El 30 de octubre del año pasado comentamos una primera entrada acerca de la competencia esperada entre Foursquare y Facebook Places: la empresa que aparentemente había conseguido cristalizar el momentum de las aplicaciones de geolocalización, frente a la alternativa procedente de un monstruo con más de seiscientos millones de usuarios.
En aquel momento, las cosas parecían relativamente equilibradas: Foursquare tenía menos usuarios, pero con un perfil orientado hacia el mundo geek e infinitamente más activos, llevados por el componente lúdico, social y competitivo de una aplicación en la que la posibilidad de hacerse mayor de un sitio o de obtener un badge determinado ejercía un atractivo sensiblemente bien apalancado. Los usuarios de Facebook Places, por contra, parecían no terminar de engancharse: la aplicación era consideraba “aburrida”, y el nivel de uso era claramente más bajo que el de Foursquare. Las espadas estaban en alto: ¿arrollaría Facebook con la previsible extensión a sus más de seiscientos millones de usuarios (en aquel momento Facebook Places solo estaba disponible para los Estados Unidos y para usuarios de iPhone), o sería capaz de extender Foursquare su nivel de actividad a otros segmentos de usuarios y a otros países?
Han pasado unos siete meses desde entonces: ¿cuál ha sido la evolución? Según una reciente entrada e infografía de Mashable, los resultados indican que las aplicaciones de geolocalización siguen teniendo una venta complicada entre el grueso de los usuarios: únicamente el 17% de usuarios utilizan aplicaciones de este tipo, mientras un 48% citan preocupaciones relacionadas con la privacidad y un 50% simplemente no pueden hacerlo porque carecen de un smartphone adecuado para ello.
En medio de esas barreras a la popularización, aparece otra evidencia: Facebook Places parece estar ganando claramente la batalla. Las razones, además de su evidente masa crítica (ya está por encima de los setecientos millones de usuarios) y de la extensión de la aplicación a otros países y plataformas, parece ser también el cuidado del otro lado de la ecuación: Facebook Places puede ser posiblemente más aburrida que Foursquare en su planteamiento para el usuario final, pero trabaja indudablemente mejor el lado del comerciante. Foursquare sigue siendo una pequeña startup radicada en Nueva York: si un comerciante español quiere ofrecer un especial para atraer usuarios, debe contactar a través de la red, en inglés, y ser atendido de una manera bastante fría y despersonalizada. En el caso de Facebook, cuenta con oficinas de desarrollo comercial en infinidad de países, y éstas llevan a cabo un importante trabajo sobre el terreno en lo referente a prospección comercial y trabajo directo con los comerciantes. En España, por ejemplo, Facebook Places se lanzó teniendo ya en cartera para sus ofertas a empresas como El Corte Inglés, BBVA, Sol Meliá Hoteles o Fútbol Club Barcelona, y sobre todo, con interlocución local. Incrementar el atractivo en el lado de la oferta podría tener un peso importante de cara a la popularización del servicio, pero además, surge un factor negativo adicional en el caso de Foursquare: ante un ascenso de Facebook Places más bien lento, vemos como a Foursquare le está resultando complicado sobrepasar el segmento de usuarios naturalmente afines a la tecnología y a lo novedoso, e incluso puede estar viviendo una caída por agotamiento de su fórmula entre los que alguna vez fuimos usuarios recalcitrantes – con fenómenos como la reducción de los envíos de checkins a Twitter para evitar provocar el cansancio en las personas que te siguen.
La competencia en la web social resulta fascinante por lo que tiene de entorno nuevo, de entendimiento de la importancia de factores como la masa crítica o los estímulos a ambos lados del servicio, en este caso para usuarios y para comerciantes, o el uso de distintos modelos de negocio para quien gestiona la plataforma. En este caso, me está sirviendo para plantear discusiones interesantísimas en mi curso de web social. Veremos por donde sigue la evolución del tema.
(Enlace a la entrada original - Licencia)
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Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.