07 abril 2014

Foros en la red: naysayers y yesmen

IMAGE: Leung Cho Pan - 123RFTodos los conocemos, aunque en realidad, adoptan una amplia variedad de categorías. En ocasiones los encuentras asociados a un for determinado que han convertido en su casa, en un lugar sin el cual su existencia tiene escaso sentido: una parte de su vida mucho más importante de lo que ellos mismos creen consiste en pasarse por ese lugar para poder sostener su papel, sentir cómo reafirman su identidad.

En realidad, en muchas ocasiones, si pudiésemos seguirlos más allá de esa página o de ese foro en el que los conocemos, nos encontraríamos con un comportamiento similar en otros, o incluso en su vida fuera de la red. Pueden estar vinculados a un tema concreto, que han convertido en “su causa”, algo por lo que luchar, un casus belli inamovible. O asociarse con una persona, y posicionarse siempre en contra de lo que esta diga, sea lo que sea, sin preocuparse de nada más que de mantener su postura de oposición frontal.

A veces hacen uso del escepticismo o afirman recurrir al pensamiento crítico, cuando una de las características del pensamiento crítico es precisamente que  no significa llevar la contraria a todo el mundo o no estar de acuerdo con nadie jamás, pues eso tampoco sería un pensamiento crítico, sino tan solo un modo simple de pensar que se limita a quedarse con lo contrario de lo que piensen los demás. El pensamiento crítico no consiste en pensar de forma negativa o con predisposición a encontrar fallos o defectos, sino llevar a cabo un proceso o procedimiento neutro y sin sesgo para evaluar opiniones y afirmaciones tanto propias como de otras personas. El pensamiento crítico no es una creencia: puede evaluar la validez de las creencias, pero no es una creencia en sí, es un procedimiento.

Los angloparlantes los denominan naysayers, los que siempre dicen NO. Normalmente no los etiquetamos como trolls salvo que recurran al insulto, y muchos aprenden a no hacerlo precisamente para evitar esa etiqueta. Pero su aporte termina por ser idéntico al de un troll. Son tan predecibles, que el rico aporte de crítica y cuestionamiento que podrían ofrecer se desvanece, se desvaloriza, se pierde, se convierte en autoexplicativo de su naturaleza. ¿Es sostenible la postura de quien siempre está en contra, de quien siempre entra en un sitio con el NO por bandera, dispuesto a negar cualquier cosa que se esté diciendo, únicamente por hacer gala de una postura negativa? Estar en desacuerdo en algunos temas, incluso de manera vehemente, puede ser sano. Pero estar en desacuerdo con todo y por principio es, sencillamente, una estupidez. Una especie de juego tonto que hace perder el tiempo a todos los que participan en él. Cuando la negativa deja de acompañarse de argumentos y se convierte en una simple arma arrojadiza, en una forma de ejercitar una supuesta “habilidad”, se convierte en una postura más propia de un niño pequeño, en algo que directamente se descuenta y deja de aportar a la discusión.

Si, también podríamos hablar de  los Yesmen, los que supuestamente dicen a todo que sí. Tan nocivo es abandonar el pensamiento crítico para negar todo lo que provenga de una persona, un foro o una postura determinada, como hacerlo para seguir fielmente todo lo que se diga, como si fuera una postura religiosa o dogmática, a la que se da validez en función de quién la dice o de dónde ha sido dicha.  Como el que aprieta el botón de compartir sin leer lo que comparte, simplemente por el título o por quién lo ha escrito.

La red, con su ausencia de estímulos externos, permite o incluso facilita que nos enzarcemos a menudo en discusiones en las que nuestro papel está ya repartido antes de que las empecemos, en las que las experiencias previas nos llevan a sostener algo sin necesidad de cuestionarlo. Posturas que en persona rozarían prácticamente el ridículo y serían objeto de autocensura pasan a ser sostenidas de manera recalcitrante, como si lo que afirmásemos quedase grabado en piedra. Si te encuentras en una u otra postura, en la de Naysayer o en la de Yesmen muy a menudo, revisa tu pensamiento crítico. Replantéate las cosas, trata de estudiar los argumentos de la otra postura de manera desapasionada, objetivamente crítica, trata incluso de hacer el ejercicio mental de defenderlos, de ponerte en el lugar del otro. O, si simplemente se han convertido en posturas absolutas, que eres capaz de identificar con una única causa, tema, persona o foro… descártalos y revisa tu pensamiento crítico. En ese caso, ya lo que menos importa es cuál sea tu postura. Algo has hecho mal y estás equivocado.




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