Minube presenta su Libro blanco de los viajes sociales, un documento colaborativo que recoge las opiniones de cerca de una treintena de profesionales sobre cómo Internet ha cambiado los hábitos de comportamiento de los nuevos viajeros. Un trabajo muy interesante (descarga en este enlace) por lo que plantea de innovación y de estudio de contexto de una situación cada vez más generalizada, el uso de plataformas de la web social a la hora de viajar. Para su desarrollo me pidieron que respondiese a unas cuantas preguntas, que tenéis en versión completa a continuación:
(Enlace a la entrada original - Licencia)P. ¿Qué podemos pedirle al móvil durante nuestros viajes?
R. Al móvil podemos pedirle ya casi todo: que nos mantenga en contacto con nuestro entorno habitual, que nos proporcione información del entorno en que nos encontramos, que nos permita orientarnos, recibir consejos, sugerencias, evaluaciones, guías, información… el móvil es, cada día más, como un ordenador, y le podemos pedir por tanto las mismas cosas que a éste. Desgraciadamente, se mantienen y se mantendrán durante bastante tiempo en el mundo del móvil una serie de herencias del pasado, como el roaming, que complican el hecho de extraer valor a éste. Una cosa tan incomprensible como que el mover bits a través de la red dependa de algo tan físico como las fronteras y la distancia se convierte en un obstáculo que lleva a cualquier persona a pensárselo dos y tres veces antes de sacar el móvil del bolsillo fuera de sus fronteras.
P. ¿Cuál es el móvil del futuro para el viajero?
R. El futuro razonable, si no viviésemos en un mundo en el que una serie de empresas del pasado ejercen tanta influencia, sería que se convirtiese en la guía de viaje por antonomasia, en el lugar donde consultar información de una manera sensible a la geolocalización, y que al tiempo permitiese mantener el contacto con las personas que se encuentran al otro lado, mantenerlas informadas acerca de las andanzas del viajero, compartiendo fotografías y situaciones, y haciendo de la experiencia del viaje algo plenamente social.
P. ¿Qué actividades son más susceptibles de ser incorporadas a la experiencia mobile de un viajero?
R. Hay un grupo de actividades que se definen no dentro de la experiencia del viaje, sino dentro de la vida cotidiana: es el contacto habitual, el saber qué hacen tus amigos y conocidos, el pulsar la vida de aquellos que te interesan. Son aplicaciones como Twitter, Foursquare, Facebook, que con crecimientos impresionantes desde terminales móviles (o directamente diseñadas para ellos) forman parte de las rutinas de una cantidad creciente de personas. En ese sentido, cabe esperar que el viajero vea pocas razones durante su viaje para practicar una “desconexión radical”, dado que son actividades identificadas con lo placentero, con lo personal, no con una actividad profesional, al menos en la mayoría de los casos. El viajero querrá mantener esas actividades vivas independientemente del hecho de que esté en su casa o de viaje, pero las hará crecer además compartiendo con estos contactos una parte de la experiencia del viaje, de las cosas que ve, siente o experimenta.
P. ¿Qué está haciendo el sector turístico para adaptarse a las necesidades de movilidad de los viajeros?
R. El sector turístico intenta ofrecer una conectividad creciente, un entorno en el que el viajero pueda tener una opción personal de mantenerse conectado o de desconectar completamente. En general, el sector turístico es ya consciente de que eso de que “aquí las personas vienen a desconectar” es simplemente un mito, porque para muchas personas, desconectar implica no desconectar del trabajo, sino de sus amigos y conocidos. Para los destinos turísticos, tener una buena oferta de conectividad gratuita supone un efecto multiplicador de la visibilidad de su oferta turística, porque hace que más personas “al otro lado” mantengan la conexión con esos viajeros y puedan recibir una parte de la experiencia. ¿Cuántas veces te entran ganas de viajar a un destino determinado porque has visto lo que un amigo comentaba cuando estaba allí? Actualmente, podemos ver iniciativas como los llamados “blogtrips” en los que se intenta precisamente obtener algo similar, con una eficiencia bastante elevada en la visibilidad del destino.
P. ¿Deben las empresas turísticas ser siempre “mobile”?
R. Las empresas turísticas ofrecen una experiencia intensamente vinculada a la movilidad de sus clientes, y por tanto deben tener una mentalidad enfocada a la movilidad. La empresa turística ofrece un producto en cuyo proceso de compra juega un papel importantísimo la reducción de la incertidumbre, y la experiencia que otros viajeros comparten a través de sus dispositivos móviles es una de las mejores maneras de generar esa reducción.
P. ¿Qué hábitos ha cambiado el móvil durante los viajes?
R. Cada vez más: en mi caso, el móvil es lo que utilizo para saber la hora en el lugar de origen y de destino, para hacer cambios de moneda cuando es necesario, para traducir determinadas cosas, para mantenerme en contacto con otras personas a través de redes sociales, para subir fotografías de manera instantánea (sin que ello impida que lleve otra cámara para hacer instantáneas más “cuidadas”)… para todo. Si me ves en Shanghai pidiendo una salsa picante en un restaurante mostrando al camarero, que no entendía nada de inglés, una foto tomada de Google Images o mostrar a un taxista una frase traducida automáticamente puedes seguramente hacerte a la idea de lo que significa el móvil para mí.
P. ¿Qué peso tienen los viajeros en la definición de los nuevos servicios de los móviles?
R. Los viajeros validan con su elección de productos y servicios las diferentes opciones que los emprendedores proponen. En el móvil, gracias a las aplicaciones, se ha generado un ecosistema enormemente dinámico y vibrante, pero son los usuarios los que con sus hábitos y comportamientos, con sus dinámicas de adopción, provocan que una aplicación se convierta en relevante o no.
P. ¿Quién cambia a quién, el viajero al móvil o el móvil al viajero?
R. Es un efecto mútuo. El viajero pasa a depender del móvil para un número creciente de cosas, y los fabricantes de terminales pasan a incorporar nuevas funciones a medida que son demandadas por los usuarios. La diferencia es que mientras algunas de las partes de este ciclo, particularmente las dinámicas de adopción o los desarrollos de software, resultan vertiginosas en sus ritmos, otras están determinadas por las decisiones de los fabricantes y por las limitaciones del actual estado de las tecnologías o por la acción de las operadoras, y discurren a otro ritmo mucho más lento.
P. ¿Es el móvil una herramienta sólo local? ¿Para cuándo un uso del móvil más asequible en los viajes al extranjero?
R. La actuación de las operadoras es uno de los más graves frenos al desarrollo de la sociedad de la información, y particularmente cuando pretendes conectarte desde más allá de tus fronteras. Es sencillamente ridículo, un sistema autoimpuesto para perpetuar unos márgenes que solo pueden ser conceptuados como de robo a mano armada. Que te cobren varios euros por transmitir unos bits de un país a otro cuando si estuvieses sentado en un Starbucks y conectado a la WiFi podrías hacerlo completamente gratis es algo completamente insostenible a medio plazo, algo que es necesario devolver lo más rápido posible al mundo del sentido común. Las operadoras viven en una especie de universo paralelo.
P. ¿Qué fuentes/artículos/profesionales recomendarías para conocer más sobre el mundo mobile y su adaptación al sector de los viajes?
R. Hoy en día, la mayoría de las fuentes de información están al alcance de un clic. Una buena selección de fuentes de información es un trabajo constante, para el que la herramienta perfecta es un lector de feeds y un poco de tiempo. Empiezas seleccionando algunas fuentes, pasas a suscribirte a algunas búsquedas, y terminas teniendo un conjunto de fuentes equilibrado, pero me parece algo personal, un equilibrio que cada uno termina encontrando. Se puede empezar por seguir a otros usuarios: en Google Reader, por ejemplo, puedes suscribirte a los compartidos de alguien que estimes que tiene muy buen criterio en ese tema, ir viendo sus fuentes más habituales, y enriquecerlas con otras.
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.