Mi columna de Expansión de hoy se titula “La universalización del contenido” (pdf), y comenta ejemplos que evidencian de qué manera las ventanas de explotación geográficas para el contenido se están haciendo cada día más insostenibles y la realidad de un contenido que fluye rápidamente y de manera prácticamente universal se impone, hagan lo que hagan los que pretenden mantener fronteras artificiales.
A continuación, el texto del artículo:
(Enlace a la entrada original - Licencia)La universalización del contenido
Cuando era niño, los contenidos de los Estados Unidos o del Reino Unido llegaban a España con muchos, muchos meses de retraso – cuando llegaban. Recuerdo compañeros de clase que aprovechaban algún viaje para traerse música, que escuchábamos como "adelantados a nuestro tiempo", y que comentaban sobre series de televisión y películas que estaban de moda allí, y que tardaban mucho tiempo en ser comentadas aquí.
Con el tiempo, el desfase entre ventanas de explotación geográfica fue reduciéndose, a medida que se iba evidenciando el axioma de que los bits son libres, imposibles de restringir. Hasta que llegamos a nuestros días: hace unas semanas, Telecinco decidió cancelar la serie que me mantenía entretenido los lunes por la noche, CSI, uno de los escasísimos contenidos que todavía veía por televisión además de informativos y eventos. Tardé escasamente un rato en escoger una herramienta, Plex, que combinada con otra, WiTopia, que me permite simular una conexión desde múltiples ciudades en el mundo, me permite ahora ver CSI y muchos más contenidos a medida que se emiten en los Estados Unidos. Un pequeño maratón para ponerme al día – Telecinco llevaba bastante retraso – y ya está. Los contenidos están ahí con el perfecto conocimiento y anuencia de sus propietarios, que simplemente piensan que soy un norteamericano más.
Telecinco pierde un espectador, mi ordenador lo gana. En realidad, mi ordenador está conectado a la misma televisión del salón, y los contenidos se ven exactamente igual. De hecho, algunas series hasta las veo con publicidad norteamericana. Es lo que tiene simular que estás en otro sitio: que te intentan vender productos como si efectivamente lo estuvieras.
La tecnología ha hecho que muchas cosas pierdan sentido. Que la industria de los contenidos y algunos políticos pretendan que sigamos viviendo en un mundo con ventanas de explotación geográfica es a día de hoy, una estupidez. ¿Seguimos jugando a ponerle puertas al campo?
0 comentarios:
Publicar un comentario
ATENCIÓN: Google ha metido en Blogger un sistema antispam automático que clasifica como spam casi lo que le da la gana y que no se puede desactivar.
Si después de hacer tu comentario este no aparece, no se trata del espíritu de Dans que anda censurando también aquí, es que se ha quedado en la cola de aceptación. Sacaré tu mensaje de ahí tan pronto como pueda, si bien el supersistema este tampoco me avisa de estas cosas, por lo que tengo que estar entrando cada cierto tiempo a ver si hay alguno esperando. Un inventazo, vaya.