais a perdonar, pero hoy me toca hacer una entrada con un poco de autobombo: día 21 de febrero de 2013, esta página cumple diez años desde que en 2003 me dio por aprovechar la noticia de la adquisición de Pyra Labs (creadores de Blogger) por parte de Google para lanzarme a un fenómeno, el de los blogs, que llevaba tiempo siguiendo como espectador. Aquel día creé mi cuenta de pago en lo que entonces se llamaba BloggerPro, y escribí mi dos primeras entradas; un primer saludo, y un comentario sobre aquella noticia. Sin titular (el Blogger de entonces no permitía poner títulos a las entradas), sin casi enlaces, y sin comentarios (aparecieron poco después gracias a un plugin, porque Blogger originalmente tampoco los tenía)…

Lo he querido evocar haciendo algo de arqueología y reuniendo las cuatro cabeceras que la página ha tenido a lo largo de este tiempo: de arriba a abajo, la primera duró algo menos de un año, y era la “no cabecera” estándar que ponía Blogger en 2003 en el primer diseño que escogí: ningún diseño, simplemente el nombre del blog, tan “original”… ¿cómo llamarle a un blog que escribe Enrique Dans? ¿Qué tal “El blog de Enrique Dans”?

La segunda, pintada de cualquier manera y sin mucho esmero por mí mismo juntando elementos que compuse en un programa de diseño con distintos tipos de letra y la única foto que utilizaba entonces, duró nada menos que desde 2004 a 2007: no, nunca acentué mi nombre, era simplemente una característica de esa fuente, la más parecida que encontré ese día a algo escrito a mano y con la que intentaba dar un cierto toque “personal”, una fuente que, de hecho, carecía en su juego de caracteres de vocales acentuadas. La foto también tiene su historia curiosa: no, no era un posado, sino un momento de atención durante un debate en la antigua sede de Expansión en María de Molina, en la que estaba moderando un debate, y que el fotógrafo del diario capturó así. Siempre he sido especialmente malo con el tema de las fotos porque me gusta estar detrás de la cámara, no delante, así que esa foto fue durante mucho tiempo la única que tenía razonablemente buena, y la estuve utilizando un montón de años, hasta el punto que llegó a alumbrar un micro-meme en las que algunos se hacían fotos con la misma pose :-)

La tercera cabecera fue la primera aportación de diseño de Pedro Puig desde Blogestudio, la empresa que me propuso migrar a WordPress y con la que trabajo desde entonces: con la misma foto y un toque más “arreglado”, estuvo funcionando hasta enero de 2010, en que aprovechamos la fotografía que Pedro Madueño me había hecho para la portada de mi libro, “Todo va a cambiar”, para que de nuevo Pedro propusiese un diseño nuevo. Actualmente estamos trabajando en ideas para un rediseño, pero está a la espera de que tenga alguna foto en la que me encuentre mínimamente a gusto ahora que Fitbit me ha cambiado la forma del cuerpo, de la cara, y hasta el estilo de vida.

¿Qué contar de diez años? No lo sé. Que nunca pensé en empezar una página pensando que duraría diez años. El año 2003 fue de “a ver de qué va esto”, la idea era usar la página para recopilar artículos de prensa o para publicar lo que escribiese pero no pudiese o no quisiese publicar en otros sitios. En aquella época llevaba ya tres años de vuelta en España tras los cuatro que había pasado viviendo en Los Angeles y doctorándome en UCLA, y además de mis clases, escribía muchísimo, no me callaba ni debajo del agua: la recopilación de artículos de entonces, de la época pre-blog, es tan grande que asusta pensar en el rollo que puedo llegar a tener.

En el año 2003 publiqué ciento cinco artículos de manera irregular: lo mismo me pasaban varias semanas sin escribir, que escribía dos o tres en un día, pero ya se podía ver cómo indudablemente le iba tomando el gustillo al tema. En febrero de 2004, al celebrar el primera año de blog, comprobé algo: que simplemente el hecho de querer escribir en el blog me hacía estar muchísimo más pendiente de la actualidad tecnológica, y que eso mejoraba sensiblemente el nivel y preparación de mis clases en IE Business School. A partir de ahí, febrero de 2004, empecé a escribir todos los días, lloviese, nevase o tronase, como forma de obligarme a mí mismo a estar actualizado, y no he fallado desde entonces (algún día fallaré, digo yo, tampoco es para dramatizar). Es parte de mi naturaleza metódica: cuando me quiero tomar las cosas en serio, o lo hago así, con reglas fijas, o no me sale y no soy capaz. Los freudianos lo llaman anal-retentiveness, aunque no recuerde yo ningún tipo de trauma con esa parte concreta de mi anatomía.

Y aquí seguimos. Con una página que sigue cumpliendo mis objetivos fantásticamente bien, que me sirve como repositorio personal de conocimiento y como fantástica fuente de retroalimentación y reacciones, que ha crecido mucho en todos los sentidos, y que muchos días tiene más comentarios, reacciones y repercusión fuera de la página que dentro de ella. Que viene a ser una historia de los últimos diez años de mi vida, de qué temas tenía en la cabeza en cada momento, qué preocupaciones, qué agenda… si pensamos en ese primer capítulo de la segunda temporada de Black Mirror (enlace solo disponible mediante VPN) que si no has visto ya, deberías de ver, mi blog sería una muy buena fuente para construir y alimentar ese “yo biónico” que me sustituya cuando me muera :-)

Casi todos los veintiunos de febrero desde que tengo el blog me he acordado de tomarme esta pequeña licencia de autobombo, y casi siempre digo lo mismo: el blog es lo que es gracias, en gran medida, a que es capaz de congregar una comunidad de personas interesadas en la tecnología y sus efectos sobre las personas, las empresas y la sociedad en su conjunto, que es el tema al que dedico mi investigación desde hace muchos años. Seguramente, si esa comunidad de personas no estuviese ahí, seguría alimentando el blog aunque fuese solo para mí: soy seguro que el mayor usuario tanto de mi caja de búsqueda como de mis páginas de archivo cronológico o temático, porque esta página sigue siendo fundamentalmente una manera de asegurarme un buen nivel de actualización en mis clases, conferencias y asesorías, que son las actividades que en último término generan el dinero con el que vivo. Pero en esta página hay mucho más que una forma de generar ingresos, del mismo modo que en mi trabajo hay mucho más que un trabajo: hay una pasión por los temas, una curiosidad, un interés personal, un “si me das días de treinta horas, seguramente dedicaría ese tiempo extra a lo mismo”, porque me encanta.

Pero con todas las motivaciones personales aparte, la página vale la pena porque estáis vosotros ahí. Porque hay personas con ganas de aportar enlaces, comentarios, puntos de vista, opiniones, experiencias, etc. día sí y día también. Los insultos y las salidas de tono desaparecieron con un leve cambio editorial en la política de comentarios que hice en 2008 con cuyo resultado no puedo estar más satisfecho, y últimamente me estoy pensando si eliminar también del panorama a quienes no simplemente disienten (bienvenidas sean las opiniones contrarias si se expresan con corrección y respeto), sino que se toman el blog como una terapia a la que acuden todos los días para llevar la contraria sistemáticamente a todo lo expresado: si los contenidos que aparecen en este blog te queman tanto que “necesitas” venir aquí a “protestar” de manera sistemática y habitualmente poco educada, hazte un favor, y no lo leas, porque las discusiones y la comunidad progresan más si eliminamos ese punto de vista que ya has expresado medio millón de veces. Pero esa decisión está aún en “veremos” (por cierto, ¿qué opináis al respecto?).

Muchas gracias a todos por diez años de fantásticas y gratificantes experiencias con una página en la red. Gracias a todos aquellos a quien ver mi primeros diseños de cabecera les ha llevado a evocar la de tiempo que llevan pasándose sistemáticamente por aquí, y gracias a los que acabáis de llegar, o a los que caéis por aquí en paracaídas desde un motor de búsqueda. Gracias a  Blogestudio por ser auténticos consultores de cabecera y, además, amigos. Gracias a Acens por hospedarlo con tan buena calidad. Gracias a SocialMedia, S.L. por vender con tan exquisito cuidado y dedicación esa publicidad con la que tan pesado me pongo en cuanto a temática, formatos y creatividades, y a Mediafed por distribuir también publicidad premium a los más de sesenta mil suscriptores del feed y los más de cinco mil receptores a través de correo electrónico. Al IE, por entender que mi blog es parte de mi dedicación como profesor, y no solo respetar y proteger mi libertad de cátedra, sino también apreciar esta parte de mi trabajo aunque no tenga lugar dentro de un aula ni reciba como contraprestación directa el importe de una matrícula. A mi familia, sobre todo por esos días que me niego a salir de casa hasta que no he terminado de escribir la entrada correspondiente.

Y a todos, por aguantarme y por estar ahí. Ahora, ¡a por diez años más!



(Enlace a la entrada original - Licencia)

0 comentarios:

Publicar un comentario

ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.

Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.